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No dejaba de correr, podía escuchar a esas criaturas siguiéndola. Lágrimas de desesperación corrían por su infantil rostro, sus pequeñas piernas no avanzaban lo suficientemente rápido
La iban a alcanzar.
Por accidente, tropezó con una piedra y cayó, raspando sus rodillas. Sollozo con fuerza e intento levantarse, pero el grito de esos "demonios" la paralizó; solo pudo acostarse en el suelo y juntar sus piernas a su cuerpo, tapándose los ojos con las manos.
Sintió como la rodeaban, el aliento de los monstruos inundó sus fosas nasales. En su mente aparecieron miles de imágenes que le recordaban su vida, sus hermanos, sus periodos de adultez, el como su gente suplicaba por ayuda y no pudo dársela. El dolor de convertirse en niña otra vez. Todo eso iba a acabar pronto.
- ¡A CHINGAR A SU MADRE!
Después de ese grito de guerra, vinieron quejidos, maldiciones en español y ruso, muchos sonidos de disparos y huesos quebrándose. Solo podía apretar más su cuerpo contra el suelo, sintiendo la sangre de los monstruos cayendo sobre ella.
De pronto, el único ruido que podía captar era su respiración y su agitado corazón.- ¿Estamos seguros de que es ella?- esa voz sonaba familiar, pero no se atrevía a descubrirse los ojos.
- Es ella... No creo que haya muchas personas amarillo con rojo.
- ¿Y por qué está tan chiquita?- la provincia sintió una mano en su cabello, el tacto era agradable, pero aún tenía mucho miedo.- Aw... Mírala, Rusia, está temblando como chihuahua.
- Basta, México.- al escuchar ese nombre, la niña se descubrió los ojos.- Hola, Pichincha.- frente a ella, estaban una mujer y un hombre, ambos sucios y cansados, pero sonrientes.
- ¿S-señorita Rusia? ¿Se-señor M-méxico?
- Los mismos- una sonrisa se formó en sus labios al ver los rostros familiares, por fin el cansancio se adueñó de su cuerpo y se desmayó.- ¡No fue mi culpa!- el mexicano estaba asustado, afortunadamente, Rusia logro sujetar a la provincia antes de que se golpeara con el suelo.
- Ya se que no es tu culpa, taquito- con cariño, la eslava acomodo a la niña, poniendo la cabecita en el hueco de su cuello y pasando una mano debajo de sus rodillas.- Ayúdame a levantar.
- Pásamela, no debes hacer esfuerzos mi reina
- ¿Y con que mano la vas a cargar? ¿Con la del machete?- la eslava rodó los ojos.- Ya estoy bien... Solo ayúdame- el mexicano suspiro resignado y le tendió la mano.- hay que volver al refugio.
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Pichincha comenzó a despertar, sentía su cuerpo pesado, iba a abrir los ojos, pero escucho a alguien entrar, así que los dejo cerrados.
- Aún no despierta...- era la voz de Rusia, sonaba preocupada, pronto sintió un peso a su lado y una mano acariciando sus cabellos.
- Podemos dejarla dormir un poco más. Ecuador nos espera en dos días, tuvimos suerte de encontrarla tan rápido.- hubo un poco de silencio, la mano de Rusia se movió a su mejilla.
- Tú... ¿Te imaginas cómo habría sido?
- Rusia, no te tortures con eso. Lo que pasó fue por una razón, mi amor. - Pichincha sintió unas gotas caer en su rostro.
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Ay~ El amor ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡
RandomRusMex? ~Sip Hetero? ~Y por qué no? Rusia Mujer? ~¡Las altas también se enamoran! Chico, chica, humano, alien, acompáñame a esta aventura! El dibujo de la portada es de zarpeasen en Tumblr Aún no le pido permiso, si alguien sabe si le molesta m...