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Torre Vengadores
«...En ésta hoja no puedo plasmar la cantidad de emociones que me haces sentir. Sí, con Peggy tuve mi primer amor. Pero contigo, contigo María quiero mucho más y me enseñasteque la vida me ha dado otra oportunidad y no quiero desaprovechar ni un segundo contigo. Te amo, y te lo recordaré todos los días de mí existencia.
Steve.»
Una lágrima resbaló de su mejilla al releer la carta que le había escrito a María por milésima vez.
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La dejó caer en el escritorio para después pasar sus manos por su rostro soltando un suspiro. Apoyó los codos en la mesa juntando sus manos formando un puño. Miró el collar a un lado de la carta sintiendo la presión en el pecho que sentía día tras día.
«—Te amo Steve. Te amo con todas mis fuerzas—le susurró en el oído mientras su llanto persistía.»
Aquel recuerdo inundó su mente haciéndole mala jugada. Cerró los ojos soltando el aire de sus pulmones y una lágrima queriendo salir de sus ojos.
—Te extraño tanto María—susurró para sus adentros.
En eso tocan la puerta de su habitación.—¿Steve?—escuchó la voz de Natasha.
—Pasa—pronunció en voz alta y pasó una mano por su rostro.
Después de introducir el código para acceder a la habitación la puerta se abrió dando paso a la pelirroja con una taza en su mano. Vió al rubio y se acercó a él cerrando la puerta a sus espaldas.
Le tendió la taza y pudo descifrar que era café. Steve aceptó la taza y le dió un sorbo después de darle las gracias.
Natasha miró la carta y el collar en el escritorio y soltó un pequeño suspiro.—Estás rompiendo tu propio corazón al torturarte de ésta manera, Steve—puso una mano en su hombro.
El rubio negó con la cabeza lentamente dejando la taza de café en el escritorio.—Mi corazón se rompió por completo el día que murió—murmuró sin mirarla.
