Ay~ El amor ꒰⑅ᵕ༚ᵕ꒱˖♡

¡Un día seré su esposa! 1/3 💞

Este capítulo estaba planeado para más adelante, pero... Pues se lo dedico a dos personitas (ya sabrán por qué (☞ ಠ_ಠ)☞) laelopur y Elbajit0mate (p.d. les amo :3)

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Los continentes caminaban a paso robótico, sin prisa y a buen ritmo, arrastrando con ellos a una pequeña de dos años. Sería más sencillo cargarla, pero eso la haría débil.

La niña, de nombre Rusia, miraba su alrededor con curiosidad; ese país era completamente nuevo y diferente, para empezar, Rusia tenía mucho calor, acostumbrada a climas fríos, el clima cálido de México le afectaba bastante. Y era muy, muy colorido, contrario al suyo que, a su parecer, era un poco gris.

- ¿Gran Asia?- la pequeña sacudió la manga del mayor - ¿Para qué estamos aquí?- pregunto con inocencia sin dejar de caminar/correr.

- Tienes que aprender de absolutamente todo, Rusia; eso incluye apreciar la cultura de tus aliados.- el continente solo seguía avanzando a grandes pasos, sin tener en consideración que un paso suyo, eran tres pasitos de rusia.- Serás una buena country, y acataras las órdenes ¿Quedó claro?.- para ese punto, los tres se encontraban frente la vivienda del mexicano.

- Si, gran Asia - la nena solo observaba la puerta, en espera de que sus tutores se decidieran a tocar

- En un mes vamos a volver para ver tu progreso.- dijo Europa, al fin llamando a la puerta.

Cuando la puerta se abrió, fueron recibidas por, según Rusia, el hombre más hermoso del mundo. Tenía una sonrisa tan cálida como sus tierras, que combinaba perfectamente con su hermoso rostro tricolor.

- ¡Gran Asia! ¡Gran Europa! Bienvenidos, adelante, pasenle a lo barrido.- México se hizo a un lado, dejando la entrada libre para sus visitas. Cuando todos estuvieron dentro, México volteó a ver a la niña; arrodillándose para quedar a su altura.- Hola pequeña ¿Cómo te llamas?.- pregunto con una suave sonrisa.

- Yo... Rusia.- susurro en respuesta.

- Rusia... Un hermoso nombre, yo soy México.- extendió su mano, y cuando la eslava la tomo, la sacudió suavemente en un saludo.

- México, dejamos a Rusia bajo tu cuidado.- dichas las palabras, los continentes abandonaron el hogar.

- Agradables como siempre... En fin ¿Has probado los chilaquiles?

La mañana paso con tranquilidad, el latino le preguntaba a la niña sobre su vida y sus gustos, estaba encantado con ella, amaba a los niños, no por nada cuido de sus 32 bendiciones sin ayuda de nadie; de hecho, Rusia le recordaba a su pequeña D.F.

- Pequeña, voy a hacer la comida ¿Esta bien? Cuando vuelva me puedes seguir platicando de Bélgorod* ¿Okay?- pregunto el mayor levantándose del sillón.
La bebé solo asintió, estaba mareada, pero no quería preocupar a su nuevo amigo. Se sentía muy cansada y su cabeza le daba vueltas, quería quitarse su suéter, pero sus tutores le habían dicho que no.

Pasaron unos minutos, pero la incomodidad no se iba, comenzó a llorar, intento levantarse pero solo pudo caer de rodillas, sosteniéndose de sus brazos para evitar quedar completamente sobre el suelo. Gemidos de desesperación salían de sus labios, al tiempo que vomitaba su desayuno.
El ruido fue suficiente para que el norteamericano llegará corriendo, solo pudo agarrar a la niña para evitar que cayera inconsciente en su propio vómito.

México estaba muy asustado, se llevó a la niña a su cuarto (que era el más fresco y con baño adentro) y la recostó en la cama para revisarla. Recargo su frente con la de la bebé y la sintió ardiendo en fiebre. Se golpeó a si mismo por no darse cuenta antes ¿A quien se le ocurría dejar una nena en ropa de invierno a la 1 de la tarde?

Rápidamente, comenzó a quitarle la ropita, inicio con el suéter de lana y la blusa de manga larga, dejando su pechito al descubierto, después, continuo con sus zapatitos, las gruesas medias y la falda.

Cuando la niña estuvo solo en calzoncitos, la sentó con cuidado y trenzo su largo cabello, pero no era suficiente. Tomo un abanico y comenzó a hecharle aire, pero no despertaba.

Desesperado, corrió al baño a llenar un poco la tina con agua tibia, cuando lo considero suficiente, volvió por la pequeña y la metió lentamente en el agua.

Después de un rato, Rusia abrió sus ojos con pesadez y lo primero que vio fue la hermosa sonrisa de México...

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Chale, al final lo tuve que cortar muy feo

Trataré de hacer la continuación mañana y quizás un "songfic" que tengo empezado UwU
Un pequeño especial para todas las personitas hermosas que votan :')

Ahora sí! Tengan un excelente día! Y recuerden que los amo mucho musho (◕ᴗ◕✿)