3 semanas después.
Dos personas se encontraban reunida en la cocina, Yesenia y Santiago se encontraban en una pequeña discusión sobre el tema de Camila. Yesenia sentía que les estaba robando momentos mágicos a varias personas y a una persona en especial que sabía que esa persona daría todo por vivir el momento del nacimiento de su hijo.
Santiago le pedía más tiempo a Yesenia, sentía que no era momento que Camila supiera toda la verdad, Yesenia no debería tomar decisiones a nombre de Camila. Él quería lo mejor para ella y para ella no era lo mejor volver aun.
-A ver señor, dígame cuando va ser momento? – Yesenia le preguntaba con una mano en la cintura – Le recuerdo señor que ella tiene familia y tiene una persona que la ama, por cosas del destino la tragedia cambio todo pero ella está viva y tiene un bebé. Entiende que ella debe volver.
- Camila no está aún preparada y espero que ya no sigas con este tema por un tiempo.
- Ella va saber todo y te lo advierto, se lo dices tú o se lo digo yo?
Santiago sentía impotencia por la actitud que estaba tomando Yesenia, tenía que darle una excusa para que se mantuviera callada si no, ella iba decir todo. Mientras ellos se retaban con la mirada y una pedí la respuesta a su pregunta, no notaron que una persona había escuchado todo y se encontraba en el marco de la puerta de cocina.
-Mi nombre es ...? – Preguntaba Camila con el bebé en brazos, ella se encontraba en su cuarto esperando a Yesenia pero al escuchar su voz, decidió ir a buscarla con su bebé en brazos. Pero lo que escucho la dejo sin palabras y sin poder creerlo.
Yesenia y Santiago voltearon a una velocidad al escucharla preguntar, Yesenia sentía satisfacción por su amiga, al fin podría decirle todo. Pero Santiago sentía que su mundo venía abajo, aun no era momento. Yesenia fue la primera en acercarse y ayudarla a sentarse.
-Todo lo que escuchaste es verdad, tú tienes familia y una persona que te ama. Hasta hace poco que descubrí que estabas vivía pero por razones de tu embarazo calle y no te dije al momento de encontrarte y más porque perdiste todo. Pero si, debes volver con ellos.
-Puedes guardar silencio, Yesenia.
-No Santiago, ella debe saber ya todo. Es más deberíamos ya irnos a la realidad.
-Ella acaba de tener un bebé y perdió la memoria Yesenia.
-Pero tal vez la recuerde cuando vea a todos y a cada uno le ayude.
-¿Pueden dejar de hablar como si yo no estuviera y no pudiera opinar? A penas puedo procesar todo esto, les pido piedad por mi hijo y por mí, necesito que me digan todo, cómo llegue aquí? Cómo fue que perdí todo eso que tenía? Y lo principal de todo, quién es esa persona que me ama?
-Te diré, la persona que te ayudo a salir de todo y que daría todo por ti tiene nombre y se llama, Leonardo.
Camila no podía creer, era el mismo nombre de su bebé, ahora podía entender el nombre que ella le gustaba y por el cual su hijo se llamaba así.
-Quiero verlo.
Yesenia solo asentía con la cabeza y le tomaba su mano mientras que Santiago se pasaba las manos por la cara, sentía que había perdido todo.
En otra parte y en una oficina.
-Buenos días, en que le puedo ayudar? – contestaba la asistente de Leonardo.
-Buenos días, me gustaría hablar con él.
-Ahorita no se encuentra, le gustaría dejar un recado?
-Que si me puede devolver la llamada, que es urgente y que soy Yesenia.
-Claro, con mucho gusto yo... - No término porque la asistente miraba que se acercaba Leonardo con la señorita Christina – Oh, no cuelgue que aquí viene el señor Leonardo, me puede esperar tantito.
-Muchas gracias, yo aquí espero.
Leonardo y Christina llegaba de una comida con unos ejecutivos, esperaban poder realizar ese acuerdo pero para eso deberían ponerse manos a la obra.
-Señor, tengo en el teléfono a la señorita Yesenia.
Pasa la llamada y trae un café por favor. Christina ahorita nos vemos, debo tomar esta llamada a solas.
-Claro, ahorita seguimos con lo nuestro.
Leonardo entro y dejo su portafolio en el escritorio y se sentaba. Con impaciencia tomo el teléfono y hablo.
-Yesenia hasta que te comunicas conmigo, todo este tiempo he tratado de comunicarme contigo y al parecer me bloqueaste. Disculpa, no te dejo hablar.
-No soy Yesenia, soy Camila.
Leonardo al escuchar esa voz se levantó con teléfono en mano, sentía que sus piernas lo dejarían caer y su corazón saldría de su corazón, es su voz, era Camila.

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Ya no queda nada 2
Random¿Cómo soportar una tragedia, algunas muertes y varios corazones rotos? El destino seguirá contestando tus preguntas.