|Capítulo 20: "Ella Lo Es Todo"|

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Gabe Clark

Los primeros días después del hospital fueron una completa tortura para alguien que debía entrenar lo suficiente para poder pasar a las semifinales de la temporada de este año. Sin embargo, no poder hacer brazos me frustraba lo suficiente y no me gustaba. Mi madre se ha tomado la rígida tarea de hacerme ingerir mil y un pastillas durante las dos últimas semanas de clases, en las cuales no pude asistir en los últimos juegos, en donde por suerte y asamos a las semifinales. Me molesto no haber podido participar ni mucho menos haber tenido una estrategia de juego para ese momento porque en entrenador me había excluido, y no tenía nada más que hacer que estudiar para los exámenes finales del trimestre.

Se había dado por terminada las clases y la época navideña había llegado trayendo consigo lo mismo de siempre, mi madre en casa todo el día trayendo a sus amigas del trabajo a beber vinos, mis constantes salidos con Wesley por todo el estado de Arizona, y las visitas de mi padre. Luego de responderle un mensaje a Wesley confirmándole la salida a la casa de Guss por unas cervezas, alzo mi rostro y mis ojos se fijan en la ventana, justamente en la casa del frente. Respiro profundo al ver la puerta de la entrada abrirse, y seguido una cabellera castaña oscura sale de la casa con su móvil en mano, sonriendo divertida mientras siento una espina clavarse en mi pecho.

Lleva una minifalda negra con medias blancas hasta sus pantorrillas, zapatos deportivos y una camiseta blanca. Sus piernas relucen debido al sol de la tarde, la falda se mueve con la brisa y me quedo sin aliento al ver su cabello caer por su espalda, para seguido subir a su auto y desaparecer de mi vista, dejándome la gran intriga de saber que lleva bajo esa pequeña faldita.

- ¡Gabe, llego tu padre! - el grito de mi madre me hace desviar mis pensamientos de Nat, y me retiro de la ventana saliendo de la habitación.

Escucho risas de fondo en la sala y alzo un poco la comisura de mis labios. Aunque mis padres estén separados entre ellos siempre ha habido una gran comunicación, son amigos antes que todo y eso es admirable.

Mi padre, alto y fornido, con la misma cabellera y los ojos oscuros me observa sonriente con una taza de café descremado en sus manos. Mi madre, mira a Lewis divertida y me guiña un ojo regresando a la cocina. Mi padre palmea mi espalda en un corto abrazo y me invita a sentarme a su lado en el sillón.

- ¿Qué tal va todo? - pregunta frunciendo sus cejas - pensé que estarías contento de pasar la navidad con tu padre y solo te veo pensativo - no respondo - ¿Qué te sucede, Gabe? -

- Quisiera saberlo - respondo mientras en mi mente yace plasmada la sonrisa de Nat y ese maldito beso que en ocasiones no me deja dormir.

- Listo, ya lo se... Es una chica - afirma y giro mi rostro con una sonrisa divertida al verlo siendo tan asertivo.

Suspiro sin saber que palabra articular con todo lo que ha dicho. Cierro los ojos unos segundos y su cuerpo se plasma en mi mente, como si fuera una linda escultura. No le he enviado ni un mensaje y todos los días la veo salir de su casa mientras me niego a querer hablar con ella. No me gustaba estar alejada de ella, es mi mejor amiga, pero que este enamorada de mi, me hace querer alejarla hasta que su enamoramiento pase.

- Esta enamorada de mi y yo no... - respondo pensativo fijando mi mirada en la tv encendida.

- ¿Estas seguro de que tu no estas enamorado de ella? - inquiere y separo mis labios para responder, sin embargo no lo hago - Porque alguien estuviera enamorado de ti, estoy seguro que te daría igual y no estuvieras pensando en ella todavía... ¿Cuándo paso todo esto? - muerdo mi labio inferior negando suavemente.

- Hace como un mes... - afirmo haciendo una mueca - y me gusta, maldita sea papa me gusta mucho esa chica, pero así como ella me lastimó, yo también lo hice -

Mi Mejor Amigo © (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora