La piel se veía bien, un toque morado y rojo, pero iba a estar bien con un poco de hielo.
Lo que no se veía bien eran sus ojos, azules y apagados. No iban a estar bien en un largo tiempo.
"Solo quería correr a tu casa", susurró el menor.
"Pero estás aquí ahora", responde Michael raspando delicadamente con sus dedos la piel moreteada, "Y voy a cuidar de ti esta noche".
Luke se acurrucó en el pecho de Michael, quien estaba apoyado en la pared y Luke en su regazo, ambos cubiertos por una gruesa manta, rastros de lágrimas seguían secándose en las mejillas del rubio.
Michael estaba molesto. Porque un ángel como Luke no puede sufrir así.
Y necesita hacer algo pronto para recuperar la felicidad que lo caracteriza, aunque sabe que será temporal. Sabe que están condenados al sufrimiento, sabe y está seguro de hay algo ahí afuera que los va a lastimar cada día.
"Tengo una idea", dice de pronto, sus manos bajan a las caderas del rubio y se levantan con cuidado.
"¿Qué haces?", pregunta Luke mientras ve como Michael vacía su mochila.
"Mañana es mi día libre, ¿quieres ir a la escuela?", hace una pausa luego de la pregunta, sonríe cuando Luke niega, "Un muchacho me enseñó el camino corto a la playa".
Luke sonrió. Como olvidar aquella noche, no recuerda muy bien cómo llegaron a ese lugar, pero recuerda todo lo que hablaron esa noche sentados en la arena, sintiendo la brisa marina golpear su rostro, el agua salpicar levemente y el sonido de las olas.
"Mis padres quizás me castiguen por siempre, pero vale la pena el riesgo".
Michael se detuvo y Luke estaba diciendo algo que probablemente va a pasar, quizá puede que que lo golpeen nuevamente. Y no quería que por un arrebato su ángel vuelva a sufrir.
"Quizás no debamos ir, Luke. Tus padres pueden enojarse mucho".
"No creo que por un día de ausencia los llamen", responde el rubio tomando su mochila, "Es temprano aun, quizás podemos volver antes del amanecer".
"¿Seguro? Voy a llevar mi tienda y las frituras que amas", ambos sonríen, Luke asiente y continuan buscando sus cosas para su pequeño escape.
La noche cae sobre ellos de manera lenta mientras pedalean por la calle, Luke unos cuantos mentros adelante y Michael siguiéndolo.
Michael piensa que quiere seguir a Luke por siempre. Donde quiera que vaya, sabe que estará allí para seguirlo, siempre y cuando él quiera.
Se imagina como una pequeña abeja siguiendo el rastro de una hermosa flor, la más grande y radiante del lugar, llena de vida y su aroma único, y cuando la encuentra... cuando Michael encuentra a Luke se siente el hombre más afortunado del mundo.
Y desearía poder decírselo, pero es tan malo con las palabras.
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✦hidden behind his eyes✦muke
FanfictionNo había nada más suave que su piel. Su risa era su melodía favorita. (...) Y su amor... la historia más hermosa jamás revelada.