Capítulo 08

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  Cinco días ya se cumplían desde que fui extrañamente secuestrada bajo la confusión de Tiziano, ahora pasa muy sola, excepto a los ratos que Nala la empleada se pasa por aquí, el menor de los Graham se ha encargado de evitarme cualquier contacto con alguno de los demás, ya terminé todos mi libros y él se niega a conseguirme más, me da pena molestar a Nala, la última ves no le fue muy bien.

-¿Sigues viva mi niña? -Bromeó ella entrando a la habitación, llevaba un vestido crema y un delantal amarillo con dibujos.

-Sí, aquí sigo.

-Lamento haberme retrasado con el almuerzo es que el Señor Graham tiene su habitación hecho un establo -Se disculpó colocando la comida frente a mí.

- No me hagas quedar mal Nala querida-La voz de Mucio me hizo voltear, sé encontraba en la puerta que ella había olvidado cerrar.

-¡Señor Graham no quise ofenderlo!-Manifestó con gran verguenza, él negó con una sonrisa divertida.

-No hay problema -Luego se adentró al lugar -¿Podrías dejarnos solos?

-Por supuesto Señor -Dijo nerviosa y se fue.

-¿Sopa? Valla que te quiere Nala -Se burló Mucio con tono alegre -A mí me ve todos los días y me da fideos, tu te ausentas del comedor y mira, sopa... Tendré que comer más a menudo en mi cuarto.

-Supongo que pensó que me gustaría.

-¿Por qué comes aquí?

-Bueno no me sentía con ganas de bajar -Justifiqué, era obvio que admitir que Tizio me lo prohibió solo causaría grandes problemas.

-¿Es... por lo del... beso de aquel día? -preguntó inseguro, yo negué rápidamente -¿Entonces?

-Yo...

-¿Pa? -El llamado de su hijo llegó para evitar mi fallida respuesta, Tiziano nos miraba con muy mala vibra.

-Tizio -Saludó su padre, yo preferí omitir palabra.

-¿Por qué estás aquí... con ella? -Interrogó con poca seguridad pero con notorio disgusto.

-Ella no sale, donde más estaríamos.

-Me refiero que... ella es una secuestrada papá.

-¿Y? ¿Acaso debe amargar su vida por eso? -Puntualizó con voz tajante el Señor Graham -Ella no tiene la culpa de estar aquí, es cosa de su padre ¿Acaso merece estar infelíz?

-No -La respuesta del menor fue casi un susurro.

-Siendo esto un tema comprendido, hoy cenará con nosotros  -Indicó él orgulloso de haber ganado su leve discusión.

-Bien.

-¿Que hacen los tres aquí? - Preguntó el hijo mayor con incertidumbre  desde la puerta.

-¿Qué haces tú sin camisa por la casa? -Regresó interrogante Mucio -Ya no hay solo hombres habitamos aquí.

-¡Ay papá! -Se quejó el mayor con tono cansado mientras se cruzaba de brazos.

-Ve ya a mudarte que nadie quiere ver tu gordito -Le indicó con tono insípido Tiziano, él se tocó su abdomen sin cuadritos con tristeza para luego abandonar el lugar.

-Ya Tizio no le hagas esos comentarios a tu hermano, solo porque tú eres una tabla flacucha - Regañó su padre con todo entre gracioso y severo.

-¡Ey! -Mucitó en queja su hijo, yo me sentí un poco extrañada, así debían ser desde un punto de vista común, no como secuestradores sinó como familia -Que hay de mi autoestima, mira lo que me has dicho.

-Está bien, pero has caso -pidió el hombre junto a mí, yo aproveché mi estado invisible para comer mi sopa.

-No sé porqué se pone así, ni gordo está -Defendió mientras movía su manos en gestos exagerados.

-Pero lo fue, lo sabes bien.

-Ay papá, ya me hartó este tema, estaré abajo -Luego de manifestarse Tiziano decidió retirarse.

-¿Está buena la sopa?

-Exelente -Dije incómoda de su presencia y me faltana medio almuerzo.

-Me alegra -Hubo unos segundos de silencio en los que solo me oía comer, que verguenza, siento como si cada ves que trago hago un ruido horrendo -Mi cuarto no es establo, solo que Nala exagera y le gusta todo muy ordenado... el piso estaba limpio, solo dejé una que otra ropa en el suelo, además lo iba a recoger luego.

-Entiendo -Dije con ganas de reír, ¿Señor Graham está usted apenado por su desorden?

-¿Por qué sonríe?

-Nada, solo que creo estar llena ya -Manifesté dejando el recipiente sobre la silla, lo miré donde permanecía sentado en la cama hurgando algo en su suela, no lo había  notado pero llevaba botas de hule negras, debió andar en el jardín porque seguían manchadas de lodo, seguramente ese desorden criticó Nala.

-Me miras mucho -Manifestó Mucio con una sonrisa traviesa dejando de mirar sus botas para prestarme atención, yo me sentí avergosada ¿Cuanto llevaba aquí de pie mirándolo?

-Yo...

-¿Te parezco guapo? -Indagó con una sonrisa amplia, yo quise desaparecer, cuanta vergüenza en mi ser.

-Estaba solo... admirando sus botas -Comenté con total torpeza, Mucio mantuvo su sonrisa.

-¿Te gustan mis botas de hule para trabajar el jardín? -Su chiste logró sacarme una sonrisa de labios cerrados, bien si había resultado humorístico -Que honor, ahora podré salir a engalanar las calles con ellas, se sacudirán de envidia.

-No lo dudo.

-Soy piadoso, podría prestartelas algún día -Indicó fingiendo soberbia y egocentrismo, yo reí.

""""""" Aleluya """""" Aleluya """"""

Lamento tardar tanto estuve asfixiada por la U, no me odien.

¿Que tal unas botas de hule? Que hombre más atractivo, jeje... Se les quiere.

El dilema de los Graham. (Está en corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora