✦Thirty eight.

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Una de las cosas más difíciles aquella noche fue dejar a Michael después de terminar la llamada su voz somnolienta quedó grabada en su mente mientras caminaba por las oscuras calles que conocía de memoria. Tenía miedo, no sabía si lo que haría iba a funcionar, eran las 4 de la madrugada cuando salió rumbo a la iglesia, tenía asuntos pendientes en ese lugar.

Dejó la mochila entre los arbustos y rodeó la iglesia, llegó a la parte trasera y comenzó a tocar la puerta hasta que el hombre mayor salió algo confundido mirando su reloj. Luke le sonrió.

"Necesito hablar."

"¿Puede esperar hasta una hora decente?"

El rubio negó. Entonces el religioso, algo cansado, abrió más la puerta y el rubio entró a aquel lugar frío y algo escalofriante a esa hora de la madrugada. Caminó por el oscuro pasillo, directamente al confesionario, donde se arrodilló en el pequeño espacio y esperó hasta ver al hombre detrás de los pequeños agujeros de la madera que los separaba.

"Vine hace unos meses, no, años." Fue el primero en hablar saltándose el protocolo de confesión. "Me dijo que estaba enfermo, me envió a rezar mientras usted rogaba por mi alma para ir al cielo ¿no? Y así librarme de vivir en el pecado e ir directamente al infierno."

"Aún no da los resultados que espero, pero pronto tu alma va a sanar."

Luke rio, no pudo reír como quería porque los golpes hace unas horas dejaron su cuerpo débil, debía guardar energía.

"He vivido en el pecado por un año." Confesó, vio la expresión horrorizada del hombre a través de los espacios en la madera. "Me enamoré de un hombre, estoy enamorado de un hombre maravilloso que me ama de vuelta. Quien me ha enseñado a aceptarme, con quien he pasado momentos hermosos. Él me ayudó a sanar después de que todos me destruyeran."

"Eso no se puede llamar amor. No es normal-"

"¿Qué es ser normal?" Preguntó tranquilamente relajando su postura, viendo a aquel hombre nervioso mirando al suelo sin saber si correr lejos y lanzarle agua bendita. "Mis padres entran en su normalidad, no quiero ser como aquel hombre al que llamé mi padre durante todos estos años y solo me lastima, tampoco quiero ser como esa mujer a la que le doy asco. No quiero una familia destruida e insensible."

"Llamaré a tus padres, no puedes estar hablando así." Se puso de pie, pero Luke fue más rápido y se paró frente a él, sus manos apretaban el rosario con fuerza mientras miraba al rubio a centímetros.

"Ellos lo saben, no se preocupe." Sonrió. "Tampoco tienen que preocuparse más por mi. Juro no volver a aparecer por aquí, muchos quizás estarán arrepentidos por lo que hicieron, pero es lo que querían ¿no? Oh, no siga rezando por mi alma. Estaré bien si voy al infierno, al menos allá voy a ser aceptado y pasaré la eternidad con mi amado."

Lo último que hizo fue correr en la dirección opuesta y salir de ahí.

Mientras caminaba por la orilla del mar pensaba en Michael, en su sonrisa, en sus besos, sus caricias y en aquellos ojos soñadores que amaba, iba a extrañar ese brillo cada vez que una idea cruzaba su mente, sus carcajadas ruidosas cuando comenzaba a contar chistes malos, en como la punta de su lengua sobresale de sus labios cuando está demasiado concentrado. Pero sobre todas esas cosas iba a extrañar aquel sentimiento cálido que está en él cuando Michael está alrededor, el amor flotando entre ellos y como pueden perderse en la mirada del otro por largos minutos.

Michael es su hogar, no pertenece a ningún lugar físico, no tiene una casa y viaja a un lugar desconocido, así que dejarlo es doloroso, pero que lo alejen de él a la fuerza lo es mucho más. Pero no será para siempre, se volverán a encontrar y podrán ser felices juntos como siempre soñaron.

✦hidden behind his eyes✦mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora