Capítulo 08 <02>

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-Iremos por ella, si no la deja libre entonces nosotros la iremos a traer -Le informé serio a mis dos hijos quienes me miraban como a un demente -Vallan a buscar sus cosas, iremos en la noche.

-No hace falta, hay... hay... una fiesta a las seis en su casa, podríamos ir a esa hora, mientras estén entre tantas personas no notarán nuestra intromisión secreta.

-¿Cómo supones que entremos Tiziano? Que actuemos como ninjas, madura -Le indicó su hermano, este suspiro.

-No tan así, pero si ingresamos por el área de servicio y subimos por una de las escaleras...

-Nos verían -Opiné yo -El área de recepción está junto a la escalera, allí hacen la fiesta y todos estarán justo en ese sitio.

-¿Sugerencias? -Quizo saber Tiziano frustrado.

-¿Otro acceso a arriba?

-Hay una escalera desde el garage directo al segundo piso... pero deberíamos lograr entrar allí y tienen docenas de cámaras.

-¿Es posible desactivarlas? -Interrogo ansioso.

- Con la persona adecuada -Insinuó Sergio.

-Wackner -Dije al mismo tiempo que mi hijo menor.

-Alguien debería ingresar de igual al segundo piso para darle el acceso a la red a Wack -Indicó el mayor.

-Hum... Hay un árbol junto a la habitación de Ivory, si alguien trepa podría...

-Tu lo harás -Aclaró su hermano sin dejarlo terminar -Bien a trabajar, esa enana ya me tiene cansado.

- A mí también -Concordó el menor.

A mí no, pensé en silencio mientras los veía partir hacia sus habitaciones.


-Ay Camelia, ¿Por qué tienes esta suerte tan mala? -Me pregunté dejándome caer en el sofá cansado.

  Camelia.

  Bueno, otra ves estaba atada en una a habitación de alguien más.

  Yo estaba tranquila haciendo el aseo del baño, más explícitamente el sanitario, cuando entraron Tiziano y Sergio, tiraron una bolsa de tela en mi cabeza, luego me arrastraron afuera, diría que luché, lo hice, pero con mis gestos hábiles no parecía más que un pez fuera del agua, i-nu-til

  Me bajaron del auto y me llevaron dentro, creí que estaba medio a salvo, luego al quitarme la bolsa ya no eran ellos, sinó el padre de Lesly, en mismísimo Vladimir Roshawna, me sentí ya muerta, ese viejo pansón de unos cuarenta me miraba con rencor, tenía apariencia de diputado americano o de un alcalde estadounidense de esos que salen en las películas.

Dijo algo tipo;

-Camelia Lawrence, eres bastante inteligente y torpe a la ves - Luego se fue, me dejó sola y atada con cuerdas desde los tobillos hasta los hombros, su hija que poco conocía pero la reconocía como la verdadera Ivory colocó cinta adhesiva sobre mi boca.

-Lo lamento -Dicho esto se fue cerrando la puerta.

¡Carajo! ¡Ahora sí me fui a la... !

Las horas pasaron, por la ventana que ya no dejaba pasar luz, deduje que la noche se avecinaba.

Seguramente planean aniquilarme en la mañana.

Si tan solo Lesly me viera, sé que me ayudaría, seguramente no sabe lo que su padre planea.

Tras unos minutos la puerta se abrió, dos figuras bastantes altas se aparecieron en el umbral entre sombras.

-¿Seguro que es aquí? -Identifiqué la voz de Sergio y sentí miedo.

El dilema de los Graham. (Está en corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora