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•Peor Pesadilla•

Gregory no se consideraba alguien que le tuviese temor a cualquier cosa, sin embargó. Siempre ahí algo que nos hace temblar, tener pesadillas, él pensamiento constante de no acabar como dictan nuestros sueños llamados pesadillas, Gregory tenia un miedo. Algo irracional considerando quien era su pareja; pero aquello que lo hacia temblar. Lo hacia llorar, y hacia temblar sus piernas cual gelatina eran los demonios. Damien claramente era mitad demonio, como tal no le dio ese temor irracional desde que se habían conocido.

Ser pareja del anticristo hacia que él rubio resaltase en él plano infernal, pues era él único mortal que pisaba aquellas tierras, claro que nunca iba solo. Siempre estaba acompañado del azabache y la mayoría de las veces; Damien debía de cargarlo en brazos, pues estar rodeado de demonios ocasionaba que su cuerpo se paralizara y para algunos demonios, era divertido. Otros, eran casos aparte, encontraban patético que él yerno de satán sufriese ese pánico, considerando que si su relación con él anticristo avanzaba. Seria coronado rey del inframundo junto a Damien.

Pero una noche...

Él rubio dormía tranquilamente en su cama. Su apartamento estaba en la completa oscuridad y silenció, un ambiente demasiado calmado considerando que habían tres perros allí, la noche estaba cálida, mas sin embargo. La habitación del rubio estaba helada; este temblaba de frío, y lentamente fue abriendo sus ojos azules para observar la luz de la luna que se filtraba por la pared de vidrio. Tallo sus ojos, y miro atentó dos puntos carmesíes que residían en la esquina. La única esquina en la cual la luz no llegaba. Gregory trago saliva, sabia que de ser Damien. Este ya se abría acostado a su lado; no se hubiera quedado parado en la oscuridad.

—¿Damien?. —Murmuro, mientras se reincorporaba poco a poco. —¿Eres tú?

Silenció.

Unas risas altas y gruesas resonaron en él cuarto. Él rubio palideció, y tragó saliva. Sus ojos se cristalizaron; y poco a poco fue retrocediendo hasta que su espalda choco con él espaldar de la cama. La figura negra apareció de la oscuridad; dejandose ver. Él rubio abrió los ojos y sus pupilas se dilataron al ver aquella figura demoniaca sonreír y mostrar sus grandes y filosos dientes.

—Asi que... Tu eres Gregory. —Murmuro. La voz tan gruesa y profunda ocasionó un escalofrío por toda su columna. —Patético. —Sus garras se clavaron en la cama.

Sus cuerdas vocales fallaron, su voz se fue y no tuvo la oportunidad de pedir auxilió, vio a aquella figura escalar en la cama hasta quedar a su altura, saco su lengua. Negra y larga y rozó la suave piel crema, él rubio no resistió mas, y acabó sollozando dejando que aquel demonio saboreara sus lágrimas de miedo, una de las garras de aquel ser se clavó en su brazo desgarrando la piel ocasionando un grito de dolor en él rubio, este se retorció bajó aquel cuerpo demoniaco y él demonio dejo de lamer sus mejillas, saco su garra del brazo del rubio observando fascinado la cantidad de sangre que abandonaba la anatomía del rubio, relamio sus labios; y poco después saco lo que parecían ser colmillos para morder al ingles, acción. Que ocasionó otro grito de dolor en el.

Ya fuera por él dolor, o sencillo miedo acabó perdiendo él conocimiento pasados algunos segundos donde lo único que vio antes de caer en la penumbra fue ver como aquel demonio poco a poco se volvió polvo y su cuerpo terminaba absorbiéndole. Horas después, despertó con dolor de cabeza, observo como él sol ya iluminaba su habitación y todo estaba en total orden. Como él lo había dejado. Parpadeó confundido y observo su brazo reteniendo un grito al ver la mayoría de su carne cortada, pero curándose poco a poco. Recordó cuando Damien se curaba sólo, era algo tan familiar a esa escena. Y rápidamente ató cabos, se levantó de un salto y corrió al baño que se encontraba al otro lado del apartamento.

Apenas vio su reflejo tuvo náuseas.

Sus ojos ya no eran azules. Eran una mezcla entre él rojo y él azul, su piel estaba mas pálida de lo que era naturalmente sus dientes, los colmillos más crecidos casi resaltando de sus labios. Su cabello. Amarillo pero con toques negros y sin quitar claro, aquellas garras que ahora estaban donde anteriormente debían ir sus uñas. Su ritmo cardiaco se aceleró, él se hiperventilo y antes de entrar en crisis sólo atino a gritar él nombre de su novio a todo pulmón para después dejarse caer al piso de rodillas.

Pequeñas “lagrimas” abandonaban sus ojos, pero se asusto al ver él liquido carmesí en él suelo paso sus dedos por sus mejillas notando de inmediato que aquel líquido venia de sus ojos.

Lloraba sangré.

Sollozo más sintiendo como dos brazos. Fuertes rodeaban su cintura, miro por sobre su hombro observando los lindos ojos rojos de Damien, y sintió como mas liquido carmesí inundaba sus cuencas y caían rápidamente.

—Soy un monstruo. —Sollozo abrazándose las piernas, sintió los labios de Damien sobre su cabeza.

—Nunca seras un monstruo amor mío. —Aseguró él anticristo cargando a su rubio en brazos mientras caminaba a la salida del baño. —¿Que sucedió?. —Pregunto bastante interesado.

—Uno de tus demonios me visitó anoche. —Murmuro limpiando la sangre de sus mejillas. —Me mordió y después, no recuerdo nada. —Suspiro pesado mientras observaba las garras de sus dedos, sintiendo asco de si mismo. —Soy horrible. —Mordio su labio desgarrando la piel y soltando un quejido de dolor.

—No lo eres. —Volvió a asegurar él azabache sentándose en él sofá con él inglés en sus piernas. —Aun como un demonio, eres demasiado adorable. —Apretó las mejillas de su novio con una sonrisa. —Cariño. —Llamo viendo como él ingles bajaba la mirada.

—¿Que?. —Pregunto con la voz quebrada, queriendo llorar con fuerza.

—No puedo garantizar tu humanidad de vuelta. Ya no puedo. —Desvio la mirada al ver la mirada de tristeza y desilusión de su rubio. —Pero, ¿que tal si te enseño a ocultar eso?. —Hablo refiriéndose a sus colmillos, cabello, uñas y ojos.

—Esta bien. —Suspiro derrotado.

De alguna manera, debía de superar su peor pesadilla. Pues ahora, formaba parte de ella también.

Tal como en sus pesadillas.

Shiposting "Damory"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora