Jueves, 10 de mayo

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Pienso en "¿Qué tan difícil puede ser decir lo que sientes?". Decirle a alguien lo bien o lo mal de cómo te fue en tu día, si tuviese problemas con algún amigo, con tu pareja, o si ocurrió algún accidente y alguien falleció, y tienes que ser tú quien dé las malas noticias, ¿Cómo se lo dirás a sus familiares? ¿Cómo?

Enamorarte de alguien, por ejemplo, hacer lo posible por ver a "esa" persona, y no importaría si le hablases o no, porqué la has visto y al menos, sabes que sigue con vida.

"Al fin llegó el día" dices para tus adentros. "Hoy voy a hablarle", llegas a dónde se suponía que debía de estar. Hay un círculo, una ambulancia, hay policías, algún entrevistan a unos estudiantes, escucho a una señora gritar, "¿qué ocurrió aquí?", nadie sabe nada. Unos dicen que miraron a dos sujetos con armas blancas correr, nadie tiene la descripción de ninguno de ellos. Se te eriza la piel, y tu rostro se torna pálido, era ella te dice uno de tus amigos, "nunca le hablaste, ¿cierto?".

Dentro de mí algo se quebró, se agrietó mi pecho, este comenzó a asfixiarme, y sentí impotencia. Mi corazón latía cada vez más rápido, y no podía contener las reflexiones de mi cuerpo, sudaba demasiado, se ahogaba, mi corazón de aceleraba, y chorros de lágrimas salían de mis ojos. Entre miles de palabras de los transeúntes, comenzaron a fluir alucinaciones mías, y de mi boca salían palabras cortadas, intentaba decir millares de frases, y más me ahogaba, sentía que me moriría, y ninguna sería escuchada.

AversiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora