Shiposting "Damory"

|17|

•Tormenta•

La lluvia caía con rapidez, los truenos hacían resonar cada esquina del apartamento y los rayos iluminaban hasta él último rincón sin un ápice de luz, era las once de la noche si ya no pasaba de esa hora claro esta; un rubio estaba en él sofa de su sala con sus tres perros alrededor de él, abrazaba sus piernas mientras sollozaba con rapidez, su pequeño cuerpo temblaba de miedo y tristeza, sus perros no se podían acercar, él rubio terminaba llorando con mas fuerza.

Sus ojos ya estaban cansados de tanto que lloro y seguía llorando, su pelo se escurría entre sus brazos chocando contra sus pálidas piernas, estaba temblando con mas violencia, pero no era por él frío, no era por miedo. Era por dolor, puro y claro dolor, sus brazos se aferraron mas a él en busca de un consuelo que no existía, ahora estaba sólo, completamente sólo.

¿Porque lloraba esa noche de tormenta?, sencillo. Recordar la muerte de dos personas amadas que se perdieron en una noche de tormenta era mas que razón suficiente para desmoronarse; primero su abuelo, y ahora Damien. Cada sollozó salia con mas fuerza de sus pálidos labios, no estaba de ánimos para hacerse él fuerte, él reloj de su sala sonó, dando la indicación de que era mas de media noche. Limpió sus lágrimas y camino hacia la pared de cristal que dejaba la vista completa del pueblo, se apoyó del cristal y dejó caer mas lágrimas al suelo.

-Damien... Vuelve por favor. -Acabó en el piso, observando las abandonadas calles del pueblo, sus piernas temblaban y su cara estaba roja por él llanto, sus labios no emitían sonido alguna, sencillamente se dedico a llorar siendo observado por los tres canes que veían con tristeza como su dueño se iba consumiendo en ese dolor autoimpuesto.

No entendían porque, pero desde él día en que ese hombre de extraño olor se fue de sus vidas su dueño no hacia mas que llorar todas las noches llamándolo como cuando vivían juntos, ¿porque se había ido? ¿Porque sencillamente desapareció? Gregory se hacia esas preguntas a diario, mas aun en las noches tormentosas como esa, cuando todos sus recuerdos por mas ocultos que estuviesen no hacían mas que lastimar su frágil estado mental.

Al fin y al cabo, llevó muchos años llorando en las noches de tormenta, primero por la muerte de su adorado abuelo, y ahora. La muerte del anticristo, que nadie a ciencia cierta le pudo explicar, perdió a dos personas importantes en su vida, aún así. Intentaría seguir adelante.

Aunque le doliera, sin saber que llevaba una pequeña vida ahora con él.