DULCE PECADO

CAPITULO 2

BY TOM

Gordon se encontraba muy enfermo, mi madre podía hacerse cargo de la empresa pero, mis tíos jamás lo permitirían, tenían la podrida mentalidad de que un hombre era necesario para ese tipo de cosas, yo ya tenía suficiente edad como para poder manejar la empresa pero aún estaba en la uní y no tenía intenciones de atarme a un escritorio por nada en el mundo, ahora estaba con una maleta gigante en un costado y mi hermosa guitarra al otro, dispuesto a enfrentarme a la vida yo solo, ir al mundo humano, conseguir un trabajo, una pieza y vivir a mi manera, eso sería lo mejor, tenía dinero suficiente como para poder empezar, ya estaba muy lejos de casa, le había dejado una carta a mi madre y a Gordon... mi padre, lamentaba su situación pero esta era mi vida y no podía perderla, ya había gente buscando a las brujas, de seguro que las encontrarían y Gordon volvería a la empresa como siempre, Coliman me acompañaba, el ya conocía el mundo humano, me había conseguido una identificación falsa y muchos otros documentos, según ellos era hijo único de una madre soltera que vivía en Francia, yo había venido a Alemania para estudiar música, claro es lo que mejor se me daba, no entraría a una universidad muy cara, solo llamaría la atención, así que una regular estaría muy bien, la uní tenia habitaciones en ella, un peso menos que atender, tenía muchas materias, y muchos muchachos salían y entraban de las aulas, en mi inscripción Coliman se presentó como mi primo, a pesar de tener la misma edad Coliman tenía una apariencia muy mayor así que no hubo problema, me inscribí y me mandaron a las habitaciones para poder desempacar, según tenía un compañero pero no lo había visto, era muy raro pero algo reconfortante, Coliman se quedó hasta muy tarde instruyéndome para no cagarla en el mundo humano.

-bien Tom repite lo que te dije-

-tranquilo Coliman podre lograrlo-

-ya lo sé pero necesito asegurarme- solté un suspiro de cansancio, era la quinta vez que repetía las mismas reglas.

-bueno..., no beberé de la sangre de mis compañeros, no diré a nadie que soy un vampiro, tú me proporcionaras la sangre que necesito para vivir, si tengo una crisis te llamare enseguida.-

-muy bien, yo ya me tengo que ir hermano, espero que no la cagues y deberás me llames si necesitas algo, ya sabes que puedes contar conmigo-

-gracias Coliman, seguro que te llamare- Coliman se fue dejándome solo en la habitación, yo por mi parte comencé a desempacar, ocupe la cama vacía que había y afortunadamente habían dos armarios, no podía parar de preguntarme qué clase de persona seria mi nuevo compañero, así que me lance a echar un vistazo a sus cosas, su cama estaba perfectamente tendida, con las sabanas azul eléctrico, había un tocador al lado de ella, y... acaso eso era maquillaje...?

-Qué raro, me habría equivocado de habitación?- Salí corriendo a ver el número de mi habitación junto al papel que me habían dado.

-483...- murmure –no, no me equivoque, que raro, me dijeron que era compañero no una compañera, que raro- seguí indagando con la mirada cada cosa que había, una plancha de cabello, cremas para cara y cabello, esmaltes negros, y llegue al último punto que me daba mucha más curiosidad, su armario, las puertas tan blancas sin ninguna mancha, las abrí poco a poco un tanto nervioso por lo que encontraría, me quede perplejo al ver mucha ropa oscura, muy ceñida y alguna que otra camiseta un tanto holgada, no sabía si quien me acompañaría seria compañero o compañera, quería husmear mas a profundo pero sabía que no estaba bien, así que solo lo cerré y me dispuse a esperar a que llegue, casi por las 10:00pm un administrativo vino a informarme que desde esa hora era el toque de queda y que no podría salir de mi cuarto, como era posible que mi compañero/a aun no regresara? Acaso se había escapado a algún lado? Muchas preguntas por responder y mucha más curiosidad por el o la que ahora me acompañaría en mi habitación.