—Eso te pasa por decirle que aún eres novia de su hijo —apunta Mónica—. A ver cómo vas a cumplir lo que prometiste.
—Me dio vergüenza decirle que no —justifico mi decisión de hace una hora—. Y ya te expliqué, piensa que aún soy su novia porque quise evitar un momento incómodo. Ya deja eso, veré como me las arreglo. Dime qué opinas. ¿Se habrá acostado con Megan después de pelear?
—Bueno... eso de tener relaciones después de pleitos es cosa de parejas. La verdad no sé. No voy a decirte que sí nada más porque lo creo capaz. Sólo ellos dos saben lo que habrá ocurrido entre esas cuatro paredes.
Se tumba en el sofá y prende la tele. Yo me quedo de pie porque no creo que vaya a permanecer sentada más de unos momentos. La incertidumbre y todos los escenarios me van a volver loca.
Rememoro las conversaciones que tuve con cada uno de ellos y me pregunto si otra en mi lugar hubiera reaccionado distinto. O si en las circunstancias actuales sólo las que pasamos por una decepción dudaríamos.
—Olvídate de él. Deja todo esto atrás.
—Pensé que después de separarnos, quedaría tranquila. Pero me toca vivir con la sensación de que me estoy equivocando ¡y no es nada agradable! ¡Es insoportable, de hecho!
—Es mejor vivir con eso que vivir con el corazón roto. —argumenta mi amiga
Tampoco es como si mi corazón estuviera en perfecto estado. Una parte se fue con Lucas el día que rompimos. La otra me pide a gritos que deje de temer y vaya a proponerle que volvamos.
—En el fondo sabía que tu plan era peligroso pero no imaginaba que las cosas se iban a complicar tanto. Que habría más personas de por medio...
No tengo nada que decir al respecto.
Si Megan se empeña en volver con Lucas, significa que él no es tan mala persona. Esta idea no deja de darme vueltas.
—Ya —suelta Mónica, notándome pensativa—. Hiciste lo correcto, lo que cualquier chica hubiera hecho.
Ojala pudiera creerme eso. Sería más fácil de superar y seguir con mi vida.
. . .
Ha pasado un mes y es como si no hubiera pasado ni un segundo. No esperaba milagros, no esperaba olvidarlo y enterrar todo de la noche a la mañana pero tampoco creía que no avanzaría ni un poquito. Tal vez cuesta más porque a él lo veo todos los días en la escuela. A Eric no lo veía tan a menudo después de terminar; es más fácil evitar un vecino que a alguien que estudia en el mismo lugar. O tal vez me cuesta porque mis sentimientos por Lucas son más fuertes que todo lo que habré experimentado en el pasado. Lo he querido rebatir pero incluso este tiempo lejos de él fue una prueba. Cada noche me fui a dormir pensando en él —sin contar las noches cuando me desvelé llorando— y cada mañana desperté pensando en él. Lo llevo conmigo durante cada instante del día y lo peor es cuando cruzamos por los pasillos. Cuando sus ojos parecen pedirme que me acerque. Cuando sus labios forman una sonrisa a pesar de que su rostro revela que se está quebrando por dentro.
En una ocasión quise ceder y correr a sus brazos, decirle que lo lamento y que quiero volver. Terminé ignorándolo. Y me sentí fatal por eso. Peor feo descubrir que las próximas veces que nos vimos, no me miró con rencor.
A poco tiempo de terminar, nuestra ruptura estaba en boca de todos. No cabe duda que a ciertas personas les encanta el chisme. Y como ya no era un secreto que Lucas quedaba libre, esperaba miedosa el regreso de él y Megan. Ya trataba de pensar cómo iba a lidiar cuando me lo restregaran en la cara... Sin embargo no sucedió. No se reconciliaron. De ahí mis remordimientos sólo fueron creciendo.
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El primero en la lista © |COMPLETA| VERSIÓN DEFINITIVA
RomanceNicole no quería volver a enamorarse, menos de alguien a quien todos en el colegio tachan de infiel. Pero en vez de alejarse, ella lo ve como un reto; un reto que consiste en ignorar sus propios sentimientos, romper el corazón de ese chico y consegu...