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Emilie miraba por la ventana de su puerta las calles por las que siempre pasaba. Ahora el sueño le jugaba malas pasadas y le costaba mantenerse despierta. Entre la preocupación y estar cerca de James sus nervios habían estado manteniéndola ocupada y sin sentir cansancio o sueño y ahora... Vio el supermercado y recordó que no tenía mucho en casa.


-¿Puedes parar un momento James? -Él la miró esperando un motivo para ello y redujo la velocidad sin detenerse. -Tengo que comprar algo de comida en el supermercado. En casa seguro que apenas hay nada.
-¿Quieres que vaya yo?
-No, estoy bien. No compraré mucho, solo para esta noche. Mañana saldré a comprar cuando me levante.


James aparcó el coche en la calle y observó como Emilie salía e iba hacia el supermercado. Parecía que los veinte minutos que había dejado que durmiera mientras esperaba a Logan le servían para tener algo más de energía.


Emilie cogió una pizza y una botella de zumo y fue hasta la Caja registradora. Tampoco sabía si iba a comérsela o se derrumbaría en el suelo del apartamento del sueño que llevaba pero al menos tendría comida. Metió todo en una bolsa y salió del supermercado. Unas manos la cogieron por los brazos y tiraron de ella llevándola hasta el callejón cercano.


James gruñó al ver cómo dos hombres se acercaban a Emilie y, literalmente, la cogían y empujaban hasta un callejón estrecho. Abrió la puerta del coche y salió corriendo hacia ellos.


Emilie trataba de deshacerse de esos hombres pero sus dedos sobre los brazos de ella la presionaban con mayor fuerza cada vez que intentaba forcejear con ellos.


-Quédate quieta, puta.
-¡Suéltame! -Gritó ella.
-Cuando respondas a unas preguntas. -Le informó el otro.


Emilie lo miró con cara de pocos amigos. No los conocía bien perico los había visto con Alex cuando éste iba a verla al apartamento.


-¿Qué quieren?


Uno de los hombres le hizo señas al otro y la soltaron pero estaba arrinconada entre la pared y sus cuerpos. Emilie se abrazó a sí misma en un intento se sentirse protegida.


-¿Dónde has estado esta noche? No has ido a casa a dormir.
-¿Acaso me estás vigilando?
-Si Alex se entera de esto...
-¡No soy propiedad de él! -Bramó con furia.
-¡Emilie! -Gritó James.


Ella lo miró llena de alivio por saber que estaba cerca y empezó a respirar con tranquilidad. Estaba allí... con ella.


-James... -Susurró.
-¿Te acuestas con este tío? -Le preguntó uno de los hombres mirándola con intensidad.
-Eso no le importa a nadie. -Respondió James en su lugar. -Ahora dejenla ir en paz. -Añadió dando un paso hacia ellos.


Emilie se apartó de la pared hacia él cuando uno de los hombres la agarraron y tiraron de ella de nuevo. Chocó con el cuerpo del otro hombre y éste la inmovilizó agarrándola del cuello.


James soltó un gruñido al ver cómo zarandeaban a Emilie y estuvo a punto de gritar por ello. Avanzó con decisión hasta el primer hombre y afianzó sus piernas para soportar el embiste de su ataque. Eso le hizo estar preparado para empezar contraataque y aprovechó para darle un rodillazo en el estómago lo cual hizo que se doblara hacia delante.

Una clase de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora