Capítulo 23

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La joven enfrente de mi pronunció mi nombre y me agarró de la mano. Se acercó a mi cara. Noté el desprecio, el odio, y la falta de amor en sus ojos tristes. Me sentí nostálgico por un momento al recordar todos los momentos que hemos tenido.

Fue un amor silencioso, lleno de ilusiones. Yo siendo débil, y tu íntegra. Creía todo el tiempo que tu flor resonaba tristemente cuando en realidad eras más brillante de lo que yo quería reconocer. Quisiera en este momento que te quedaras conmigo. No entiendo como podías sonreír para mí, sin importar quien yo era. La flor que resonaba tristemente era la mía, solo que no quería darlo a conocer. Sin embargo, este sentimiento no es romance. Creo que lo que este sentimiento seria es una forma pura de agradecimiento.

Toqué la cara de ella, acariciándola y ella entendió mis emociones. Pero al parecer no hizo nada al respecto.

No sé porque tengo la sensación que cuando esta noche acabe, nada volverá a ser la mismo.

No poder ver más a Gabriela. Dolores me dejará de interesar y la odiare. Y perdí a mi querido Lucas. Todo porque no me pude contener.

Poco a poco los pétalos de mi flor se fueron con el viento. Mi razón de ser se me fueron arrancadas. He perdido todos mis sueños y mi amor bajo el reseco viento.

¿Qué es lo que debo hacer para vivir tal y como soy?

Sin poder creer en mí mismo, ¿en que debería creer? La respuesta esta tan cerca que no la puedo ver.

Si estos días van a continuar, entonces quiero irme lejos. Aun sabiendo que es egoísta de mi parte.

Gabriela se alejó de mi cara y leí las palabras en su boca.

Gracias.

Me dejo atónito. Y siguió caminando. Me dejó parado en medio de la nada.

Y miré que se acercó a donde Dolores y Lucas.

Me quiso a dar a entender que no fui yo él que va a ser castigado. Sino que alguien más.

Tomó la cara de Dolores en sus manos y la besó.

Fue allí cuando comprendí que yo fui el que impulso su cambio.

Pero la mayoría de ese cambio fue arrastrado en la espalda de alguien más.

Pero la situación cambió drásticamente, no de la manera que me lo esperaba.

Dolores rápidamente quito su cara y vio con apatía a Gabriela.

- ¿Cómo se te ocurre hacer algo así en público?

Fue con esa frase que comprendí que Dolores ha tenido una relación a escondidas con Gabriela. Y que Dolores fue la persona con la cual Gabriela se ha estado acostando.

Dolores intentó bofetearle la cara, pero Gabriela fue más tenaz y le agarró la mano en el aire. Sin embargo, con la parte de atrás de la mano, Gabriela le pego a Dolores y mencionó lo siguiente:

-Sabes, después de todo, aprendí que todo lo que me dijiste en esa noche fue falso. Como tu vida entera.

Fue allí cuando el cambio de Gabriela estuvo en su cúspide. Embriagada de poder, ella se dirigió hacia el público, especialmente hacia su novio y mencionó las siguientes palabras.

-Tanto tiempo he sido degradado por la sociedad por hombres y mujeres que piensan igual. Pero es aquí donde nos nivelamos. Si ustedes piensan que nosotros los débiles no podemos pelear, mírennos. Somos mejores que ustedes. Quizás puedan decir palabras bonitas al oído, o aprenderse un truco o dos. Pero un día, la suerte de ustedes llegará a su fin, y quedarán peor que de donde iniciaron. Todo por llenar el maldito vacío que tienen adentro de ustedes.

Luego Gabriela tornó su conversación hacia su novio:

-Y tú, canalla, que creíste que me ibas a tener toda tu vida, hahaha. Sin embargo, es aquí donde rompemos camino. Yo simplemente fui nadie para ti, pero ahora verás que fui todo lo que nunca pudiste ver.

La flor negra...no, ella se había tornado en una dalia de un estupendo color que el cual soy incapaz de articular, pareció aumentar en belleza y en orgullo en ese instante. Se convirtió en todo lo que una mujer debería ser, indomable e insurrecta, sin seguir el camino de los demás. Con su maquillaje corrido por las lágrimas desperdiciadas le añadía cierto toque gótico y a la vez lleno de perdón y calidez, como si ella fuese alguien a quien tu pudieses acudir en medio de tus penas y te pudiera curar.

Y fue en ese instante cuando la dalia hermosa salió de mi vida. Gabriela miró con desprecio una última a vez a Dolores y luego me dirigió la mirada.

Dejo todo en tus manos.

La amé en ese instante. Fue del tipo de amor que surge por conocer hasta lo más profundo de la persona.

Fue allí cuando supe apreciar lo que nunca tuve.

Su último acto fue agarrar un pañuelo y limpiar su cara, a modo que su belleza natural saliera a flote. El pañuelo lo tiro al suelo y salió de la habitación. Los estudiantes que habían cerrado la habitación, le permitieron alejarse.

Y fue allí cuando la dalia partió de la vida de todos.

Ahora me corresponde ver cómo terminará todo entre Lucas y Dolores.

Las Penas de Un MentirosoWhere stories live. Discover now