Tarde, no tenía Wifi, seguidamente el capítulo.
Luego de bajar la escalera empezaba a sentirme más incómoda con el discurso que había planeado expresar en despedida, me parecía que un gracias por darme un sitio aquí no sonaba tan correcto, después de todo yo no había llegado por convicción a su casa, tal ves agradecer por tratarme dignamente sería la forma correcta de comunicar mi punto.
-Gracias por hacerme tratarme como una invitada durante este tiempo, han sido muy gentiles pese a las circunstancias... algún día... no eso no, espero les valla bien... no, suena tonto... los extrañaré, sí un los extrañaré sonará bien para terminar -Ordenó mis ideas en voz baja, me detengo frente a la puerta de la oficina, no es como que él siempre estuviera ahí, sin embargo, era el lugar más probable, tomo el pomo de la puerta y entro nerviosa, abrí la boca pero quedé muda cuando miré a Mucio en el sofá, mirando a la pared, aparentemente llorando, viendo que aún no notaba mi presencia me devolví en silencio y cerré la puerta con mucho cuidado.
-Rayos... Supongo que no será hoy -Me dije mientras caminaba de nuevo a la habitación, cuando iba a empezar a subir las escaleras noté que la puerta con el nombre "Sergio" está abierta y iluminada, supuso que podría pasar a charlar un rato, fui hasta esta con la intención de entrar pero sus voces fuertes me hicieron detenerme, no lograba saber cual era de cual, pero parecían enojados.
-No hay opción, vamos a acabar toda esta treta de una pasado mañana.
-Me siento un poco mal con todo esto -Admitió uno con voz cansada -Hasta papá se siente culpable.
-¿Prefieres traer a la verdadera Ivory para que ocupe su lugar? -Preguntó con voz severa, luego hubo un suspiro, supuse que el otro hermano solo negó -Eso pensé, además no estaríamos en esta situación si tú no te enamoraras de la prisionera.
-No es algo en lo que yo hubiera podido elegir.
¿Enamorarse de quién? ¿De mí?
-Pudiste evitar socializar como si fuera tu mejor amiga.
-Lo sé, sin embargo ya no se puede cambiarlo, solo vamos a mantener a la chica aquí hasta que... la llevaremos a la supuesta liberación y no la tengamos que ver más ¿Bien? Papá jamás sabrá que no era Ivory Roshawna, luego solo me iré de aquí.
-Es lo mejor -Concordó su acompañante.
-¿Crees que papá lo tome bien?
-¿Qué? -La pregunta llegó algo confusa.
-La chica, empezaba a caerle bien, es algo que era muy notorio.
-Eso, sí ya lo superará.
-Es verdad, lo superará.
-Muerto el perro se acaba la sarna -Puntualizó -No me mires así Tiziano, desde el principio sabíamos que si tú querías salvar a Ivory al final deberíamos dejar que papá la matara en ese maldito ajuste de cuentas.
Sentí nauseas, el suelo temblaba, obviamente no era así, era yo la que estaba temblando y con ganas de vomitar, no iban a liberarme, jamás fue su intención hacerlo, todos solo actuaron que lo harían pero no... todo es una treta, un engaño para asesinarme.
-Bueno, la chica me agradaba.
-¿Crees que a mí no? Obviamente sí, pero siempre he sido conciente de los límites, encariñarse con la secuestrada por segunda ves no es opción, así que pasado mañana daremos fín a este dolor de cabeza ¿Bien?
-¿Qué le diremos?
-Nada, lo normal, que la vamos a liberar, por eso debe llevar una bolsa de tela en la cabeza, luego la llevaremos al parqueo y fín, un disparo bastará, luego papá mandará el cuerpo al Señor Roshawna con vos, pero tu lo desaparecerás en el camino ¿Tu suegro no dirá nada?
-Obvio no Sergio, el no pondrá en riesgo a Ivi.
No podía más me alejé a paso rápido de ahí, fui a la puerta, sin embargo, como todo en esta casa tenía seguro, luego corrí escalera arriba como una loca, debía encontrar como salir de aquí o no lo lograría viva, entré al cuarto de Tizio y fui directo a la venta.
¡SIN SEGURO!
La abrí y me dispuse a salír, pero era una caída de tres metros al semento, ni siquiera había borde con el que apoyarme.
-¡Rayos rayos! -Dije nerviosa mirando la caída, no quería morir pero... bueno, igual iba a terminar en la tumba, subí una pierna entre temblores a la ventana, los ojos empezaron a picar ¡Ahora no Camelia Lawrence, no te pongas a llorar!, la sangre empezó a ser bombeada con más fuerza por mi corazón - Igual y solo me quiebro un pie, cerré los ojos y me solté, con tanta violencia como sentí mi cuerpo caer fui atraída hacia el interior de la habitación, me sacudí aterrada.
¡Ahora sí estás muerta chica!
-¿PERO QUÉ TE PASA? -Fue la pregunta alterada de Mucio, seguí revolcándome con histeria para liberarme de él por un minuto hasta que me sentí agotada, como si no fuera suficiente me puse a llorar.
¡Soy una estúpida! ¡Casi muero ahí!
Intenté controlarme pero no lograba hacerlo, solo lloraba y temblaba de forma compulsiva.
-Y ahora lloras ¿Dime qué te pasa? No puedes simplemente tirarte por la ventana ¿Acaso no valoras tu vida? -Reprochó alterado, sus manos temblaban, su corazón latía casi igual de estrepitoso que el mío.
-Igual voy a morir.
-¿Qué? -Su pregunta fue con ingenuidad genuina.
-¡Ya lo sé! ¿Bien? Sé que no me van a regresar a casa, todo es un plan para matarme al final -Cuando cerré mi boca hubo una pausa donde se oían mi nariz mocosa y las respiraciones poco a poco más tranquilas.
-Lo... lo siento -Sus palabras llegaron como espinas filosas ¡LO SENTÍA!
-Mientes, ustedes no sienten nada -Dije con asco y unas ganas de llorar, pero ahora no de miedo sino coraje.
-Te dije que terminarías haciéndote daño y confiabas en nosotros.
-También dijeron que me regresarían.
-Enserio lo lamento yo...
-No quiero oírte más -Y mis palabras fue el punto final de esa charla, los dos nos quedamos en silencio hasta que me levanté un poco inestable y volví a la habitación asignada.
¿Impactados? ¿Que sintieron o pensaron? ¿Todo empieza a tener sentido ahora?
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El dilema de los Graham. (Está en corrección)
Romance-Nota- Esta historia es un cliché, la vida real no es así, por lo que como sociedad e individuos debemos cuidar a las personas que nos rodean y a nosotros mismos, haciendo lo posible contra los secuestros, sobre todo contra esos mercados que suste...