Pasaron las clases, me despedí de Lucas y me dirigí a mi casa. O al menos pensé que eso iba a pasar.
Me encontré a Dolores en la entrada viendo al suelo con una mirada algo enojada. Me he acostumbrado a su forma de ver, pues así era ella.
Cualquiera que la mirara diría que tiene una cara de maldita y engreída. Sin embargo, las cosas cambian una vez que la conoces.
Cuando me vio, una sonrisa malévola se formó en su cara.
Algo me indicaba que iríamos a tomar un café.
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Siempre nuestras conversaciones empezaban algo relacionado con las novelas del género psicológico que leíamos. No obstante, en esta ocasión se convirtió en algo más.
Noté como un joven alto y con cierto porte de elegancia entró al café y Dolores dirigió su vista hacia donde él. Sus ojos brillaban con cierto destello de dolor.
Puede que sea un deseo estúpido e infantil, pero quiero quitarle de su dolor.
El joven entró de una manera casual pero tan pronto nos vio, su boca se quebró y se miró algo apenado.
¿Será que Dolores y él tuvieron algo?
No me sorprendería si fuese así.
Me quite el anillo de la mano y lo deje caer para así atraer la atención de ella. Lo recogí mientras dejaba que ella recolecta su pensamiento. A veces se requiere de algo mínimo para romper hasta la más dura concentración.
Sin embargo, si deseo conseguir algo con ella, este es el momento en que debo acceder.
- ¿Has tenido algo con él?
Ella me vio de una manera que demostraba que la había atrapado en un momento incómodo.
Sin nada que otra opción más que responder, ella asentó la cabeza, negándome la vista.
-Bueno...en realidad no tuve algo concreto con él. Pero me gustó. Y pues recientemente trate de que me notase, que supiera quien era...pero todo fue en vano.
De vez en cuando sale es mejor hacerse el ignorante y preguntar lo que no se sabe.
- ¿A qué te refieres?
-A lo que me refiero es que me le insinué. Flirteé con él. Y sí sé que el hecho de ver. Solo que no quiso.
-Mm, que raro. Cualquier chico hubiese querido tener algo con una chica. No es que suene como si fuese aprovechado o algo por el estilo...pero eso suele ser la norma.
Dolores sacudió sus hombros en señal de "No puedo hacer nada más que aceptar el hecho."
Era en estos momentos que quisiera tocar su mano y besarla, para así distraerla de lo que le molestaba.
Pero algo me decía que no lo tenía que hacer, que tenía que mantener su inocencia. No puedo andar jugando con este lado sagrado de todo el mundo. Y mucho menos con Dolores, alguien que miro como si fuese pura.
Envuelto en mi pensamiento, he llegado a pensar... ¿podrá Dolores devolverme la inocencia que tanto añoro?
Con la esperanza de que así fuera, hice algo en el calor del momento.
Estreche mi brazo y toqué su mano y la mire fijamente a los ojos.
-Si tienes ganas de irte, si te sientes incómoda, nos podemos ir. De lo contrario nos podemos quedar aquí.
Echo un vistazo al joven y me volteo a ver.
-Vámonos.
Saque cierto dinero de mi bolso y lo deje debajo del pocillo de café. Agarre la mano de ella y salimos del lugar.
Y fue allí cuando simplemente nos dio por caminar. Por vagar por dichas calles sin decir ninguna palabra. Simplemente agarrados de la mano.
Aquel hecho a pesar de ser sencillo, me pareció tan hermoso...tan efímero, pero tan precioso.
En cierto modo ella comenzó a caminar algo apenada, luego levanto su mirada y camino mirando al frente. Acercó su cuerpo al mío como si fuésemos pareja alguna. Fueron esos momentos que valoré. Aquella caminata inicial.
No me debo confiar. Yo sé que esto es demasiado bueno como para que sea verdad.
¿Será que todo esto es un juego de parte de ella? ¿Querrá ella utilizarme, así como yo utilizo a Gabriela?
Ahora bien, si quiere utilizarme... ¿sería correcto de mi parte el dejar que ella lo haga?
Ella siempre me ha gustado. Pero a ella le gusta alguien más. Sin embargo, ella quiere satisfacer sus necesidades conmigo, ya que con esa otra persona no podrá...
Aceptando mi destino con una sonrisa, me dirigí hacia adelante; hacia la dulce broma que el destino se tiene preparado para mí.
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Las Penas de Un Mentiroso
RomanceEl día que el destino jugó conmigo, solo estas preguntas se me vino a la mente: ¿Puedo fingir mi amor ante una amistad? ¿Se me es permitido enamorarme de alguien que no puedo? Si me enamoro, ¿estare dañando a aquellos a mi alrededor? El dia que esas...