Las Penas de Un Mentiroso

Capítulo 14

Me tragué aquella información. Así que por eso sus amigas le echaron una mirada de desprecio.

¿De verdad eres así, Dolores?

Todo este tiempo pensé que eras pura. No, yo sabía que no lo eras. Pero actuabas con cierto nivel de inocencia que lo hacías pensar que sí.

Después de todo nunca terminas de conocer a las personas.

-A ver, ¿el novio de tu amiga es aquel que nos encontramos en el restaurante aquel día?

Dolores asentó con la cabeza.

Un rayo de dolor se esparció por su cara. Sentí en mi garganta la culpa que todos sentimos cuando confesamos algo que no debimos haber confesado.

La mire fijamente a los ojos y le bese.

-Todos cometemos errores, querida. La cuestión aquí es, cómo cargamos con ellos.

Por un momento, creí que ella se quedaría callada y concordaríamos.

-Pues la verdad, a este punto ya no me importa lo que suceda. Una vez llenas tus manos, ¿no crees que hay que deshacerte de todo?

Se levantó para vestirse, mientras el silencio me incomodaba. A ella le daba igual lo que haya sucedido entre nosotros. Agarro un monedero blanco con detalles de oro en el cual mantiene sus cosas. Me había fijado que cuando comenzamos a tener sexo, ella tiró el monedero por un lado de un modo salvaje, que me excito tanto.

Abrió la puerta y me echo una última mirada. Cierta soledad y frialdad acompañaban su semblante. Note como la inocencia blanca que estaba alrededor de ella, era en realidad un color violeta teñido de rojo.

Pero en medio de tantos colores, estaba la flor negra. Oscuro y preciosa. Como la que tengo.

Dolores se fue y el único pensamiento que se me vino a la mente es el siguiente:

¿Acaso me he encontrado con un vórtice de oscuridad mayor que el mío?

Dolores era de los míos. De aquellos que sufren. De aquellos que estaban destinados a la soledad.

¿Es este el camino que quiero para Gabriela? Digo, es algo bueno para ella. Abrirle los ojos a alguien a un mundo peligroso...es un favor. Antes que alguien te haga daño, debes aprender lo que es el daño

Gabriela y Dolores se podría decir que son un proceso. Un antes y un después. Dolores, a lo mejor fue como Gabriela lo fue. Pero por motivos del destino, Dolores tuvo que cambiar. O algo le motivo a cambiar. Sin embargo, Dolores sabe lo que hace. Si no supiera que lo hace, no lo haría.

Estas incorrecto.

El ente parasito color del mal dentro de mi hizo dicha observación.

Deje que el pensamiento rumiara en mí. Y el estímulo causó reacción en mi: La motivación de Dolores fue la soledad y el deseo. Ella lo quiso a él y lo consiguió. Pero una vez que el amor fugaz que hubo al principio se extinguió, esto hizo que él se aburriera de ella. Ahora que ella fue rechazada por él, esto llego a oídos de su amiga. Quizás él puso una excusa como "ella se me insinuó, pero no quería nada con ella, sin embargo, ella me dijo que, si no le satisfacía, haría lo posible para meterse en la relación". Nunca sabré la realidad ni los hechos. Pero no se puede negar algo que ella negó.

Todo esto me lleva a pensar, ¿Dónde quedo yo? Ya llegué a mi objetivo, ya no tengo propósito. Ya teñí de violeta la inocencia de Dolores. El sexo es una forma de imprimir color en una hoja en blanco. No todo volvería a ser lo mismo. Acaso, lo que me espera, ¿es un destino igual a ella?

Unas personas tenemos un vacío más grande que otras. Lo única diferencia es saber que tanto dejaremos que sean cavadas. Dolores es la persona que tiene una profundidad mayor que de todos nosotros. Yo creí haber tenido ese lugar, pero ya no más.

Quisiera tener a alguien que me llenara. Alguien cuya ternura haga mi corazón cálido como debería de ser.

Quisiera enamorarme.

Pero ni Dios ni el destino me lo permitiría.

Si no puedo obtener lo que quiero, entonces no quiero nada.

Mientras tanto causaré tanto estrago que el ente dentro de mi deseé y quedé satisfecha.

Me levanté de la cama y me dirigí hacia el armario. Dentro de ello está el objeto que me causará la libertad de todas mis penas.

Saqué la cámara y reproduje el video de todo el acto sexual sucedido anteriormente.