Diez.

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María Stark.

Mi mente se encontraba hecha un lío. Mis manos sudaban un poco gracias a los nervios por saber el diagnóstico de Banner.

Él por su parte veía una de las pantallas manipulandolas junto a Tony. Ambos parecían tan concentrados en lo que se decían que no se daban cuenta de mi estado de manojo de nervios.

Amanda acariciaba mi espalda mientras yo estaba sentada en la camilla con una vía en el dorso de una de mis manos que ingresaba a mí sistema un suero que segun Banner «ayudaría», todo porque esta tarde han ocurrido más de tres vómitos de mi parte. Pero no eran vómitos normales. Vomitaba sangre. Y eso logró que todos se angustiaran, incluyéndome un poco.

Thor y Clint caminaban de aquí allá, inquietos. Mientras Nat estaba sentada a mi lado, Steve estaba apoyado en una mesa mirándome impacible y preocupado, yo le daba pequeñas sonrisas para relajarlo pero sólo lograba un suspiro de su parte.

—He analizado tus pruebas de sangre desde ayer—la voz de Bruce hace que todos lo miremos.—y he llegado a la misma conclusión—hizo una mueca.

Tony giró la pantalla casi que transparente mostrando en ella una especie de cadena de ADN.

—Prácticamente lograron mutar tus células, combaten entre sí haciendo que todo fusione en una energía, casi pura—Banner no oculta la sorpresa por sus propias palabras, aunque sé que hay algo más.

—Es increíble lo que te transmitió el cetro—dice Tony apuntando la pantalla.—tu ADN está totalmente alterado. 

Bruce camina hacia mí.—La energía del cetro corre por tus venas, se ha amoldado a tí de una manera tan perfecta, que entiendo el éxito de Strucker.

Tragué saliva al ver cómo me hacía una seña para que tocara la parte de abajo de mi brazo. Sabía lo que significaba, ahora entendía un poco más.

Hice lo que me pidió. Inmediatamente las venas fueron marcándose aún más en un color azul vivo y resplandeciente, con algunos toques amarillos, blancos, rojos. Se veía tan brillante, logró cautivarme. 

—Cuando recuerdas, la misma energía combate alavés en ese momento. Hace que tú cuerpo se debilite gracias a la cantidad de fuerza y potencia que utiliza la energía para bloquear dichos recuerdos—explicó.

—Quedamos en el mismo punto. Significa que si recuerdo todo, terminaré muriendo igual porque mi cuerpo no resistirá la energía—solté un poco frustrada pasando mi mano por mi brazo para que mis venas volvieran a su estado normal.

Ésto era un laberinto sin salida.

—Aún podemos buscar soluciones. Lo que experimentaron contigo me recuerda muy bien al suero del super soldado y a mí intento de recrearlo—las palabras de Bruce sonaron cómo si quisiera convencerme de que podría haber algo positivo en todo ésto.

—Éste es el problema Bruce. ¡Ésto va más allá de la ciencia!—exclamé agitando mis manos en un gesto desesperado.

Inmediatamente la punzada en mi cabeza se hizo presente, obligándome calmarme un poco.

—¿Cómo estás tan segura? Sólo necesitamos el cetro y...

—¿Y qué?—interrumpí las palabras de Tony ocacionando que frunciera levemente el entrecejo por lo severo de mi voz.—sólo hay un 50-50 por ciento de probabilidad de que funcione o no lo que sea que el cetro haga por mí. No hay nada seguro en ésto. ¡Ni siquiera sé si el Padre de Todo pueda ayudarme!—apreté los dientes. 

Mi estabilidad dependía de la marea del océano. Si la marea estaba baja, tenía esperanza, ilusiones, positivismo. Pero cuando la marea sube, la desesperación sale a la luz consumiendome.

La hija de Stark •2•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora