Capítulo final

12 1 3
                                    

  Vamos a respirar, tú puedes hacerlo Camelia, solo respira, no cuesta nada, solo respira... ¡Respira carajo!

-¿Pasa algo? Estás pálida -La pregunta de Mucio me hace mirarlo, ¿Cómo no iba a estarlo si en cualquier momento iba a abrir la puerta mi madre para conocer a mi dichoso novio y iba a ver a un hombre de la edad de mi padre, con más problemas que una nutria en el desierto.

-No.

-Bien, tranquila, les caeré bien -Mi padre lo matará, mi madre lo linchará, mi hermana lo detestará, mi hermano lo vomitará, lo sé, ese bebé es un inoportuno siempre arruina los momentos, yo...

-Hola -La voz de mi padre nos hizo ver hacia el frente, yo me quedé sin respirar y Mucio muy fuera de su actitud serena que mantuvo todo el día se quedó tieso en su lugar.

¿Mucio que haces? Saludalo.

-Tú debes de ser Mucio, un gusto Anacle, eres más joven de lo que pensé -Manifestó mi padre amable, genial, gran chiste papá, te ganaste un oscar a la comedia.

-Sí, yo soy, un placer -reacionó el dándole la mano, mi padre sonrió y se adentró en la casa dejando la puerta abierta para nuestra entrada.

-Vamos -Le indiqué cariñosa a Mucio para su tranquilidad, él me dio su mano que estaba sudorosa, iug.

-No me dijiste que tu padre era tan joven, creí que tendría unos cuarenta y cinco mínimo -Me susurró antes de empezar a caminar.

-Me tuvieron jóvenes -Expliqué, el suspiró nervioso.

-Viste como me mira, como a una presa, me va a destrozar.

-No van a hacerte nada, incluso creo que le agradas.

-No, no lo hago -Manifestó seguro y avanzamos hacia la sala, papá veía baseball y mamá debía estar en la cocina, lo acompañamos en la sala.

-¿Medias Rojas o Blancas? -Preguntó papá a mi novio, le dediqué una mirada de regaño por su cuestionante.

-Rojas -Dijo algo nervioso el pobre Mucio.

-Blancas -Mencionó papá, lo miré mal, no podía hacer una trivia de preguntas, ni clasificar a mi novio por su gusto al baseball.

-¿Yanky o los Blancks?

-¿Yankies?

-Deamon Black.

-¡Papá! -Le reproché, el levantó las manos en señal de rendición, mamá apareció con cuatro vasos de limonada.

-Hola un gusto.

-¿Y Alondra?

-Vendrá mas tarde con su novio -Mi hermana siempre llegaban tarde.

-¿Y el bebé?

-Durmiendo su siesta.

-Esa cicatriz ¿Cómo te la hiciste? -Preguntó papá, mamá y yo lo miramos muy alarmadas, ¿Cómo se atrevía a preguntar esas cosas solo por que así?

-Me caí de niño y me la hice cun una estaca que había en el suelo -Explicó algo incómodo por la actitud de su suegro.

-Pobre -Dijo mamá para bajar la tensión, yo solo bebí mi limonada.

-Pero al menos no fue peor -mencionó mi novio restándole importancia. Mi teléfono sonó y fui a contestar fuera, pude oir a papá preguntar.

- ¿Te gusta el futbol? Rodé los ojos, ojalá dijera no, sinó lo saturaría de preguntas de nuevo.

-¿Alo?

-Hola soy Lesly.

-Hola Les... ¿Ya estrenando departamento?

-Desde hace una semana -Memcionó alegre, luego agregó -Pero hay un problema.

-Dime...

-Sergio vino a visitarme ayer y no se va, ya le he dicho directamente, hasta lo amencé con llamar la policía, no hace caso y enserio no quiero echarle la policía ¿Qué hago? Si le dices a Mu... -La voz se cortó y sentí algo de pánico, iba a hablar pero otra voz llegó a mis oídos -Hola ¿Con quien hablo? -Era Sergio.

-Con Camelia, te pido que por favor salgas de su casa.

-A Cam, no no, tranquila, yo ni molesto, solo está exagerando como siempre.

-¡No es cierto! -Oí el grito no muy lejano de Lesly.

-No te preocupes, enserio, incluso ya nos llevamos mejor.

-¡No le hagas caso Camelia! -Volví a oir a Lesly hablar -¡Dame el celular!

-A esta loca le encanta mi presencia solo... ¡Au! ¡Estás loca mujer! -Lo escuché decir luego del sonido de un golpe fuerte y algo rompiéndose - ¿Me golpeaste con una maseta -Fue lo último que oí antes de que colgaran la llamada.

  Volví un poco divertida a la sala, encontré a los tres tal y como los había dejado.

-¿Champions o mundo?

-¿Champions?

-Mundo.

-¡Papá! - Le volví a reclamar, él solo hizo gesto de desinterés.

-¿Cesped sintéticos o natural?

-Natural -Respindió, como vi que seguirían en esas me volví a sentar.

-¿Sabes de Cesped? -¡Ay no!

-Un poco -¡Qué! ¡NO! MUCIO TU DICES NO.

-Soy amante de la jardinería, fui jardinero toda mi vida hasta hace poco, hablemos de esto -Dijo interesado mi padre, yo suspiré, Mucio solo sonrió y asintió, resulta que el muy cretino sabía mucho de ese tema, hubieran empezado por allí y de inmediato se hubiera ganado a mi padre, para cuando mi hermana llegó a los dos eran grandes amigos.

Este es el fín de nuestra travesía.
Me encantó escribir para ustedes.
Si quieren acompañarme con "El dilema de Jem" me encantaría, está relacionada a esta, pero trata del hijo de Sergio, gracias y hasta pronto. M.C.A

El dilema de los Graham. (Está en corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora