Narra Natalia
Ya había salido de casa y me encontraba poniendo rumbo hacia la ubicación que me había mandando Alba. Es cierto que andaba un tanto perdida por aquellas calles que estaban adornadas de cierto lujo. Eran unas de las urbanizaciones más caras de Madrid, lo que me sorprendió bastante.
Me encontraba exactamente dónde me había dicho Alba por lo que le mandé un mensaje diciendo que ya estaba esperándola debajo de su casa.
Diez minutos esperando, cuando de pronto la puerta de aquella urbanización se abrió, dejando paso a una Alba totalmente diferente a lo que estaba acostumbrada.
Estaba elegante, estaba sofisticada, estaba espléndida y como siempre preciosa.
-Buenas noches Natalia-dijo ella acercándose y depositando un beso en cada una de mis mejillas
-Alba... estas preciosa-dije como pude
-Gracias, tu también vas muy elegante-dijo dándome un repaso de arriba abajo.
La Mari horas antes había optado por un traje de chaqueta azul que me había comprado justo el mes pasado. La verdad es que para mi gusto era un look bastante pretencioso, pero sin ninguna duda aquella rubia había acertado de pleno, ya que Alba se pasó toda la noche admirando aquel precioso traje.
Una vez llegamos a aquel restaurante, el cual había elegido precisamente para que Alba se sintiera a gusto degustando platos vegetarianos y sin lactosa, nos situamos en los exteriores, donde se podía observar la gran ciudad.
-Bueno Natalia cuentame, a que te dedicas?-pregunto ella
-Pues bueno como sabrás soy la jefa de lacuns S.L por unos asuntos familiares, y bueno pues la verdad es que no es del todo a lo que tenía pensado dedicarme, pero bueno no tengo otra-dije con una sonrisa
-Y realmente, que es lo que te gustaría?
-Pues desde pequeña me ha fascinado la música, es más suelo componer algunas cositas y tocarlas con la guitarra, pero hace ya casi un año que la tengo en el olvido, esto de la empresa me quita mucho tiempo-dije explicándome
-Eso quiero que me lo demuestres-dijo pícara
-Bueno cuando quieras te canto algo-dije valiente
-Esta noche
-Esta noche?-dije atragantandome con el vino
-Si, esta noche, en tu casa, tu yo y tu guitarra, ¿qué te parece?-dijo con una sonrisa
-Claro-dije tímida
-Ay Nat tranquila, que el hecho de que sea una chica de compañía, no significa que esté pensando todo el tiempo en eso, ya sabes-dijo bajando la mirada tímida
-Oh si, perdona, lo siento son prejuicios bastante feos, disculpa-dije avergonzada
-Bueno sigamos charlando-continuo ella.
Y así fue como me enteré de que ella solo trabajaba con aquellas personas que pudieran pagar su precio, el cual hay que decir que era bastante elevado. Por eso mismo vive donde vive, todo hay que decirlo.
No sé qué es lo que tenía Alba pero no podía dejar de mirarla y escucharla, me tenía totalmente embelesada.
-Y en este punto de la noche, te puedo confesar una cosa?-me pregunto ella
-Claro-conteste
-No llevo nada debajo del vestido-dijo susurrandome desde el otro lado de la mesa
Mi cara fue de asombro absoluto y un poco de vergüenza ante aquellas declaraciones.
-¿Nada,nada?-dije yo
-Agachate y mira por debajo de la mesa-dijo con una sonrisa picantona
Y no se porque realmente, hice caso a lo que me pidió.
Creo que vi el cielo.
Aquella rubia abierta de piernas mostrándome aquel tesoro que escondía entre sus piernas. Yo lo único que se es que me volvió a entrar el hambre y las prisas, así que como pude avise al camarero de que me trajese la cuenta.
Salimos corriendo de aquel restaurante como dos adolescentes guiadas por las hormonas, pero Alba tuvo un poco de serenidad y me pidió que antes de volver a casa, parasemos en un 24 h.
-¿Que vas a comprar rubia?-pregunte con inquietud
-¿Que te parece un poco de champán, fresas, nata y chocolate?-me dijo ella mirándome de reojo con aquella sonrisa
-Joder-jadee
Ella sonrió ante aquel gesto.
-El mejor plan que me podrían haber dado en la vida rubia-dije mientras nos movíamos por aquella tienda buscando las cosas que había mencionado Alba.
Ya habíamos pagado todo y nos encontrábamos de nuevo en el coche pero con el motor apagado.
-Oye Alba...-dije tímida mientras miraba por la luna del coche
-Dime
-Tengo muchísimas ganas de hacer una cosa, que llevo deseando hacer toda la noche-dije mordiendome el labio y girando la vista hasta el asiento del copiloto, donde se encontraba Alba.
-¿Y por que no lo haces-dijo sonriendo y acercándose un poco a mi
-Porque hace mucho tiempo que no hago cosas así-dije nerviosa pero acercando un poco más nuestras caras.
-Cuando dejes de tener miedo, empezarás a disfrutar las cosas-dijo bajando la vista de mi cara a mis manos, buscandolas y entrelazandola con la suya
-¿Porque eres tan bonita?-le pregunte mientras con la otra mano le acariciaba la carita.
Ella me sonrió, y recorto toda la distancia que había entre nosotras, juntando nuestros labios que ya estaban ansiosos por conocerse.
No teníamos prisa, nos besábamos con tranquilidad pero con mucho deseo, como si quisiéramos recordar el tacto de nuestros labios rozandose en nuestra mente.
Su lengua se colaba en mi boca con prisas, volviendo aquel tímido beso en uno mucho más caliente y salvaje. Después de saborearnos durante un buen rato, acabe aquella sesión de besos con una mordida en su labio inferior a lo que ella sonrió.
No hicieron falta palabras, arranqué aquel coche y llegué de nuevo a su urbanización. Ambas nos bajamos del coche ya que como habíamos planeado antes, teníamos una cita con chocolate, fresa y nata.
-Che,che, ¿a dónde vas a tan rápido?-le pregunte cuando vi que ya había cogido la bolsa y estaba entrando ella sola
-¿A mi casa y tu?-pregunto haciéndose la tonta
-Mmm nose...-dije poniéndome nerviosa- mm, las fresas.. el chocolate-dije señalando la bolsa con confusión.
-Ah, son para María que le encanta-dijo con gracia
Se acercó a mi y dejó un beso sobre mis labios.
-No te creas que te lo voy a poner todo tan fácil-dijo sonriendo y marchándose tras aquella puerta dejándome con una sonrisa y con cara de tonta
Hay fue cuando me di cuenta te que Alba era mucho más que una chica de compañía.
Era única.
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Perdonadme, había perdido un poco la inspiración pero voy a intentar volver con más fuerza que nunca ❤
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Femme Fatale| Albalia
FanfictionNatalia Lacunza, la directora de una gran empresa tras la dura enfermedad de su padre. Alba Reche, una prostituta con un pasado demasiado turbio. Dos personalidades muy diferentes. ¿Que pasará entre estas dos chicas?