Femme Fatale| Albalia

XI

Narra Natalia

-Nat, ¿esta tarde a las 7 podrías pasar por casa y hablamos de nosotras?

-Si me dices que si te estaré esperando

-Ahora te tengo que dejar, espero verte

La mañana comenzó un poco revuelta a causa de estos 3 mensajes a los cuales respondi con un "si". Es cierto que desde la última vez que nos vimos estoy un tanto inquieta por todo el mundillo que rodea a Alba, pero también es cierto que realmente no quiero saber mucho de eso.

Es algo que me aterra, pero si quiero estar con ella, debo saberlo todo.

Un momento, ¿quiero estar con ella?

No se en que momento esa rubia me ha vuelto loca, pero lo único que se, es que lo que tengo ahora mismo con ella no lo cambiaría por nada en el mundo.

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-Miss Lacunza, ¿como estamos de buena mañana?-pregunto Adalia feliz mientras entraba por la puerta de mi despacho

-Demasiado feliz te veo yo ¿no?- pregunte

-Ay hija, deja a las demás que también disfrutemos de la vida, que tu todo el día con Alba para arriba, Alba para abajo y esa sonrisa tonta que tienes siempre ya vas servida-dijo ella graciosa

-Eres demasiado impertinente Africa, no se por que todavía no te he echado-dije mientras me reía de mi amiga

-Oye, eres mala persona eh-dijo mirándome con mala cara

-Anda ven aquí pequeña-dije abriendo mis brazos para que se acercara

Pero ese momento se vio interrumpido por el sonido de la puerta cuando se abrió y vimos el semblante de mi padre en el marco de la puerta.

-Anda, eso te pasa por zorra-dijo murmurando- Buenas señor Lacunza, ¿cómo estás?¿que tal la familia? Le veo más mayor eh-dijo Africa dirigiéndose a mi padre mientras se dirigía fuera del despacho

-Adalia, tu como siempre tan graciosa, anda váyase y haga lo que tenga que hacer, si es que hace algo-dijo mi padre

Africa le dedico una sonrisa forzada y poco después la cambió por una de auténtico desagrado.

-Vaya personal tienes aquí, no se como te lo tengo que decir, ¡No contrates a tus amigos, que son unos incompetentes!-dijo cuando ya la puerta del despacho estaba cerrada

-Hola papá, si, yo también me alegro de verte, gracias-dije irónicamente

Mi padre se mantuvo en silencio y tomó asiento.

-Lo siento mucho hija-dijo en un tono triste

¿Mi padre disculpándose? Esto si que no me lo podía creer.

-¿Sabes? Cuando deje la empresa a tu cargo, el cáncer estaba demasiado desarrollado, pero poco a poco todo ha ido a mejor, ya viste los resultados que te enseño tu madre-dijo el a lo que yo asenti

-Bueno hija, todo ahora es más complicado, el cáncer se ha extendido a otros órganos, y ya no puedo estar más tiempo en tratamientos, es cuestión de tiempo que todo acabe-dijo el apenado

La relación con mi padre siempre ha sido una relación dura, siempre me ha exigido cosas a las cuales me costaba llegar, pero a pesar de todo ello, le quiero, es mi padre.

En mi familia ya estábamos preparados para esto, era una cuestión de tiempo. No se como asumir que mi padre en cualquier momento podría morir, así que intente contener mi dolor.

-No estaba al tanto de estas últimas noticias padre, lo siento, ya sabes que estoy aquí para lo que necesites-dije agarrandole del brazo

-Lo sé Natalia, pronto te llamaré para aclarar algunas cosas, pero pásate pronto por casa, mamá te echa de menos-dijo el con una sonrisa triste

-Yo también a ella y a Elena y a...Santi, pronto iré lo prometo-dije sincera

Mi padre y yo nos despedimos y yo acabé derrumbada en la mesa de mi escritorio.

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Cogí la moto y en 10 minutos me encontraba en la puerta de la urbanización de Alba. Toque el timbre y me abrieron.

-Pero bueno Mari, ¿que tal como estas?-dije sorprendida

-Genial wonka, oye Alba a tenido que salir un momento, pero oye te saco una birra y la esperas aquí tranquilamente-dijo ella con total naturalidad

Yo asenti, todavía confusa por aquel mote que me había puesto.

Una vez estábamos sentadas en el sofá, comenzamos a hablar para matar el tiempo.

-Y bueno, ¿para que habéis quedado?-pregunto María

-Realmente no lo se, pero creo que el último día de fiesta tocamos un poco el tema de su trabajo y creo que deberíamos hablarlo-dije yo

-Pues la verdad es que si-dijo ella asintiendo

Yo también asentí.

-Entiendo que sea algo que te preocupe Natalia pero al fin y al cabo, la conociste así, no puedes hacer nada para cambiarlo-dijo María con un tono duro

-Lo sé María, claro que lo se, pero se me hace tan duro saber que va a estar conmigo y luego se va a ir y se va a tirar a otro que...-dije pero María me cortó

-A ver, Alba realmente trabaja con súper pocas personas, quizás en un mes 5 o 6 eh, no te creas que más. Alba es lo que viene a ser una scor de lujo, básicamente que si te la quieres follar tienes que pagar bastante pasta-dijo ella sin tapujos

Oir esto me iba a doler mucho más de lo que me pensaba.

-Siempre suelen grandes empresarios, niños de papá o algún tonto que se haya enamorado de ella y este dispuesto a pagar ese precio-continuo ella

-Se que vas a flipar un poco, pero bueno, Alba cobra de media unos 5.000 euros por cliente, por un servicio básico que viene siento penetración con protección. Pero todo a partir de ahí se va implementando según los gustos del cliente.

Creo que me estoy mareando.

-Por último, el top, lo más que puede llegar a hacer es dejar que el cliente culmine dentro de ella, pero siempre que el cliente traiga una revisión de que no contraiga ninguna ets, 10.000 pavos, normal así también tengo yo esta casa-dijo la Mari

Yo me levanté de aquel sofá y me tiré de cabeza al váter a vomitar todo lo que había comido hoy.

-Natalia ¿estas bien?-dijo la Mari preocupada, que se acababa de percatar lo dura y natural que había sido con este tema, sin percatarse de los sentimientos de la morena.

La había cagado pero bien.

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Uh, capítulo intensito eh.

Debe ser duro para Natalia escuchar todo eso, pero, ¿por qué Alba ha acabo así?

Muy pronto descubriremos su pasado!

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