Mónica trata con recelo todo lo que tenga que ver con Lucas. Por eso mismo no parece impresionarle la reacción que él tuvo, la manera en la que me trató o su decisión de perdonarme.
—Ni sé por qué te cuento. —me quejo
—Porque insistí —me recuerda—. Y mi opinión es que se niega darte el gusto de verlo destrozado. O peor... lo deja sin cuidado. Porque no siente nada, porque es de piedra.
—No tienes salvación. Retracto lo dicho, no vayas a ninguna cita con ese chico.
— ¿Adivina qué?
—Ya fuiste.
Lo admite y hace una mueca. Como si estuviera orgullosa de ello, cosa que me parece extraña tomando en cuenta... ¡Un momento! ¿Qué se trama esta niña? ¿Y por qué se lo guardó?
—Mónica... —pronuncio su nombre, animándola a hablar
—Digamos que las hormonas decidieron por nosotros. En una de las citas terminamos en la cama.
Es la misma Mónica que decía que no iba a ser la que lo complacía en... ese aspecto. Puedo comprender que la tentación ganó pero se me hace raro que no lo lamenta. Que no se sienta usada.
—Quería una aventura, al fin y al cabo no voy a vivir sin acción durante toda la vida. Y por suerte el tipo me hizo pasarla de maravilla.
—OK. —me limito a decir; esto no me lo esperaba
—Ya sé, ya sé, cambié de opinión. Todavía no termino: somos amigos con derecho.
— ¿¿¿Qué???
Me tapo la boca aunque el grito ya salió. Cada quien hace lo que le plazca pero una relación así es muy peligrosa para alguien que huye del amor, para alguien que evita ser lastimado de nuevo. Y si mi amiga piensa que puede mandarle al corazón, no aprendió nada de mis errores.
—Si el tipo te atrae, tarde o más temprano va a surgir eso que no deseas que surja.
—Apenas sospeche algo, me alejo. Descuida.
Por lo menos no pretende enamorarlo, romperlo y botarlo.
. . .
Después de clases interminables y recreos que pasé llorando por las esquinas o hablando con mi amiga, por fin es momento de dejar este lugar. El problema es que no quiero ir a mi casa sin antes hablar con Lucas. Sí, tan grande es mi desespero que sólo duré unas horas sin correr a suplicarle que regrese conmigo. Y sí miro la idea de arrastrarme como la única opción.
Mis piernas obedecen al corazón y ya me llevan rumbo al salón de clases donde debe encontrarse en este momento. Eso si se habrá quedado hoy. Veo gente salir y trato de ignorar las miradas y los comentarios; ya no es la gran cosa, para ellos soy la ex de Lucas, el mes que pasó desde que terminamos dejó en el olvido los rumores, los apodos y ese interés acerca de nuestra vida. Es un alivio que el video no le haya llegado a nadie más.
No tardo en comprobar que la persona que quiero ver no sale de ahí. Eso significa que faltó. Voy a ir a su casa. Está decidido.
—Ahora sí, dime. —creo oír; es la voz de uno de sus amigos
Me acerco a la entrada, aunque no me asomo por la puerta. Si el chico se dirigía a quien yo sospecho que se dirigía, no quiero ser vista. Quiero seguir escuchando.
—No me pasa nada.
Es él.
—Y esperas que te crea, como si no nos conociéramos. Si es tu forma de evitar el tema, no lo vas a conseguir. ¡En mi vida te he visto así! Ni siquiera cuando Megan se revolcó con otro.
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El primero en la lista © |COMPLETA| VERSIÓN DEFINITIVA
RomanceNicole no quería volver a enamorarse, menos de alguien a quien todos en el colegio tachan de infiel. Pero en vez de alejarse, ella lo ve como un reto; un reto que consiste en ignorar sus propios sentimientos, romper el corazón de ese chico y consegu...