Nota 5: Café amargo

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En la brevedad del asunto, bajo el tejado de una lonchería ahí estaba yo, algunos amigos, y gente que apenas conocía. Medio litro de café de olla por la mañana es fuerte por supuesto, bueno para levantar los acurrucados corazones de mis compañeros viajeros y yo, y hacía bien con el frío que se presenciaba en la ciudad. De rato en rato, terminé por devorar varios platos en el desayuno, eso me quitó el hambre por más de medio día y me hacía sentir satisfecho. Demasiado, enserio.

Fue muy gratificante todo el viaje, las ciudades, lugares, personas que conocimos, y eventos a los que asistimos. En verdad me fascinaron esos tres días. Incluso esos eventos algo fuera de serie que sucedieron en el piso 2 del hotel y que quedarán guardado en la memoria de quienes en la habitación 204 residían, y también de los colegas que nos acompañaron en esa experiencia. Ni tampoco me olvidaría de esa mandarina que puse en la caja fuerte.

2. 2. 3. 2. Un significado de solo nosotros sabemos.


Todo el viaje me transformó, y me abrió el panorama de quién soy de una manera distinta. Incluso he pensado en la idea de reivindicar lo que tenía planeado. Se me cruza por la cabeza conocer a esas personas esotéricas que hacen pulseras, collares y talismanes; esos que tienen pinta de ermitaños, me gustaría oír de sus historias y como llegaron hasta aquí, cómo han sobrevivido, y como siguen a pesar de todo, me gustaría expandir mi consciencia con eso. De alguna manera me siento conectado con esa gente. Todo esto me hace muy feliz. "Un cumpleaños bien merecido" dijera mi padre.

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