Veinticuatro.

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Nota:

Ah caray, matenme porque quiero morir JAJAJA. Publiqué el capítulo que no era «Capitulo 26» sin publicar los dos anteriores JAJAJA. Sorry, sorryy, la spoleé JAJAJ. Así que aquí van los capítulos anteriores.

«Veinticuatro»

-Es justo aquí. El agua de la visión.

Erick Selvig anuncia en cuánto las aguas aparecen frente a sus ojos. Observo mi alrededor, las paredes rocosas me asfixian un poco, siento que no respiro ante la sensación de estar tan encerrada. Mientras se adentran un poco más yo me apoyo en una roca para garantizar una buena respiración.

-En todos los Reinos hay un reflejo ¿No?-hablo a la vez que Thor se agacha para observar la cristalina agua.

¿Por qué tiene que ser tan oscuro éste sitio?

-Sí. Si los dioses del agua me aceptan podré regresar a mi sueño y encontrar lo que no ví.

Algo que necesitamos los dos, amigo.

-Según lo que contaste, ¿También debes entrar?-Erick se gira hacia mí.

Había dado cierta información superficial, sólo lo esencial. Pero tomando en cuenta algunos factores, podría descifrar lo que ví también. Sin embargo, no se cómo afectaría el sueño de Thor y el mío, podrían unificarse y dar una sola explicación, y no es eso lo que busco.

Niego con la cabeza, Thor es quién debe entrar.

-Los hombres que han entrado en esas aguas, las leyendas-menciona con un atisbo de entusiasmo al ser una persona en presenciar lo siguiente-, no terminan bien-termina advirtiendo.

Pero eso resulta ser de poca importancia para el Dios, quién con un lingotazo del wishky que Selvig llevaba termina quitándose la ropa para próximamente sumergirse en el estanque donde las diosas del destino lo poseen.

Tuve que desviar la mirada un par de veces. Digamos que Thor desnudo -de la cadera hacia arriba por lo que el estanque no cubría-, a pesar de ser una tentativa vista para mis ojos, simplemente no me podía permitir el lujo de estar observando cómo sus músculos se contraían.

Sin embargo, le quité importancia a ese hecho cuándo algunos rayos comenzaron a brotar del cuerpo de Thor haciendo que varios gritos brotaran de su garganta.

-¡Thor!-Erick y yo gritamos al unísono preocupados.

Me puse de pié para ubicarme al lado del hombre de cabello grisáceo. Thor parecía estar sufriendo, hasta consideré tirarme al estanque para sacarlo pero antes de que pudiera hacerlo, justo en el momento en que me quité el buzo y puse un pié en el agua, Selvig me quiso tomar del brazo para evitarlo, pero fué tarde su movimiento porque los rayos de Thor se dirigieron a la zona que intentaba entrar al agua para lanzarme con una fuerza increíble contra las paredes de piedra.

Jadeos de dolor abandonaron mi garganta ya que mi espalda y, en especial mi cabeza fueron los que recibieron el impacto.

Quedé suspendida en el suelo con un chillido en mis oídos tan altos que aturdieron todos mis sentidos, la vista se me nubló por completo y lo último que mis ojos contemplaron fué a el doctor Selvig agacharse frente a mí repitiendo constantemente -tal vez- mi nombre.

[...]

El ambiente denso y opaco se filtra por mis sentidos causando con rapidez una sensación incesante de inseguridad en el pecho. Mis ojos divagan por el sombrío lugar, el sonido del viento era un eco melodioso y escalofriante a la vez.

La hija de Stark •2•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora