✦ Two.

412 70 4
                                    

Michael miró el reloj nuevamente, diez minutos para el cierre y otros diez para limpiar. Bueno, faltaba menos para dejar su turno.

"Mike, limpia las mesas cerca de la ventana", su compañero le avisó desde la barra "Yo apago las máquinas y recibo el pedido de mañana".

"¿No quieres que te espere?", pregunta solo por ser cortés, en realidad espera que le diga que no.

El chico negó "Estás ansioso por ir a casa, así que yo te cubro hoy".

Michael sonrió y le agradeció. Sí estaba ansioso por salir antes, pero no precisamente por ir a casa. La verdad estaba ansioso por ver un par de ojos azules mirándolo como si fuese lo único a su alrededor.

Apagó la música, luego tomó los útiles de limpieza y comenzó con su trabajo, quizás algunas mesas no quedaron muy limpias pero se prometió llegar temprano al día siguiente para cubrir los detalles que faltaron.

"¡Me voy, Rob!" gritó desde el almacén "¡Nos vemos mañana!", y sin esperar una respuesta tomó su mochila que ahora la adornaba una linda pegatina de flores.

Abrió la puerta que conduce al feo callejón donde tiene que comer su almuerzo, cerca del basurero y probablemente de las ratas, pero está bien porque necesita el empleo.

La luz del callejón parpadea, Michael piensa que es espeluznante pero todo se esfuma cuando ve su silueta encorvada al final de este, apoyado contra la pared probablemente jugando con los hilos de su chaqueta.

"Oye, extraño" dice sonriendo cuando se acerca y él aun no se percata de su presencia.

Hasta que finalmente levanta su cabeza y lo ve. Sus ojos rojos e hinchados. Michael jamás vio a Luke llorar hasta esta noche.

El rubio apenas lo vio se lanzó a sus brazos, escondiendo su rostro en su cuello, buscando su protección porque así se siente cada vez que está con Michael. Él lo protege, lo quiere y lo cuida aunque no se lo diga seguido.

"¿Te ocurrió algo en la escuela?", pregunta estrechando el cuerpo del rubio más cerca del suyo.

Luke hizo un sonido de aprobación entre sollozos y negó. Entonces Michael no preguntó y solo afirmó, "Otra discusión con tu padre".

El rubio asintió y apretó sus brazos aun más alrededor de Michael. Aspiró su aroma, calmando su llanto y sonriendo al sentir las caricias suaves que Michael dejaba en su espalda. Olía a helado y dulces.

"¿Cómo estuvo el día de hoy?", pregunta Luke finalmente separándose y limpiando sus mejillas. Michael pasa sus dedos por la piel suave del rubio, retirando rastros de lágrimas.

"Aburrido", responde "Sin ti alrededor volviendo loco a Rob porque no te gusta la música es muy aburrido", sonrió al escuchar la risa suave de Luke.

El rubio se acerca más, pero mantiene sus manos en el bolsillo de su chaqueta y Michael mantiene las suyas en las correas de su mochila. Solo sus narices se rozan, ambos sonríen y finalmente unen sus labios en un beso.

Allí en la oscuridad de la noche, un lugar apestoso dónde no pueden ser vistos, un lugar dónde lo más romántico que hay es el foco que parpadea. En ese lugar pueden ser libres para expresar su amor. Y las manos de Luke buscan la piel del mayor, pone ambas manos en la parte posterior de su cuello mientras comparten aquel beso lento y Michael abraza su cintura.

Luke ha sido lo mejor que le ha pasado en toda su vida. Creía que en aquella ciudad sería igual que la anterior, llena de problemas. Pero llegó Luke y lo único que ha llegado a su vida es felicidad.

"Muero de hambre", susurró Michael luego de que se separaron, Luke rio contra sus labios y le tendió la mano.

"También yo", responde el rubio apretando la mano de Michael "Me quedé sin cenar por salir enojado ¿vamos por comida?".

Michael asintió. Se sentía el ruido de la gente y los niños gritar, así que soltaron sus manos y salieron de aquel callejón.

El mayor suspiró "Mamá dejó cena para mi, podemos ir a mi casa y comer allá".

"Vamos", responde el ojiazul.

El camino es lento pero ambos lo disfrutan, no pueden entrelazar sus manos, no pueden robarse besos y deben disimular así que Luke evita mirar a Michael porque si lo hace sus ojos brillarian más que las estrellas de esa noche.

De vez en cuando Michael roza su brazo con el de Luke, bajo una sonrisa de complicidad. Finalmente ambos llegan al vecindario donde vive el ojiverde.

Las casas pequeñas, coloridas y con jardines bien cuidados se abrieron paso, hasta que llegaron a la casa amarilla con lindos arbustos y una bicicleta en la entrada, Michael ya no la usa desde que camina con Luke.

"¿Te fue bien en la escuela hoy?", pregunta Michael rompiendo el silencio que envolvía a ambos.

Luke asintió, "Todo normal como siempre. Amelie preguntó por ti otra vez", dice con una sonrisa.

Michael gruñe abriendo el horno, Luke se apoya contra el mostrador y su sonrisa se amplía.

"Ella no me gusta", responde cuando se voltea. El ojiazul sigue mirándolo con una sonrisa.

"Ya lo sé", la superioridad característica se hace presente en los gestos del menor "Te gusto yo".

Michael se acercó, con una sonrisa que fue ampliándose mientras acortaba la distancia con el rubio, "Sí", responde "Y me gustas mucho" dice antes de acortar la distancia.

Luke se derrite cada vez que Michael lo abraza, lo besa, le sonríe y siente que podría morir cuando se queda viéndolo y sus ojos verdes perforan los suyos. Una mirada intensa, una mirada que lo dice todo y a la vez es peligrosa.

Pero a ambos les gusta el peligro.

"Ojalá pudiese ser todo menos complicado", susurra Luke solo para ellos, separándose apenas dos centímetros, "Desearía poder ser libre junto a ti", y un suspiro por parte de ambos.

✦hidden behind his eyes✦mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora