CAPITULO 4

902 84 7
                                    

BY TOM

Ya era de mañana y mi compañero/a ni había pisado la habitación, estaba intacta, tal vez no quería verme, vaya que inicio... bueno tal vez sea mejor, me levante de la cama arrugándola un poco y me dirigí a el baño para poder ducharme, en medio de mi relajante ducha pude escuchar el chirrido de la puerta, unos pasos acelerados y la puerta nuevamente, después de un rato volví a salir y no encontré a nadie, pero algunas de sus cosas faltaban, como el maquillaje y el esmalte de uñas, su closet estaba un tanto abierto pero se había ido apenas saco algunas cosas, ya me estaba resignando, parece como si me odiara antes siquiera de conocerme, bueno... qué más da, me aliste amarrándome las rastas en una cola y poniéndome la gorra encima, aquí no había ningún uniforme ñoño como en mi antigua universidad, las clases ya comenzarían así que me apresure al tablero de orientación con mi amada guitarra en la espalda, el salón de música estaba en otro edificio junto a otras materias, al parecer este era el edificio de las habitaciones, me apresure a llegar a mi salón pero la clase ya había comenzado, estaba muy nervioso, mi primer día y llegaba tare, claro, esa era la suerte que corría, mientras fisgoneaba por la cerradura, la puerta se abrió abruptamente y junto a ella un hombre alto con el pelo canoso y en suéter marrón, me miraba juzgándome.

-perdone, soy nuevo y me perdí cuando venía- el hombre me miro por un momento, muy serio pero pronto su expresión seria cambio a una muy amable.

-tranquilo muchacho, a todos nos pasa el primer día, pero que no se vuelva a repetir- de pronto su mirada se desvió hacia atrás –no podría decir lo mismo por usted señor Kaulitz- inmediatamente desvié la mirada hacia atrás y pude ver claramente como un hermoso muchacho se daba la vuelta de a poco conteniendo la respiración, tenía la piel ten blanca y suave, sonrojado, con los más hermosos ojos marrones, intensos y más resaltados por el maquillaje oscuro que llevaba, con el cabello largo y algunos mechones claros, delgado con ropa entallada totalmente negra, me quede embobado mirando cómo se acercaba mirándonos fijamente.

-lo lamento, me quede dormido- me miraba de reojo sonrojándose aún más notando que yo también algo sonrojado lo miraba con la boca semi abierta.

-ah... señor Kaulitz, bueno, no hay remedio, ya, entren y tu- me señalo –preséntate ante toda la clase-

-s-si...- el hermoso muchacho no subía la mirada al notar que lo seguía observando, paso delante y se situó hasta atrás donde había espacio.

-muy bien muchachos, guarden silencio, hay un nuevo estudiante, lo escucharemos y le daremos la bienvenida- todos mantuvieron silencio, pero sin prestar mucha atención.

-bueno... mi nombre es Thomas Trumpher pero llámenme Tom, vengo de Francia, nací en Alemania pero me mude a Francia con mi madre, volví a Alemania para poder estudiar, mi instrumento por ahora es la guitarra pero me gustaría poder aprender más, em... un gusto conocerlos y espero que podamos llevarnos bien...-todos aplaudieron y el docente me dio permiso para sentarme, me fui hasta atrás donde él se encontraba, era muy raro, si el docente no le hubiera llamado "señor" no hubiera sabido de que era un chico, era tan perfecto que me ponía en duda, aún estaba algo sonrojado, evidentemente tratando de evitar mirarme, yo, por mi parte no podía dejar de hacerlo, podía sentir su incomodidad así que me obligue a abstenerme de observarlo más poniendo atención a la clase, me aburría un poco, según los de administración, por la mañana se avanzaba solo teoría, pero ya por la tarde empezaba lo bueno con la práctica, me pregunto, que clase de instrumento tocara el, y me descubrí mirándolo nuevamente, desviando la mirada en cuanto me di cuenta, regañándome a mí mismo, ya había pasado mucho tiempo de la clase y se supone que tenemos como tres momentos de descanso en todo el día, según se, es de media mañana, medio día y media tarde, de seguro que ya sería la primera hora de descanso, tal vez podría hablar con él, saber por qué me atrae tanto, jamás había sentido esto, es nuevo y me intriga mucho.

-bueno muchachos, tienen 30 minutos de descanso, si quieren pueden salir pero no se atrasen de acuerdo? Bueno disfruten de su tiempo- entonces todo el mundo se alboroto, de pronto me vi rodeado de muchas chicas y algunos chicos.

-así que Tom he?-

-me gusta tu estilo-

-puedo tocarte las rastas?-

-eres rubio natural o te lo tiñes?-

-podrías darme tu número-

-tomémonos una foto- las chicas me llenaban de preguntas y no sabía que responder ante tantas preguntas.

-venga ya chicas déjenlo respirar, recuerden que es nuevo- de pronto un chico de pelo erizado y rubio se me acerco sentándose a mi lado.

-mi nombre es Andreas pero puedes llamarme Andy- con una enorme sonrisa y la mano en alto me ofreció su amistad, un amigo aquí, es algo en lo que no me había puesto a pensar a profundidad, pero ahora se presentaba, al menos podría decir que dos cosas buenas me pasaron hoy, el hermoso personaje de pelo largo y piel hermosa, y un posible nuevo amigo, el chico de pelos erizados, acepte su mano y poco a poco las chicas fueron yéndose al ver que no les dábamos mucha atención, me distraje en la conversación con Andreas, aunque solo fueran cosas sin sentido como colores favoritos o música, me la pasaba bien, pero como un balde de agua fría recordé que quería hablar con el hermoso chico Kaulitz, me gire a verlo pero el ya no estaba, sería tonto... como pude olvidarme de él, ahora solo tenía dos oportunidades en el día para poder hablarle.

DULCE PECADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora