Capítulo 5 |versión 2019|

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Llevamos unos ratos acurrucados en mi cama. Mi cabeza descansa en su pecho mientras que sus brazos me tienen atrapada, como si quisieran protegerme de algo, como si quisieran calmarme... Me ofrecen una seguridad abrumadora.

Lucas es una caja de sorpresas. Desde que hice el ridículo, actúa como siempre supuse que un novio lo haría:

—Vete. —lloriqueo apenas termino de vestirme

— ¿Cómo crees? Ven acá.

Me ofrece el abrazo más cálido y no deja de susurrarme que todo está bien. No me pide explicaciones, no se deja llevar por las hormonas, no hace ni el mínimo intento de seducirme y convencerme que sí podemos acostarnos. Sólo me abraza. Lo hace de una manera que... es como si quisiera reconfortarme, como si quisiera mostrarme a través del gesto lo mismo que expresó en palabras: todo está bien.

Lucas tuvo la oportunidad de acostarse conmigo y la desperdició. Por más que intento pensar que detrás de esto hay intenciones sucias, no logro convencerme. No logro escaparme de los efectos que tiene en mí... Estoy cayendo como tonta, estoy muy cerca de tomarme en serio su actitud. ¿Quién finge tan bien? ¿Cómo sabe cuál es la manera correcta de hacer las cosas? ¿Quién se lo enseñó?

Es inevitable compararlo con Eric. La primera y única vez que nos acostamos, no pareció notar mis nervios. No pareció notar que no estaba segura de querer hacerlo. A lo mejor el deseo lo cegaba y el egoísmo lo manejaba. A lo mejor soy muy injusta, ya que tampoco lo dije y pues no todos notan ciertos gestos... ¿Entonces por qué Lucas no actuó igual? ¿Acaso fui tan obvia? ¿Se me notaba el pavor? Pero él pudo haber fingido que no lo notaba, pudo haber intentado tomar las riendas, seducirme y... No lo hubiera dejado ir muy lejos pero ni siquiera me dio la oportunidad de rechazarlo.

¡Es tan difícil descifrar a este chico!

— ¿En qué piensas? —pregunto nada más para entablar una conversación

—En nada. ¿Y tú?

En todo. No sé si abrir el tema. De pronto él cambia de posición para que nuestras miradas crucen.

—Nunca te sientas mal por no hacer lo que no deseas hacer.

No se trata de desearlo. Se trata de poder. Me da mucho coraje descubrir que no puedo, ni que fuera mi primera vez...

—Lamento la escena.

No debería disculparme con él. Lo que más lamento es que me haya visto así... ¡Él no debía ver que soy tan patética! Si yo no me acuesto con él, es porque así lo decido y no porque soy incapaz de quedar semidesnuda delante de un chico. Espero que no vaya a dejarme o a engañarme... ¡Soy yo la que hará esas cosas o al menos la primera de ellas! Cuando llegue el momento.

—No lamentes nada —responde—. Y en cuanto a las relaciones... no hay prisa. Va a suceder cuando tú —su dedo índice roza mi hombro— te sientas lista.

Ojala Eric me hubiera dicho lo mismo ese día...

—Tal vez seamos muy jóvenes para... —intento decir pero no alcanzo terminar la frase porque él chasquea la lengua

—Tonterías. No tiene nada que ver con la edad. Somos pareja, tú me atraes, yo te atraigo... ¿Para qué esperar hasta cierta edad? Además mira, es normal que estés nerviosa... ahora o dentro de cinco años...

—Sí, eso supongo...

Sus palabras no me convencieron, terminamos haciéndolo una sola vez. Y fue pésimo. Así que terminó buscando en otra parte lo que yo no le daba... Lucas va a hacer lo mismo, tengo que apurarme con el plan.

El primero en la lista © |COMPLETA| VERSIÓN DEFINITIVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora