Amor por casualidad

Capitulo 4

Hablaron un poco más y llegó la comida. Mientras se alimentaban, continuaron la conversación, pero esta vez hablaron sobre sí mismos, necesitaban conocerse más. Peter terminó y bebió el resto del jugo. Se metió la mano en el bolsillo y sacó un paquete de cigarrillos, como siempre hacía una vez que terminaban las comidas. Se había acostumbrado a fumar a los veintiún años, sabía que no estaba sano, pero no le importaba. Abrió el paquete y sacó un cigarrillo, miró a Lali y sonrió levemente.

- ¿Te importa? - Preguntó mostrando el cigarrillo, pareció un poco sorprendida. - No Sacudió la cabeza ligeramente.

Lali se sorprendió de que fumó. Tan guapo, tan inteligente, agradable, realmente tenía que tener un defecto. El hábito de fumar para ella era extraño, ya que casi no tenía contacto con los adictos al tabaco. Ella lo vio tomar el encendedor y poner el cigarrillo en su boca, presionándolo entre sus labios. Pronto su punta se encendió y se guardó el encendedor en el bolsillo. Peter tragó el humo y se quitó el cigarrillo de la boca entre los dedos, cerró los ojos y se recostó en la silla, soplando lentamente el humo hacia arriba. Podía ver lo placentero que era este acto para él y claramente relajante.

-Espero que el humo no te moleste. - Comentó tan pronto como la miró de nuevo.
- No. - Miró a su alrededor. Es un área abierta.

- Sí, no me gusta fumar en el interior cuando estoy con otras personas. - explicó.

- No tengo la costumbre de estar cerca de personas que fuman, debido a personas que conozco, casi nadie tiene este hábito. - Dijo y tomó un sorbo de jugo.

- Prometo que nunca me quedaré adentro fumando a tu lado. - Él sonrió levemente.

Ella le devolvió la sonrisa y habló un poco más. Lali le dio su dirección, ya que a partir de entonces se encontrarían  más veces. Peter hizo los arreglos para recogerla de su casa el día de la cita y siempre llamaba para ver cómo estaban ella y el bebé. Antes de levantarse para irse, apagó el cigarrillo en el cenicero y la miró.

- Lali, necesito hablar sobre la boda. - Apoyó los antebrazos sobre la mesa.

- ¿Qué paso? -  Ella lo miró con curiosidad.

- El certificado llegó a mi casa hace unos tres días. Iba a llamarte, pero prefiero esperar a que me des las noticias sobre tu embarazo.

- ¿Qué haremos ahora? Estamos casados. - El suspiró.
- Tenemos que cancelar la unión. Hablaré con mi abogado esta semana y luego te diré lo que hará falta.

- Todo bien. - Se puso el pelo detrás de la oreja. - Tengo que terminar un trabajo.

- Yo también tengo que ir, tengo una reunión esta tarde en la radio.

Peter pidió la cuenta, dejó la plata ahí y la acompañó al auto. Se despidió besándola en la mejilla. Por un momento deseó poder sentir sus labios, tal como lo había hecho en la noche que pasaron juntos, y desafortunadamente no recordó nada. Se metió en el auto y lo vio dirigirse hacia el suyo. Pronto tomaron diferentes caminos, pero pronto se encontrarían, porque tenían todo un futuro por resolver.