|Capítulo 8: "La noche"|

9.9K 497 199
                                    

Gabe Clark


Conservaba tan solo unos minutos dentro de la cocina de mi casa. No me apetecía seguir con Wesley y su obsesión con jugar Call Of Dutty, estaba enojado con él y con Nat por no haberme dicho aquello que estaban ocultando por lo que minutos después de no haberle sacado información a Wesley, me regrese a casa llevándome la sorpresa de que no solo Nat me oculta lo que paso, sino que incluso hasta mi madre sabe y hay una verdad de por medio que ninguna de las dos se ha atrevido a decirme en los dos minutos que formule mi pregunta.

— ¿De qué verdad hablan? ¿Y que me tienes que decir Nat? — vuelvo a preguntar viendo que mi madre alza su taza de café llevándola a sus labios, le da una mirada a Nat con nerviosismo mordiendo el interior de sus labios.

Al entrar las escuche, y aunque la curiosidad me estaba abordando intente no escuchar nada con respecto a lo que hablaban, pero escuchar mi nombre fue la señal de que debía de saber que estaban hablando, no pude escucharlo todo, pero me alegra haber escuchado las palabras de mi madre.

— ¿Podrían decirme lo que está sucediendo? — inquiero enojado viendo que Nat le da una mirada a mi madre buscando ayuda de su parte. Sin embargo, cuando nota que la estoy viendo me mira con las mejillas coloradas dedicándome una sonrisa llena de nerviosismo.

— Gabe ven a saludar a tu madre — me acerco hasta la mujer de cabello castaño, y su perfume me inunda las fosas nasales cuando dejo un beso en su mejilla sin dejar de ver a Nat — Te explicaré... — mi madre se ve interrumpida por Nat.

— Yo se lo diré — cuando me separo de mi madre veo que Natalia se levanta al igual que mi madre con una expresión llena de absoluta sorpresa.

— ¿Estas segura de que...? — le pregunta llena de conmoción y algo de nervios. Dejándome claro que lo que está sucediendo es algo más importante de lo que parece.

— Si mamá, Natalia me va a decir lo que está pasando — sin seguir alargando más la conversación tomo la muñeca de Nat guiándola en dirección hacia el umbral de la cocina.

Me da una mirada seria a la manera brusca en que la llevo hacia mi habitación pero la ignoro por completo, el único que debe de estar molesto soy yo. No he tenido a mi mejor amiga como quiero, y para peor desde que llego no ha hecho nada más que evitarme y hacerse la desquiciada para no estar conmigo. La conozco más de lo que ella piensa, y que me oculte algo que tiene que ver conmigo acaba de encender la bomba que llevo días creando. Abro la puerta de mi habitación y ella entra observando cada rincón, pero en especial la ventana que da hacia la calle, aprovecho la oportunidad y cierro la puerta con seguro dejando la llave debajo de la alfombra debajo de la cama.

— Puedes comenzar a relatarme todo lo que tengas que decirme Natalia Cooper — se gira abruptamente dándome una mala mirada. Me acuesto en mi cama pasando mis manos por mi nuca para ver que se acerca hasta sentarse en la orilla de mi cama.

— No me gusta que me llames así — enfatiza en un murmullo haciendo un mohín de desagrado.

— Estoy enojado contigo Nat, últimamente ya no sé qué te pasa, así que empieza por decirme de una vez la verdad y sin mentiras, porque se cuándo mientes — advierto viendo que reprime una sonrisa pasando su lengua por sus labios.

El escote de su vestido me deja ver un poco la piel de sus senos y sus piernas desnudas, intenta no verme y aprovecho para poder ver lo hermosa que se encuentra, con solo tener una prenda puesta. Mis ojos recorren sus piernas y la curiosidad de saber si lleva aquel tatuaje me invade, ¿Aun lo conserva después de tantos años?

— Gabe, lo que tengo que decirte no quiero que ocasione ningún problema, y menos con nuestra amistad, así que prométeme que no vas hacer una locura — me siento sobre la cama acercándome a ella.

Mi Mejor Amigo © (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora