Ya habían pasado cinco días y Lesly empezaba a bajar su paranoia cada ves más, por suerte, cuando llegamos a Brasíl creí que todo el mundo era enviado de su padre.
Ella sale más, yo no hablo casi nada de este idioma por lo que me reservo a salir cuando ella está, tomé el teléfono del hotel y marqué el número de mi madre.
-¿Hola?
-¿Mamá? Soy Cam.
-¡O mi Dios! Camelia donde estás, recibí la carta donde decías que te ibas a ir junto a tu amiga Les porque ella tenía problemas familiares, pero no diste más razón ni dijiste donde ibas.
-Es complicado mamá, no puedo decirte, no por ahora... ¿Como están todos allí?
-Bien mi hija, bien, debiste avisar antes que era eso, hasta le habíamos dicho a la policía que era un secuestro.
-Lo siento por hacerte pasar esa pena.
-No te preocupes, solo cuidate y apenas puedas decirme que te pasa hablame ¿Sí?, nosotros siempre te apoyaremos.
-Lo sé, gracias mamá.
-Te amo.
-Yo a ti -Dicho esto colgué, al menos estarían más tranquilos sabiendo que no me pasaba nada grave.
En la noche Lesly había llegado, consiguió un trabajo temporal en una procesadora de pescado, destripándolos, yo seguramente debería hacer lo mismo pero con mi poco idioma sería difícil.
-¡Oh Dios! -Manifestó Lesly quien miraba por el visor de la puerta -¡Vienen por nosotras, están fuera! -Me alertó en un susurro, inmediatamente dieron dos golpes en la puerta -¡No voy a volver a esa vida de locos!
-¿Qué haremos?
-Por la ventana.
-Es un segundo piso -Le recordé, ella negó nerviosa.
-Pero debe haber algo cerca, un árbol, tal ves el borde nos permita cambiar hacia otra ventana -Dijo asomándose, pero nada de esto sucedía, la puerta rebotó en la pared, la habían abierto de una patada, Sergio entró orgulloso, luego Mucio que cuando me vio sonrió, sentí un vacío bastante cálido en el estómago,Tiziano y Ivory entraron rápido tras los primeros.
-Hermana -Dijo emocionada yendo hacia Lesly quien la rechazó esquivándola.
-No voy a volver.
-No puedes obligar a Camelia a quedarse también -Le mencionó el menor de los Graham.
-No lo haré -Dicho esto se fue corriendo de la habitación.
-¿Y si comete una locura? -Preguntó Ivory alterada en nervios, yo me sentía igual.
-Sergio siguela, a ver que hace -Ordenó su padre y este asintiendo tomó rumbo, Mucio se acercó hasta mí dejando a los dos presentes hablar sobre la actitud de Lesly -¿Tú quieres quedarte? -Su pregunta se impregnó de duda.
-No, solo es hasta que ella se decida y esté más calmada, luego volveré con mi familia.
-Me preguntaba si no te gustaría... volver con mi familia, también, es decir, conmigo y los chicos, no siempre, solo aveces, cenas o fiestas, algo así, como amiga nuestra -Explicó nervioso mientras se rascaba el cuello.
-Sí, cuando no involucre matarme -Bromé con una risa torpe, él asintió complacido.
-Podríamos cenar juntos hoy, es decir todos, conocer el lugar, cultura del país y esas cosas.
-Claro -Parezco tonta, di algo conciso Camelia.
-¿Que opinas Tizio de cenar todos hoy? -Preguntó a este para bajar la incomoda tensión.
-Ivo y yo tenemos planes hoy -Aclaró incómodo, la chica sonrió apenada.
Sergio tampoco apareció, rezaba por que Lesly no hubiera cometido una locura, Mucio que se había sentado frente me miraba ido, fruncí el ceño ¿Y este?-¿Mucio?
-Dime -Dijo dejando de mirarme para empezar a picotear su carne.
-Te me quedaste mirando ¿Pasa algo?
-Pensaba que quisas, podríamos salir más, solo tu y yo -esplicó sin mirarme de nuevo -no me precisa tanto volver.
-Y tus negocios -Que quise agregar no eran nada bueno.
-Sergio, él se haría cargo con gusto, le gusta mandar.
-¿Nunca pensaron en dejar ese mundo?
-No es tan fácil, ya dentro no es posible salir, nos dedicamos a "sobrevivir" -Aclaró mirándome serio -No quiero meterte en este mundo.
-¿Y por qué lo harías?
-Te quiero y sé que tarde o temprano sabrán de ti.
-¿Y por quererme tú ya me odiarían?
-De la manera en que te quiero sí.
-¿Hay maneras de querer?
-Camelia, ¿Sos tonta o te haces?
-¿He?
-Te amo Camilia, por eso te pongo en peligro, te quiero como pareja.
Me quedé allí con los ojos muy abiertos y cara de sorpresa.
-¿Cam?
-¿Desean algo más? -Preguntó la mesera dejando unas bebidas que habíamos solicitado.
-No, gracias -Ella se retiró rápido, Mucio siguió mirándome luego de despachar a la mesera.
¡Qué respondo! ¡Dile que él también te gusta! O ¡Huye! Pero no te quedes allí.
- Dame respuesta Camelia que me pones de nervios.
-Yo... yo... y bueno... tú... entonces... pero a la ves... me gustas... y entonces... pero a la ves... yo... y bueno... podría pasar... o no...
-Yo oí un me gustas, eso me basta -Dijo él volviendo a su comida ¿Eso fue lo único que escuchó, pero si le dije que algo malo podría pasar.
-Mucio yo pienso que...
-Yo también te amo.
-Yo no iba a decir...
-No me importa.
-Pero te estoy hablando.
-Pero me vas a decir que es peligroso para todos y que es mejor olvidar el tema.
-Pues sí -Admití, valla deducción.
-Exacto, no quiero oir eso, no hoy, no ahora, estoy cenando con la chica que me gusta y resulta que yo también a ella, disfrutémoslo.
-Tienes razón -Sonreí más calmada, enserio creí que negar que me parecía atractivo iba a evitar que me gustase, aveces me creo muy tonta, pero al menos me corresponde.
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El dilema de los Graham. (Está en corrección)
Romance-Nota- Esta historia es un cliché, la vida real no es así, por lo que como sociedad e individuos debemos cuidar a las personas que nos rodean y a nosotros mismos, haciendo lo posible contra los secuestros, sobre todo contra esos mercados que suste...