Ay~ El amor ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

🇷🇺 Por ti baby... 🇲🇽

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La fémina despertó lentamente, abriendo sus ojos con delicadeza y acostumbrándose a la oscuridad de la habitación.

Reviso el reloj: 5:00 AM. Un cansado bostezo abandono sus labios, mientras estiraba su brazo en busca del calor de su novio. Cuando no encontró el cuerpo del latino, se levantó de la cama y aún descalza, salió de la habitación.

El silencio se interrumpía con las suaves pisadas de la euroasiática, quién con curiosidad, revisaba cada cuarto de la casa en busca del norteamericano; escucho un ruido metálico a su izquierda, silenciosamente, se acercó a la puerta donde se podía ver una rendija de luz; cuando estuvo frente a esta, la abrió despacio para observar el interior.

Sus blanquecinos ojos se abrieron con sorpresa; en el centro de la sala, que ahora reconocía como el gimnasio, se encontraba México, vestido con sus bermudas y una camiseta de tirantes, entrenando con una gran pesa. No se había dado cuenta de su presencia por los audífonos que tenía puestos.

Rusia sentía sus mejillas ardiendo, el mexicano se veia condenadamente sexy, su delgada pero atlética figura podía apreciarse completamente, gotas de sudor recorrían todo su cuerpo, pero no sé veía cansado. Mordiendo su labio inferior, se acercó rápidamente donde estaba el latino.

Cuando México vio a su novia no pudo hacer más que sonreír y dejar la pesa en su lugar.

- ¡Chikistrikis!- se incorporó suavemente hasta estar completamente sentado.- ¿Qué haces despierta tan temprano?

- Podría decir lo mismo, cielito.- con suavidad, coloco sus piernas a cada lado de la máquina, sentándose en el regazo del norteamericano.

- No es nada, princesa.- negó con la cabeza, acariciando suavemente las caderas de Rusia.- Vuelve a dormir, en un rato más voy contigo.

Rusia solo hizo un puchero molesto, cruzando sus brazos detrás del cuello del hombre.

- Si tienes ganas de hacer ejercicio podemos hacerlo juntos- mencionó con una sonrisa coqueta que hizo tragar al mexicano.- sería más... Divertido

- Rusia...- susurro, cerrando los ojos en espera de un beso. Sin embargo, escucho una risita y dejó de sentir el peso de la eslava sobre él.

- Te veo en la habitación.- le guiño coquetamente y comenzó a caminar a la salida.

Pero México no se iba a quedar así, ni lento ni perezoso, salto de la máquina y corrió hacia la mujer. Fue entonces que todo su esfuerzo dió frutos, paso una mano detrás de las rodillas de Rusia y la otra por su espalda, y la levantó sin esfuerzo.

- ¡México! ¿¡Qué haces!? ¡Te vas a lastimar!- se aferró al cuello del latino sorprendida... Digamos que, con su altura, resulta obvio que no sería una pluma.

- ¿Para qué crees que he estado entrenando?- soltó una carcajada y comenzó a caminar a la habitación

- ¿Cuánto tiempo crees poder soportar mi peso?- alzó una ceja en un reto

- Podemos averiguarlo.- respondió de la misma forma, cambiando de posición para que enredará las piernas en sus caderas.

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No lo sé Rick...
No me convence del todo, pero tenía que sacarme la idea de la cabeza (≧▽≦)

La imagen de la multimedia es el banco de pesas en el que entrenaba México

Ahora sí...

Espero que tengas un lindo día!
Nos leemos la próxima y recuerda que Anamy te ama (◕ᴗ◕✿)