Capitulo 5

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Al día siguiente, por la mañana, mientras iba a trabajar, se detuvo en un puesto de periódicos y compró una revista sobre bebés. Ese sería el primer paso para tratar de entender un poco este universo en pos de su objetivo: ser un buen padre. Hizo su programa, almorzó y se sentó en una sala de estar, sentado en el sofá, leyendo la revista mientras escuchaba el programa de Tincho. Había acordado con su amigo que lo esperaría allí para que pudieran hablar. Estaba tan distraído leyendo que no vio la puerta abierta y su amigo apareció en la sala de estar.

- ¿Qué estás leyendo, Peter?
-  Preguntó con curiosidad ¿Te falta mujer? Porque si es así, tenemos una pequeña fiesta que ir. Ori tiene una prima que creo que te va a gustar. - comentó después de cerrar la puerta.

- No me importa su prima. - cerró la revista - Tengo algo serio que decirte.

- No, no..¿Dirás que eres un maricón y que ya no te gustan más a las mujeres? -  Él se cruzó de brazos.

- Ajam, tan maricón como para dejar embarazada a Lali. - Fue directamente al grano poniendo la revista en el sofá.

- ¿Qué? - Los ojos de Tincho se abrieron supresos.

- Así es, Tincho. - Se recostó en el sofá. - Lali está embarazada y yo soy el padre.

- ¿Pero como asi? - Preguntó confundido - Me habías dicho que no existía esa posibilidad.

- Lo hubo, y ella lo confirmó. -
Cerró los ojos.

- Aparentemente, el viaje a Las Vegas fue bueno. - sonrió llevantando las cejas - ¿Has estado entrenando el objetivo, no?

- Deja de bromear, boludo. -
Dijo todavía con los ojos cerrados - No recuerdo nada esa noche, de hecho, recordé algo. Era una imagen mía cargando en mis brazos a Lali, aparentemente estábamos entrando en la habitación.

- ¡Eso es una locura! - Se recostó contra la pared. -Te Quedaste con una mujer hermosa como ella y no recuerdas lo que pasó? - Él negó con la cabeza.

- Sí ... - Se pasó una mano por la cara suspirando - Me gustaría poder recordar. Solo creo que cuanto más lo intento, más difícil se vuelve.

- Necesitas dejar de forzar. Tu cerebro está bloqueando. Cuando menos lo esperes, los recuerdos vendrán. - se acercó a Peter - Por eso la revista sobre bebés. - tomó la revista en el sofá.

- Sí, mi amigo, las cosas serán diferentes ahora.

- Mucho. - Él se movió en el sofá.

- ¿Y cómo te sientes? Feliz ¿Con miedo? - Tincho se sentó a su lado.

- Feliz, por supuesto. - sonrió levemente - seré padre, es imposible no ser feliz. Pero también tengo un poco de miedo de no estar lo suficientemente preparado, no saber cómo criar a mi hijo adecuadamente. - Se rascó la perilla.

- Estas cosas solo las aprendemos cuando suceden, cosas de papá por primera vez. - Él le palmeó la espalda.

- Sí, debes estar en lo cierto. - lo miró - ¿Y Ori? Todavía en estás en ese Dilema?

- Aún así. - Tincho suspiró - Ella es dura...¿ves?

- Lo hace difícil. - sonrió - Pero sigue intentándolo, no te rindas.

- Pero no me rindo, vale la pena intentarlo. - Él le entregó la revista. - Aquí, eso es tuyo. Necesitarás leer mucho.

- Ni siquiera me lo digas. - sonrió y tomó la revista - Ahora me tengo que ir. - Se levantó. - La llamaré más tarde y averiguaré cómo están las cosas.

- Todo bien. ¡Suerte y hasta luego!

Peter salió de la habitación y se fue directamente a su casa, deteniéndose en el supermercado para comprar algunos bocadillos y refrescos. Llegó a casa, se duchó y se sentó en el sofá. Levantó el teléfono y llamó a Lali, quien respondió al segundo timbre.

- hola

- Hola Lali, soy Peter. - se identificó a sí mismo.

- ¿Hola Cómo vas?

- ¿Bien y tu? ¿Como te sientes? -
Preguntó preocupado.

- Estoy bien, no me sentí mal hoy. - sonrió - Gracias por preguntar.

- No tienes que agradecerme por eso, Lali. - Sonrió - Mañana pararé allí por la mañana para ir a la cita.

- Yo te espero.

- Te dejaré descansar hasta mañana, adiós.

- Hasta mañana, Peter.

Amor por casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora