Cerré mis ojos mientras sentí el olor de ella mientras pasaba. Su delicioso aroma lo inhale como si fuese la última cosa en este mundo que haría. Si tan solo ella supiera las cosas que hago por ella... ¿se enamoraría? ¿Me odiaría?
Su nombre era Dolores. ¿Qué podría decir acerca de lo que me atrae de ella? ¿Sera su cabello lacio? ¿Sus labios rosáceos?
El verla pasar, sin percatarse de mí, me hace sentir lo inalcanzable que esta. No soy del tipo de persona con la que ella tendría contacto alguno. ¿Sera que no estoy a su nivel?
A pesar de todo esto, el destino decidió burlarse de mí, poniéndome una broma.
-Joven, ¿es quizás este libro suyo?
Mire en las manos de Dolores un libro pequeño cuya portada era de un hombre como si estuviese a un paso de la locura. Mis mejillas se sonrojaron, pues no me gusta que las personas conozcan de mis gustos inusuales, y más cuando la portada de dicho libro sea un tanto extraño.
-Oh si, discúlpeme la molestia.
Le agarre el libro y confirme que el libro tuviera mi nombre si en un caso fuese equivocado.
-Sabes, me dio alegría que una persona conozca el mismo tipo de novelas que leo. - dijo ella con una sonrisa satisfactoria.
Los pelos en mi cuello se engrifaron tan pronto como escuche esas palabras.
- No me digas que también te gusta esta novela, ¿eh? ¿Qué en si te gusta de la novela?
-Antes que nada, déjame decirte que no dejes más libros en la clase. Identifiqué tu libro porque escribí tu nombre en la contraportada. Y lo que me gusta de esta novela...se podría decir que la forma en como los personajes creen en una mentira. A veces, nos sucede que creemos en una mentira y actuamos mejor por esa mentira. Pero a otras personas, esa misma mentira puede causarle desastres. Y a veces las dos suceden.
-Hmmm...tienes razón.
Dolores echo una mirada hacia la ventana. No sé si fui yo, pero notar como un anhelo latente. Quizás sea mi imaginación. Volvió a tomar la conversación.
-Cuéntame, ¿has leído más novelas del mismo autor?
-Pues, a decir verdad, no, pero si he leído otras historias similares a estas. - mencione.
En ese momento, pasaron unas chicas que salieron del aula más cercana e iban hacia la salida. Dolores, que estaba parada frente mío, se sentó a mi lado izquierda mientras ella miraba el grupo de las muchachas que se iban. Una de las jóvenes dio una mirada, con el ceño fruncido y siguió caminando, fingiendo hablar de otra cosa, cuando mi instinto me decía que hablaban de nosotros.
¿O será Dolores específicamente?
-Comprendo, - dijo ella, entonando un poco de curiosidad en lo que decía -no espere que fueses del tipo de persona que leyera tales cosas. A decir verdad, te miraba más como el tipo de persona retraída y que le gusta los videojuegos, en lugar de la literatura.
-No lo puedo negar, me gustan los videojuegos. Pero prefiero las novelas por el hecho que puedes adoptar doctrinas o creencias totalmente nuevas que puede cambiar tu percepción.
Abrió los ojos en señal de sorpresa y luego los achicó, formando una sonrisa en ellos.
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Fue inevitable. Para alguien como yo lo era al menos. Agarre aquellas manos y las traje a mis labios.
Jamás llegue a creer que tendría a alguien como ella a mi lado.
Pase mi mano sobre su cuerpo desnudo. Su silueta era lo que más me encantaba. La acosté mientras yo estaba encima de ella. Besé sus labios y para hacer la situación un poco más fogosa, mordí su labio. Ella me respondió de la misma manera: mordió mi labio inferior.
Con cada empujón que daba hacia ella, sentía como si dejara de necesitarla, sin embargo, la distancia emocional era lo que más me motivaba a seguir adentro de ella. Hacerle sentir la necesidad de cuanto le quiero, y cuanto le necesito.
Entre intercambio de besos y éxtasis pronuncie dichas palabras:
-Dolores. Nunca me dejes.
Ella abrió los ojos sus ojos verdosos, pero luego los cerros en señal de aceptación y siguió ahogándose en mis besos. Se me pareció ver como una lagrima salía de su ojo y sentí cierta sonrisa amarga en su boca en medio de todo.
La joven con la que me estaba acostando no era Dolores. Era una sustituta de Dolores
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Las Penas de Un Mentiroso
RomanceEl día que el destino jugó conmigo, solo estas preguntas se me vino a la mente: ¿Puedo fingir mi amor ante una amistad? ¿Se me es permitido enamorarme de alguien que no puedo? Si me enamoro, ¿estare dañando a aquellos a mi alrededor? El dia que esas...