Capítulo 10

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Gabriela se quedó callada ante tal declaración. Es más, Gabriela ni siquiera hablo en lo que seguía. Usualmente, después de tener relaciones, nos bañábamos juntos, nos vestíamos, salíamos del motel e íbamos a comer algo. Pero lo que pasó esta vez fue que ella simplemente se bañó, se cambió de ropa y se fue, sin decir nada. Me pareció demasiado extraño, pues este no era el comportamiento habitual de ella.

La verdad, si acepto mi culpa. Lo que le dije fue exageradamente estúpido. Nadie en su sana mente lo haría. Sin embargo, me deje llevar por el momento. Es raro que me sienta así, pero Gabriela definitivamente me alegro muchísimo. Ese era el tipo de cambio que esperaba en ella. Después de todo, yo impulsé ese cambio, ¿no?

Llame a Lucas para que saliéramos a comer, pero me dijo que llegase a su casa. Me pareció extraño que Lucas me diese la entrada a su casa, pues él rara vez me invita. Salude a sus padres y pase a su cuarto. Me di cuenta que él había comprado cerveza y me dio una para que bebiera mientras platicabamos. Entre charla barata, note que utilizaba mucho su celular. Era un hecho raro, pues él lo consideraba como ofensa en medio de una conversación. Me llegué a intrigar tanto por aquel hecho que observé su celular fijamente, leyendo lo que decía. Alcance a leer un mensaje que decía "¿Cuándo nos vamos a ver?" ¿Será que Lucas ha encontrado alguna pareja y no me ha dicho?

Me lanzo una mirada y pronunció mi nombre, a lo que me sorprendí porque nunca me lo dice.

- ¿Tienes tú algún remordimiento de lo que haces con Gabriela?

-Pues la verdad, no. No encuentro lo malo en lo que estoy haciendo.

- ¿Aun estando consciente de ella tiene su novio?

-No te lo niego, estoy asustado del día en que él se dé cuenta de que utilicé a Gabriela. Pero en lo demás... no creo. No encuentro motivo por el cual debería sentir culpa.

Lucas se levantó, y ordenó un cuadro que estaba desalineado. He notado que Lucas tiene cierto nivel de intolerancia con las cosas que están incorrectas. ¿Será que su interrogatorio es algún tipo de apelación para que yo sienta culpa?

- ¿Por qué preguntas Lucas?

No me contestó. Camino hasta que se sentó atrás mío y vertió su espalda sobre la mía, chocando nuestras cabezas.

-Quisiera aprender a ser como tú. Tu que no tienes algo que te dañe. Quisiera ser fuerte, pero no, no puedo.

- No digas eso Lucas. Tus vales mucho. Y para mí, vales mil. Yo sinceramente aprecio como eres. Tu modo inocente e infantil. Es algo que me alegra el día grandemente. Yo sé que eres esquivo: Que eres de las personas que raramente expresan su amor, pero muy en el fondo, yo sé que si lo sientes.

-Yo sé que lo siento, aunque no lo demuestro. Sin embargo, el estar a tu lado me ha hecho cuestionarme. ¿Será que debo sentir amor? ¿Será que la primera persona que sienta amor es la que pierde todo?

Me quedé callado por un momento. En realidad, ¿doy a conocer todo eso?

-No sé si en realidad es algo bueno o malo lo que me estás diciendo...- Lucas me cortó abruptamente

-Piensa un poco. ¿Crees que te diría algo así simplemente porque quiero? Soy de las personas que, a pesar de la situación, siempre resulta dañado.

- ¿A qué te refieres?

- ¿No te has dado del rol que tengo en esta historia? Tu eres mi amigo y todo, pero solo por eso no significa que estoy de acuerdo con lo que haces con Gabriela y con Dolores.

- Ósea, ¿estás enojado porque estoy con una persona aun cuando estoy enamorado de alguien más?

La mirada de Lucas penetró mis ojos en ese instante, tratando de ver lo más profundo de mi alma.

- La verdad, sí. Tu sabes, como es mi modo de ser, y mi ideología acerca de lo que es moralmente correcto.

- ¿Y qué propones que haga?

-O eres blanco, o eres negro. Pero no los dos.

Observe los ojos inquietos de Lucas. Me ha sorprendido que el deje salir lo que tanto ha guardado. Siempre espere que algún día él me dijese eso. Pero no me lo esperé que fuese hoy.

A decir verdad, no creí que agarrase las agallas suficientes como para decirme esto.

Cierta emoción entró en mí. No, este sentimiento no va a dirigido hacia Lucas. Era para mí mismo.

-Pues Lucas, debes aprender, el mundo no solo está compuesto de negro o de blanco. Siempre hay un área gris. Nunca encontrarás salvación en uno de los dos bandos.

Me levanté de donde estaba sentado y me puse cara a cara con Lucas. No quiero perder a Lucas mientras estoy en un limbo. Sin él, la poca inocencia que tengo, se me será arrebatada. Me acerqué y le di un abrazo, lo más fuerte que pude. Murmure un "Lo siento" y salí de su cuarto. Me despedí de los padres rápidamente, evitando cualquier conversación y miradas extrañas. No estaba de ánimos como para justificar lo que sentía en ese momento.

Cuando me encontré en la calle, el aire frio me pego de frente, haciendo crecer el sentimiento que nació en mí. Y su nombre era Decepción.

Las Penas de Un MentirosoWhere stories live. Discover now