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Leonardo se encontraba aun en su oficina, después de aquella llamada no pudo hacer nada, fue como si ese grito bloqueara todo. Siguió tratando de llamar a Yesenia pero ella no le tomaba la llamada porque su celular se encontraba apagado, necesitaba respuestas inmediatamente.

-¿Aun te encuentras aquí, Leonardo? - pregunto Christina que ya iba de salida para su casa pero al ver que aún había luz en la oficina de Leonardo, fue a ver qué pasaba.

-Christina, ¿Aun aquí? Creí que ya no te encontrabas aquí en la empresa, ya es muy tarde.

-Es lo mismo que me digo yo, tu no deberías estar aquí, ya toda la gente se retiró y tú eres el único que te encuentras aquí.

-Creo que por estar pensando en cosas, se me fue el tiempo y mira... aun no acabo.

-¿Te puedo ayudar? Digo, entre dos podemos avanzar y así nos vamos.

-No te preocupes, yo creo que me quedare aquí por más tiempo, necesito terminar y llamar a una persona.

-¿Seguro? No me molesta quedarme.

-Gracias, mejor ve a descansar.

-De acuerdo, pero sabes que me puedes hablar en cualquier momento, siempre estaré para ti - acercándose a Leonardo, le dejo un beso cercas de su boca, no podía negar que Leonardo era un gran hombre, que a pesar de todo, seguiría esperando por él.


Emmanuel no podía creer que iba a ver de nuevo a la mujer que cambio toda su vida, aquella por la cual decía que estaba enamorado pero no, aquella que desgracia mente habían perdido a su hijo, aquella que dejo para recuperar a su verdadero amor. Después de contestar su llamada y le pidiera que si se podían ver, aquí se encontraba sentado en un restaurante, a la espera de ella.

-Emmanuel - dejando de ver su celular, volteo Emmanuel a la persona que lo llamaba.

-Agatha - fue lo único que dijo al verla tan cambiada, se levantó de su silla y se acercó a la que estaba en frente de ella - Disculpa, toma asiento

-Gracias por reunirte conmigo.

-No entiendo el motivo de tu llamada, así que tú dirás.

-Me entere lo que pasó con Camila y de todo corazón lo siento, yo no tengo palabras que decir, nunca imagine que aquella vez que hable con ella iba ser la última vez.

-Agatha, ¿Para qué me llamaste?

-Porque quiero empezar de nuevo con mi vida, quiero pedir disculpas a todas las personas afectadas.

-No entiendo, ¿Por qué después de mucho tiempo vienes a decir eso?

-Porque te digo de nuevo, yo quiero tener mi vida en paz y conocí a un hombre que fue mi pareja pero no me sentía bien conmigo misma, después de lo que sucedió con nuestro bebé no pude estar bien, pero él me sacó adelante y ahora después del accidente de Camila siento que debo disculparme con todos, nunca se sabe cuándo va ser la última vez - decía mientras unas lágrimas se escapaban por su rostro.

-Yo te debo una disculpa, no me comporte como el hombre que debí ser, dejarte después de... lo siento

-Ambos nos debíamos esta plática.

-Eso parece, pero... - no termino lo que iba a decir ya que su celular empezaba a sonar y al reconocer la llamada se dirigió a tomarla - Discúlpame Agatha, debo tomar esta llamada, si gustas hablamos después.

-Sí, yo te llamo para ver qué día nos vemos.

-De acuerdo - levantándose de su silla, Emmanuel contestaba la llamada.

Agatha al ver que se iba, agarro una servilleta y con enojo se la paso por donde había lágrimas.

-Estúpido, no sabes lo tanto que te odio, no sabes lo que te espera, este es el inicio de mi venganza por mí y mi bebé.


Ya no queda nada 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora