Capítulo 19 |versión 2019|

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Matemáticas.

Ese dolor de cabeza llamado matemáticas me pude servir por una vez en la vida. Puedo buscar a Lucas, pedirle que me ayude con los ejercicios. Sólo que se me hace demasiado pronto, no quiero ser pesada, no quiero empezar a buscarlo, menos antes de que termine de pensárselo...

«Necesito pensarlo.»

¿Y si fue una manera muy cortés de librarse mí?

— ¡Nicole! ¡Espera!

La voz agitada me saca de mis pensamientos. También percibo unos pasos, alguien está corriendo por el pasillo, parece que es mi amiga y que ya me está alcanzando.

Me doy la vuelta y me la encuentro mirándome.

— ¿Recibiste el video? Es que no puedo creer que se haya convertido en tu sombra, que sea tan entrometida como para escuchar lo que no es de su incumbencia. ¡Encima tiene el descaro de seguir grabándote! ¡Debería encargarse de inventar rumores sobre su vida y dejar de meterse en las de otros!

Creo que registré lo importante. Hay nuevo video. Y vuelvo a ser protagonista.

—Respira. Eso... y dime qué pasó.

—No sabes nada. De seguro no entiendes por qué todos te miran y cuchichean cuando apareces. Te advierto, es horrible. —mientras habla también comienza prestarle atención a su celular

Me quedo callada porque simplemente no quiero saber nada. Pensé que Megan había terminado conmigo, pues me había dado el golpe final. ¿Hasta cuándo me seguirá molestando y por qué? Se supone que dejo de ser un estorbo en su camino.

Mónica me enseña una grabación en la que estamos Lucas y yo en la cafetería. De lo que recuerdo no se encontraba ahí esa mañana. ¿Habrá mandando a alguien? Quizá una amiga.

—Escucha.

Trago el nudo que se formó en mi garganta. Sé lo que he dicho, el problema es que ahora es público y que no seré la única en pagar las consecuencias.

—...ya no iba a dejar que un chico se burlara de mí, que me rompiera el corazón. Iba a adelantarme, a tratar de la misma manera a cada uno que se me cruzara. Antes de que llegaran a hacerme algo. Iba a ser esa chica fría que iba a demostrarles que ya no podían salirse con la suya. Quería ser la versión femenina de un rompecorazones. Mis víctimas iban a ser chicos que habían lastimado a alguien. Me gustaste. Sin embargo había escuchado lo que le habías hecho a tu ex. Renuncié a las ganas de tener algo en serio contigo y te puse en la lista de víctimas... Quise darte una lección. Quise asegurarme de que no volverías a burlarte de nadie.

Al final de mi explicación, la pantalla se vuelve negra y aparece un texto: «Ésta es Nicole. ¡Escúchala muy bien o puedes ser tú su próxima víctima!»

No tengo palabras.

—La obligaría confesar que Lucas no le fue infiel y la grabaría. Luego mandaría el video, ¡desenmascararía a esa estúpida que se cree con derecho de-

—Claro que no —interrumpo—. Basta de jueguitos y lecciones.

— ¿Te vas a quedar de brazos cruzados?

—Todo esto... me lo busqué. Me lo merezco.

Mónica está boquiabierta, lo que parece un poco exagerado. Ella sabe que es la pura realidad. He hecho cosas malas y estoy recibiendo mi castigo.

—No es cierto.

Me sobresalto; más por reconocer al dueño de esas palabras que por la frase en sí. Mi amiga por fin decide cerrar su boca y opta por quedarse viendo fijamente a Lucas.

El primero en la lista © |COMPLETA| VERSIÓN DEFINITIVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora