¿Melancolía?

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Estoy enamorado. Triste. Ilusionado. Nostálgico. Ausente. Feliz. Aburrido. Emocionado. Maravillado.

Toda una avalancha de emociones, algunas más superfluas que otras, casi todo en exceso, y me hace daño. Ya es jueves, y bueno, no es de extrañar que alguien esté despierto a esta hora, pero, se supone que estoy feliz, y aun así me dieron ganas de escuchar música triste, y me puse a llorar, no sé por qué, creo mi corazón de ablandó un poco. Yo no era así, lo juro.

Admito la enorme cantidad de cambios en mi vida, sí, también eso afectó a mis sentimientos, a mi corazón que era ruborizado casi todo el tiempo, a mis pequeños ataques de nervios, la ansiedad que tenía de hacer algo mal, a mi forma de ver a las personas, a mi forma de amarlas, a mis perspectivas de la vida, la manera de elegir a mis amigos, la manera de lidiar con los problemas, mi relación con mis padres, todo cambió y lo peor es que no sé desde cuándo, ¿desde cuándo?

He dudado mucho de la gente que tengo cerca, me he planteado muchas preguntas sobre ellas, teorías que no creo que sean verdad.

He pensado mucho en mi pasado; ¿qué chingados hice, y cómo fue que lo hice? He pensado en mi presente; ¿qué carajos estoy haciendo ahora mismo con mi vida? Me he mortificado por mi futuro, ¿quién seré en aquél entonces?, ¿dónde estaré en aquél entonces?, ¿cómo será mi vida desde aquel piso alto?, ¿acaso haré mis sueños realidad?

Me preocupo mucho en ayudar a las personas, pero no puedo alcanzarlas a todas con mis brazos.

Con mis fuerzas no pude ser capaz de sujetar y subir a terreno alto a quiénes depositaron su confianza y esperanza en mí, y la mano de ellos resbalaron. Cargo con el peso de sus almas en mis hombros.

"Todos tenemos un chingo de problemas -unos más grandes que otros, según la experiencia de cada uno, yo también tengo los míos-. Tengo a mis demonios que ya son pequeños duendes amargados. Incluso los míos suelen ser mayores de a quienes ayudo, pero no puedo estarme preocupando por los problemas de los demás, tengo que atender los míos primeros para poder ayudar a otros". Conocí a muchos en el trayecto, gente mala, gente buena, gente indiferente, de todo tipo.

Anhelo muchas cosas, y entre vestigios y pensamientos termino siempre por echarle un vistazo a mi pasado, a mis recuerdos, a las viejas historias que entre mis familias se contaban, que maravillosos recuerdos, era fascinante, pero también venían a mi mente aquellos con sabor amargo y que te hacían un nudito en la garganta, también los que daban asco el recordarlos.

Qué tiempos aquellos, cuando teníamos la curiosidad de un niño, era increíble. La vida te obliga a ser otro, a mandar a dormir a ese niño que alguna vez fuiste, que alguna vez fuimos. Es algo nostálgico, es triste. Pero aún hay cosas hermosas en la vida, no todo es dolor y agonía, también hay amor y compasión.

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