Capitulo 6

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Colgaron el teléfono y él se levantó para recoger las fichas que había comprado mientras ella estaba sentada en el sofá, todavía sosteniendo el teléfono en sus manos, recordando su sonrisa el día anterior cuando lo vio en la radio. No recordaba haber visto a un hombre más guapo que él, de una manera sexy, incluso mientras fumaba. Peter podría convertir incluso algo malo en algo maravilloso a la vista. Tenía que dejar de pensar en él. Él era el padre de su hijo, pero eso no significaba que tendrían una relación de amor. Estaban juntos por casualidad, y él estaba allí, preocupado, solo por el bebé.

Por la noche no podía dormir y se recostaba en la cama. Se sentó allí pensando mientras acariciaba su vientre y las imágenes de Peter vieron en su mente. Ella lo vio sonriendo en el estudio, en el restaurante, fumando relajado en su silla, su suspiro de placer mientras disfrutaba de su cigarrillo y su increíble cuerpo con brazos musculosos. Las imágenes de él riéndose se formaron en su mente, como un restaurante de casino, ella se llevó un vaso a la boca. Pronto la imagen de él sin camisa, pasando sobre ella y besando su cuello, la hizo cerrar los ojos y temblar. Inmediatamente tomó su mano y le acarició el cuello. Estas imágenes parecían un recuerdo de la noche en que se acostó con Peter. Abrió los ojos y su cuerpo estaba ardiente de deseo, tal vez las hormonas del embarazo la harían así. Prefirió levantarse y darse una ducha caliente para relajar su cuerpo y ver si se acercaba el sueño.

Por la mañana, Peter condujo a su casa, siguiendo la dirección a través del GPS del automóvil. Llegó al edificio donde vivía Lali, dejó el auto estacionado en frente y encendió la alarma, entrando y subiendo al piso donde ella vivía. Tocó el timbre y esperó con las manos en el bolsillo. Vio que se abría la puerta y apareció Lali, vestida con jeans lavados, una sandalia plana amarilla y una blusa a juego. Su cabello estaba atado en una cola, dejando su cuello libre para que él pudiera mirar. Deseó poder sentir su piel con sus labios, rozándolos alrededor de su cuello, oliendo su aroma, que incluso desde lejos notó que era muy suave.

- Buenos días, Lali. - Él sonrió cuando la vio.
Hola Peter. - sonrió - Buenos días

- ¿Listo todavía?

- Sí, solo voy a busca a mi bolsa.

- Yo te espero.

Ella cerró la puerta y él pudo ver la habitación bien decorada, muy acogedora y con toques femeninos. A Lali parecía gustarle las flores. Pronto ella regresó con la bolsa blanca en la mano y él la vio cerrar la puerta con llave y ambos bajaron al auto. Peter le abrió la puerta, rodeó el auto y entró. Tan pronto como arrancó el motor y puso el vehículo en movimiento, vio que Lali extendía la mano y recogía la revista que había dejado en el tablero.

- ¿Qué es esto, Peter? - Dijo mirando la revista sobre bebés.

- Estoy leyendo estas cosas. - Le explicó - Como no sé nada sobre bebés, decidí comenzar así.

- Me alegra que estés tan interesado en ser un buen padre. - sonrió - ¿Aprendiste algo?

- Aprendí varios. - Él le sonrió, sosteniendo el volante y mirando hacia adelante. - Por ejemplo, el bebé en el útero duerme de 18 a 20 horas al día.

- Yo no sabia de eso. - Abrió la revista - Creo que también necesito leer un poco, además, el médico nos dará mucha información.

- Quiero saber todo para poder ayudarte durante este tiempo.

Llegaron a la oficina y se sentaron en la sala de espera hasta que fue el turno de Lali. Cuando la recepcionista dijo que podían entrar, Peter la llevó con la mano en la espalda y abrió la puerta, dejándola entrar antes. El doctor los saludó y ambos se sentaron frente al escritorio del doctor.

- Hola, ¿cómo están los papás? - La mujer de mediana edad preguntó.

- Bien. - respondió Lali.

-Es tu primera cita, ¿no es así, Mariana? - preguntó la doutora ź mirando el archivo.

- Es si. - Ella confirmó.

- Luego le pediré una serie de pruebas para que sepamos cómo está y la salud de su bebé. - Comentó - Por ahora quiero hacer un ultra para saber cómo está el desarrollo del feto. Puedes acostarte en la cama, Lali.
- Miró a Peter. - Y tú, papá, puedes estar a su lado.

Lali se levantó, seguido de Peter y la médica colocó una silla junto a la cama para que el Peter pudiera sentarse. La doctora Robins se frotó el gel en la panza y encendió la máquina. Sintió que hacía frío y tembló un poco, pero su piel pronto se acostumbró a la temperatura. El monitor mostró manchas que no entendió, pero sabía que su hijo estaba allí. Ella sonrió, a pesar de que no podía ver nada claramente, pero el hecho de que fuera su imagen allí ya la conmovió. Peter parecía curioso y bastante concentrado, como si tratara de entender lo que estaba sucediendo en esa imagen, pero sin duda era como ella, totalmente perdido. Él sonrió feliz a pesar de que no podía entender nada.

- El feto crece a su tamaño normal, se está desarrollando bien. - comentó la doctora - Pero tengo una duda.

- ¿Qué duda, doctora? - Peter preguntó con prontitud.

- No puedo estar segura todavía, porque es en las primeras semanas. Pero existe la posibilidad de que sean gemelos. - Comentó mientras los miraba a ambos.

Amor por casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora