XIV

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Narra Natalia

Unos rayos de luz entraron por mi ventana, provocando que mis ojos no pudiesen continuar cerrados.

Me giré sobre la cama para mirar a través de la ventana el amanecer en Madrid. Hoy se levantaba un nuevo día aunque este era muy diferente a todos los anteriores.

Tengo claro que Alba y yo no hemos formalizado lo nuestro todavía, pero sinceramente me encuentro igual de nerviosa que si lo fuera de verdad.

Para mí hoy es un día especial y por lo tanto importante y decisivo. Dicen que la primera impresión es aquella que marca un antes y un después y yo espero impresionar a mí casi suegra.

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Después de haberme dado una larga ducha, haber desayunado y haberme vestido de la mejor manera posible, ya estaba lista para ir a recoger a Alba.

-Vale Natalia tranquila, vas muy guapa, la vas a tratar como tu sabes y todo va a salir perfectamente-me decía a mi misma mientras me reflejaba en el espejo.

Y salí de mi casa a toda prisa, me subí en la moto y puse rumbo a la casa de Alba.

Abrí su chat y le avisé de que ya estaba abajo y no pasaron más de 5 minutos cuando aquella rubia asomó por la puerta del portal.

-Nat estas preciosa-dijo ella acercándose hacia mi con la boca abierta.

Yo ni si quiera tenía palabras, por lo que me quede un rato mirando de arriba a bajo todo su outfit.

-Estas impresionante-consegui articular

Y entonces ella sin esperar ni un segundo más, se puso de puntillas y alcanzó mis labios con ansias. Esta vez no fue un beso desesperado, ni siquiera un beso cálido y tranquilo. Fue un beso para decirme, "tranquila, estoy aquí contigo, todo va a salir bien" y solo con eso, ya sabía que no necesitaría nada más.

-¿Nos vamos rubia?-dije intentando ocultar mis nervios

-Vamos

Ambas nos subimos en la moto y nos dirigimos hacia el restaurante donde nos estaba esperando la Rafi y Marina.

Una vez encontramos aparcamiento y tuvimos que bajarnos de la moto, mis inseguridades volvieron a aparecer. Alba me agarró la mano y ambas entramos por la puerta del Coco's, un restaurante Italiano que nos recomendó Marta.

-Hola buenas, teníamos una reversa a nombre de Reches-dijo alba hablando con el señor de la puerta

-Si claro, las están esperando, por aquí por favor-dijo aquel señor tan amable acompañándonos a la mesa.

Cuando estábamos a punto de llegar vi en ellas unos rostros serios, impecables y eso me estaba aterrorizando.

Tanto que quería salir corriendo.

-Mamiii-dijo efusiva, una Alba que ya se había enganchado al cuello de su madre.

-Hola Marina, encantada-dije saludando a su hermana

-Pero bueno si es la famosa Natalia, que guapa eres-dijo dándome dos besos

-Pero ayyy mi Natalia hija, que por fin te conozco, ven aquí y dame dos besos hermosa-dijo la Rafi rodeando toda la mesa para alcanzarme y darme dos besos muy efusivos.

-Ay Rafi, que ganas tenía de conocerla, tu hija me ha hablado muy bien de ti-dije yo tratando de ser educada

-Venga vamos a sentarnos todas, que traigo un hambre-dijo Alba tomando su asiento mientras se acariciaba la barriga

La verdad es que la comida iba bastante bien. Me di cuenta de que su madre y su hermana eran personas super naturales, por lo que me estaba sintiendo súper agusto.

Hubo un momento concreto en el que me gire y me quedé mirándole el perfil a Alba mientras hablaba con su madre. Y fue ahí justo en ese momento dónde me di cuenta la suerte que había tenido al conocerla.

Y deseé con todas mis fuerzas que este momento no se acabará nunca. Y también tuve algo muy claro, quería pasar con Alba muchos días de mi vida.

De la manera que fuese, siendo mi amiga, mi pareja,mi compañera de trabajo, no sé,  lo único cierto que se, es que tener a Alba en tu vida es un privilegio que pocas personas pueden llegar a tener.

-Cuñada, te has quedado pillada mirando a mi hermanita-dijo Marina consiguiendo la risa de todas

-Eh, si perdona, me pasa mucho sinceramente, es mirarla y no querer mirar a nadie más-dije juntando nuestras manos encima de la mesa, mientras Alba me miraba con la mirada brillante

-Ya de verdad Natalia, bromas aparte. Creo que eres la mejor persona qué ha podido encontrar mi hija para compartir su vida. Ella siempre ha sido una chica super cariñosa pero oye, que nunca han sabido valorarme ami mi niña-dijo la Rafi haciendo de madre

-Bueno Rafi tu tranquila, que yo a su hija la quiero con locura, y siempre voy a estar hay para ella-dije muy sincera

-Lo sé cariño, lo sé- dijo una Rafi muy sincera.

La comida acabo por lo que Alba y yo nos despedimos de su madre y su hermana. Ambas teníamos ganas de pasar la tarde juntas pero es cierto que ninguna de las dos disponíamos de tiempo.

Yo por mi parte tenía que acabar de organizar la cena de empresa y Alba tenía que ayudar a María a organizar unas cosas.

Así que sin muchas ganas tuve que llevarla hasta la puerta de su casa para luego marcharme.

-Bueno al final ni tan mal ¿no?-pregunto Alba mientras estaba agarrada a mi cintura

-Ni tan mal-dije sonriendo

-Oye Nat

-Dime Albiii

-Que yo también te quiero

Y yo sentí que me moría. Sonrei para poco después lanzarme a sus labios intentando demostrar que aquellas palabras eran ciertas.

Nos despedimos y yo arranque la moto para perderme por las calles de Madrid.

Después de aquel día tan maravilloso me di cuenta de que todo lo que habíamos tratado de aparentar era mentira, que simplemente fue algo para agradar a su madre.

Que quizás lo nuestro no saldría bien y esto simplemente fuese un ensayo.

Pero lo único que sé a ciencia cierta, es que todo lo que dije en aquella comida, fue lo más sincero qué dije en mi vida.

Que la quiero y que nunca me voy a separar de ella.

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Femme Fatale| AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora