NATALIA COOPER.
Me encontraba sacando la ropa que me faltaba para meter en las maletas, mientras seguía ordenando lo que me faltaba para poder terminar y descansar un rato. Gabe se había ofrecido a ayudarme, ya que había pasado conmigo toda la parte, e incluso la noche porque es mentira que se quedara en su casa sabiendo que me voy mañana.
- Mira lo que encontré.
Salió del armario sonriendo con una de mis bragas de corazoncitos, reía mientras la tenía en su mano. Maldición... ¿hasta cuándo dejara de burlarse? Pues... ¡Nunca!
- Pensé que nos habíamos deshecho de estas bragas...
Lo mire forzando una sonrisa, el solo negó y se acostó en la cama poniendo la braga en su rostro... Qué vergüenza.
- Gabe quítate eso...
- No, huele delicioso, huele a ti.
Negué y el vio lo sonrojadas que se encontraban mis mejillas, yo solo seguí guardando la ropa que me sobraba en la cama. Mientras veía como seguía acostado con las bragas en su rostro.
- Esta se quedan conmigo... así recordare las cosas pervertidas que me hacías.
- ¿Dónde está el Gabe cursi? Lo prefiero a el más que a tu mente sádica.
Él se quitó la braga y me miro enarcando una ceja.
- Mi sádica mente te ha llevado a las nubes muchísimas veces, así que no te quejes de ella.
Reí y termine de guardar todo cerrando las maletas y poniéndolas a un lado de la habitación. Me subí hasta quedar encima de su regazo levantando su camisa para acariciar su abdomen. El levanto la braga de su rostro sonriéndome.
- ¿Quieres jugar?
Asentí como una niña pequeña llevando mi dedo a la boca para chuparlo.
- Amo cuando te pones así... lo haremos toda noche porque mira que no dejare que te vayas sin antes hacerte mía unas cinco, diez o quince veces.
Reí a lo que lo bese para empezar ese juego que tanto me encantaba. Quite su camisa mientras empezaba a moverme sobre su entrepierna quien se estaba calentando. Quite mi camisa dejando al descubierto mis senos, bese su cuello mientras sus manos se metieron debajo del short de pijama para apretar mi trasero. Sonreí mordiendo su labio inferior. Me levante para quitar los shores por completo y quedar totalmente desnuda sobre él. El por su parte se había quitado los pantalones, mientras yo seguía frotándome contra su entrepierna sintiendo lo dura que estaba lo besaba mientras escuchaba los gemidos que salían de su boca.
- Maldición Nat...
Susurro, y metí una mano en su bóxer sacando su duro miembro, mientras el calor nos invadía, el solo se hundió en mí, sabiendo que si yo llevaba el control lo haría sufrir. Porque él es rápido y lento... ¿pero yo? Yo soy es una tortuga. Los gemidos se escuchaban por toda la habitación junto con los "te amo" que ambos soltábamos a cada instante. Eso era es mismísimo cielo.
***
- Debemos irnos Nat o perderemos el vuelo.
Grito mi padre a lo que yo asentí y baje junto con Gabe y las maletas...
- Oye papa... ¿Dónde pásate la noche?
Mi pregunta lo puso incomodo a lo que yo sonreí picara mirándolo.
- P-pues e-estuve con mi amigo, ya te dije.
Lo fulmine mientras sonreía mirándolo.
- Si claro... en fin vámonos.
Nos subimos al auto de Gabe quien nos llevara al aeropuerto, al principio estaba triste de todo, pero luego se puso feliz cuando le dije que todo estaría bien y que en menos de lo que canta un gallo estaríamos juntos otra vez.
- Felipe recuerda lo que hablamos...
Susurro Gabe pensando que yo no lo iba a escuchar, pero lo escuche así que ya no hay vuelta atrás y mi curiosidad ya estaba presente...
- ¿Qué cosa?
Pregunte a lo que los dos se sonrieron cómplices...
- Cosas de hombres hija...
Asentí sin creerles, porque si no me querían decir es por algo... ese cuentico de que cosas de hombre no me lo creo. Cuando Gabe estaciono en el aeropuerto sentí mi corazón encogerse, porque el vuelo salía en una hora y ya debíamos embargar lo más seguro... Gabe nos ayudó a bajar las maletas, mi padre se había despedido de él, y me dio espacio para que me despidiera a solas.
Pero no sucedió ya que el grito de los chicos corriendo por la entrada del aeropuerto nos interrumpió, vi el rostro de Gabe en un puchero y bueno yo ni se diga. Todos venían hacia mí y Dana me abrazo.
- Te voy a extrañar amiga... puedes llamarme para cualquier cosa que necesites.
Asentí a lo que ella sonrió feliz. Wes se acercó a mi diciéndome que cuidaría mucho de Gabe y que no lo llevaría a bares de mala muerte, lo cual me hizo reír, Dash me había dicho que cuando regresara fuera a verlo primero a él y no a Gabe, Guss... bueno Guss estaba llorando como el dramático que es, Jess me pidieron que no perdiéramos contacto entre todos, y Fred me deseo un buen viaje y que me iría a visitar algún día a lo que yo solo asentí.
- Ya que terminaron, déjenme despedirme de mi novia.
Todos rodaron los ojos murmurando un par de cosas hasta que al final se fueron dejándome a solas con Gabe... me abrazo a lo que yo pase mis brazos por su cuello, me sonría algo triste, y lo entendía ya que me iría a otro continente.
- Recuerda siempre que eres lo más maravilloso que tengo, pase lo que pase debes de decirme por facetime, yo estaré para escucharte y apoyarte siempre que me necesites, si es de tener sexo por facetime lo tenemos, nada es imposible princesa.
Sonreí mientras lo miraba, sabía que a pesar de todo estaríamos bien por un tiempo.
- Cuídate mucho, prométeme que no harás ninguna locura, y que no te me pondrás triste.
Alzo su mano derecha.
- Lo juro por mi futura esposa que está enfrente de mí.
Reí mientras dejaba un beso en sus labios.'
- Te amo.
- Y yo a ti mi princesa.
Junto nuestros labios en un beso tierno mientras me apretaba así cuerpo, al principio pensé que me iba asfixiar pero después me di cuenta de lo difícil que era para los dos.
- ¿esto es un adiós?
Su pregunta me tomo por sorpresa pero automáticamente lo negué.
- Esto es un hasta luego, porque nunca me iré para siempre... mí siempre será contigo...
- Por el resto de nuestras vidas...
- Por el resto de nuestras vidas...
***
¡La verdad no tengo nada que decir! ¡Muero de amor con esta pareja!

ESTÁS LEYENDO
Mi Mejor Amigo © (EN EDICIÓN)
RomanceMe gusta mi mejor amigo. ¿Podré ser valiente y decirselo? ¿Que pensará él respecto a esto? ¿Me recibirá con los brazos abiertos? ¿Le gustaré? ¿Estaremos juntos? ¿Tendremos una relación? Muchas preguntas me tenían loca, pero solo una me atormentaba...