|Capítulo 9: "Los polos opuestos"|

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Natalia Cooper


Hay momentos en que decaes porque tu propia mente te hace ver cosas que pueden ser ciertas como también no, y luego están las verdaderas, las que son relatadas en hechos reales haciendo que cualquier duda desaparezca en cuestión de segundos.

La mañana de un jueves se me paso por alto, haberme quedado a dormir con Gabe fue una de las cosas a las que le hecho completamente la culpa de haber llegado tarde a mi primera clase con el profesor más intenso del instituto. Aunque desperté con una sonrisa cuando Gabe beso mi frente, no podía pasar por alto que llevábamos diez minutos de retraso para la primera clase. Aunque me sintiera más aliviada de saber que Grace, su novia no es más que algo por conveniencia no es me alegre, pero al menos sé que no tengo que preocuparme por una desquiciada. Por lo tanto, he de admitir que ayer sucedieron ciertas cosas que lo logre procesar, estuve tan cerca de Gabe que me costaba describir lo que estaba sintiendo, y la escena donde estaba sobre su regazo no se borra de mi mente por mucho que lo intente.

Corro por los pasillos solitarios del instituto y freno abruptamente en la puerta del aula de física, respiro agitada y trago saliva nerviosa tratando de mantener la compostura pero se me es imposible cuando el profesor Durance me ve por encima del pequeño vidrio de la puerta y me da una mala mirada, acabo de interrumpir su clase y eso es algo que el odia por completo.

— Llegas tarde Cooper  — espeta y muerdo mi labio inferior incomoda observando el aula y a varios estudiantes fijándose en mí. Veo a un chico cuyo nombre no recuerdo pero sé que es muy amigo de Gabe y vuelvo a fijarme en el profesor Durance que hace una ademan.

— Lo siento profesor — murmuro viendo que rueda sus ojos cuando me acerco a un asiento libre al lado de una chica pelinegra que desconozco pero en ocasiones y en varias clases la he visto.

Saco mi libreta y mis lápices para luego dejar el bolso en el suelo. Un suspiro escapa de mis labios cuando comienzo anotar lo que se encuentra en la pizarra sintiendo la mirada del profesor Durance puesta en mí, y estoy completamente segura de que va a indicarme más tarea por mi falta de puntualidad.

— La clase de doy daremos un repaso sobre clases pasadas, y por ella empezaremos sobre las ley de Ampere, la cual expresa la diferencia de polos y por consiguiente su atracción — comenta paseándose por el aula — ¿Alguien podría decir algo al respecto? — 

— Que se atraen — respondió un chico con ironía que se encontraba al final del salón con la mirada puesta en un libro de ficción.

— No solo eso, hay algo más, algo que la mayoría de ustedes no son capaces de decir ¿Quién me lo puede decir? — sin saber exactamente a lo que se refiere solo alzo mi mano y asiente para darme la palabra.

— Supongo que se refiere al hecho de que aunque los polos sean opuestos y se atraigan, si se juntan se repelen eliminando cualquier rastro de atracción — contesto viendo una sonrisa en el rostro del profesor de Física.

— Es una buena respuesta Cooper, claro que se denomina dentro de la rama de mi estudio, que la atracción se encuentra en la diferencia de polos y tienen una intensidad bastante alta — continua golpeando una lapicero sobre la palma de su mano.

— ¿Eso quiere decir…? ¿Qué si dos personas no tienen nada en común pueden estar juntas? — pregunto una chica de los primeros asientos haciendo que el profesor haga una mueca dudosa.

— En la mayoría de los casos, si pueden estar juntas. Pero eso no garantiza que duren para siempre — responde el profesor y muerdo el interior de mi labio intrigada — la atracción es como una cuerda elástica, no se rompe pero con el tiempo se desgasta — afirma y mi intereses comienza a abordarme.

Mi Mejor Amigo © (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora