-¿Cómo nos encontraron? -Pregunté para bajar la tención que Lesly y Sergio habían establecido desde que empezamos a desayunar.
-Bueno Cam, sustraímos el número de la llamada que hiciste a tu madre y revisando dimos con que era este sitio en Brasíl -Comentó Mucio incómodo.
-Espiaban las llamadas de la Señora Maldonado -Les reprochó mi amiga, ellos asintieron apenados.
-Era la mejor opción para encontrarlos -Indicó, ella suspiró frustrada.
-Nada tenían que venir aquí, Came está bien aquí -Indicó ella odiosa, suspiré, tenía razón, pero ella no sabía lo que habíamos hablado sobre los sentimientos y...
-Huyeron como locas -Le indicó Sergio cínico -Perdón por pretender evitar que cometieran una locura.
-Sergio basta -Le indicó severo su padre.
-Largo de mi casa -Ordenó completamente seria Lesly a su combatiente.
-¿Qué? -Aludido la miró el atacado.
-Vete ahora o llamaré a seguridad en recepción para que te eche.
-Soy cliente, no pueden hacerlo.
-¿Acaso tuviste parte en el alquiler del apartamento? Exacto, no, eres un invasor.
-Arpía -Dijo levantándose a medio comer -No merezco esto, me largo a mi país -Dicho esto se retiró del sitio, Mucio solo miraba todo boquiabierto, yo me quedé en silencio incomodo, esta falta de plática se mantuvo hasta que todos terminamos de comer.
-Tu amiga... -Preguntó Mucio cuando estuvimos solos lavando los trastes - es un poco agresiva ¿Cierto?
-No, bueno, está a la defensiva y Sergio no ayuda mucho a su mínima paciencia.
-Le mandé un mensaje, no contesta, tal ves deba ir a buscarlo, no sé donde la verdad puede encontrarse pero...
-¿Si le damos tiempo? Está enojado y... durará un tiempo fuera pero volverá o dará señales, eso pienso.
-Tienes razón, esperemos a la tarde, que tenga el día para pensar o comprar los boletos de avión -Concordó secando los platos, luego me miró atrapándome con la mirada sobre él.
-¿Qué miras? ¿Estoy guapo?
-No sé, tal ves -Dije tímida continuando con mi labor de enjuague.
-Incluso con este rostro tan feo.
-No es feo -Manifesté, él dejó ver una sonrisa fugitiva entre sus labios -la cicatriz ¿Cómo te la hiciste?
- Bueno... cuando era niño me caí y una estaca me hizo esa herida en la mejilla -Lo miré detenidamente, parecía tener un recuerdo doloroso de ese acontecimiento - Gracias a Dios no perdí el ojo, dolió tanto... luego sanó dejando esa cicatriz.
-Imagino que fue duro para un niño.
-Tenía dies ya, pero sí, creía que no me aceptarían por eso, las mujeres, las personas, en fín, ahora me da aire de tipo malo -Bromeó al final, yo sonreí divertida, me sentía muy segura a su lado.
En la noche decidimos cenar juntos en un restaurante cercano, algo de comida brasileña, la charla fue bastante amena y tocamos temas comunes, de regreso al apartamento nos encontramos con una muy amargada Lesly y con Sergio junto a ella, al parecer él no había regresado a nuestro país.
-¡NO LO SOPORTO MÁS! ¡ES SU HIJO HAGA ALGO! -Le gritó histérica mi amiga al pobre Mucio, este la miró asustado.
-¡Soy un adulto! ¡No puede manejarme! -Aludió el sujeto en cuestión, Mucio solo me dedico una mirada pidiendo ayuda.
-Bueno calmémonos, ¿Qué es lo que sucede?
-¡Me sigue al trabajo todos los días! ¡Me acosa! ¡Me pone de los nervios! -Señaló la afectada, mire al otro buscando su explicación.
-Yo solo voy a ese bar porque es bonito, no porque ella trabaje allí -Manifestó fingiendo desinterés.
-Entonces no me sigas de regreso como un perro rastreador.
-Puedo devolverme cuando quiero y... si quiero caminar tras de ti lo puedo hacer, la calle es pública.
-Pues bien, ahora vete que no tolero tu presencia en mi casa.
-Eso no Les, yo lo dejo quedarse, tiene derecho a...
-No, en realidad deberíamos rentar un cuarto para nosotros -Interrumpió Mucio, yo asentí dándole la razón, el fín del problema.
-Pero... -Dijo Sergio abrumado.
-Nada, vamos pediré una habitación con dos camas -Manifestó cansado su padre retirándose seguido de Sergio, sentí algo de pena que sus berrinches acabaran así nuestra velada.
-No puedo con ese sujeto Cam, me va a terminar desquiciando, es un acosador ¿Acaso no se iba ir? -Dijo con los nervios a flor de piel, yo la abracé.
-Tranquila, solo le divierte molestarte.
-Pero hay tantas personas que molestar que no sea yo -Manifestó ella en mi hombro con cansancio, terminé el abrazo sonriendo.
-Vamos a dormir.
-No he cenado.
-Yo tampoco -Manifestó Sergio que había vuelto a llegar donde nosotras, lo miré en advertencia.
¡No juegues con chispa junto a polvora!
-Yo soy buen cocinero, si quieres cocino -propuso, mi amiga lo miró con enojo.
-Ya no tengo hambre.
-No seas así Lesly, estoy siendo civilizado -Indicó rodado los ojos -Es una señal de paz, solo haré la cena.
-Bien -Le restó importancia -Apenas terminas te vas -Seguidamente entró al apartamento dejando la puerta, abierta, entré tras Sergio que no había desaprovechado la oportunidad, si no estuviera tan llena hasta habría probado la dichosa cena.
-No como culantro, me da alergia, ni maní, tampoco ciruelas -Enumeró mi mejor amiga sus alergias al aludido Sergio, reí mientras entraba a la habitación, solo espero no envenene a mi amiga.
Por un momento quise hablarle a Mucio, pero caí en detalle que no tengo su número de él para saber si seguía despierto o no.
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El dilema de los Graham. (Está en corrección)
Romance-Nota- Esta historia es un cliché, la vida real no es así, por lo que como sociedad e individuos debemos cuidar a las personas que nos rodean y a nosotros mismos, haciendo lo posible contra los secuestros, sobre todo contra esos mercados que suste...