Capitulo 44

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Durante una exposición de las pinturas de Lali en una galería, fue honrada por muchos otros artistas y personas comunes que apreciaban el arte. Peter estaba allí, pero un poco alejado, después de todo, este era su momento y también se había ocupado de los gemelos que ahora tenían dos años.

Santino y Allegra caminaban de lado a lado, ya que tenían mucha curiosidad y todas esas imágenes llenas de colores llamaron su atención. Peter no tuvo tiempo de mirar a su esposa, porque si quitaba la vista de sus hijos por un segundo, el caos se produciría. Sabía que Lali era maravillosa, con un brillo en los ojos y totalmente satisfecha con el éxito de sus pinturas y Peter, por su parte, estaba feliz de ver a su esposa de esa manera. Esos pensamientos lo distrajeron y causó confusión.

- Peter! - escuchó la voz de Lali, haciéndolo "despertar" de sus pensamientos - ¡Mira a Santino poniéndose el llavero de su auto en la boca!

- Lali, solo soy uno, ¡son dos! - dijo yendo a su hijo.

- ¿No dijiste que eras bueno de puntaria? - le sonrió al recordar una cita - ¡Ahora aguanta!

Peter sonrió con ella y tomó el llavero de las manos de su hijo colocándolo dentro del bolsillo de su pantalón. Allegra ya había comenzado a correr hacia la otra esquina y fue tras su hija, pero Candela tomó a su ahijada en su regazo antes de que pudiera acercarse.

- Déjame ver a mi ahijada. - Comentó mirando a Peter - Antes de que te vuelvas loco con ambos.

- No sé cómo Lali puede manejarlos sola. - Suspiró - Es muy difícil mantener tus ojos en ellos todo el tiempo.

- Los niños nos ciega, si nos detenemos a parpadear, algo sucede. - comentó Candela.

- Por eso creo que solo deberíamos tener un hijo, ¿verdad, mi amor? - Tincho se acercó a la novia.

- Exactamente - Ella sonrió.

- Quiero ver si caen en la misma situación que la mía y descubrir que serán gemelos. - Peter rio.

- Entonces Tincho tendrá que darse la vuelta. - Candela besó la cara del novio.

- Mira, dan mucho trabajo, pero son mi tesoro. - comentó orgulloso de los niños.

- Yo tambien. - dijo Lali acercándose a ellos y abrazando a su esposo.

- Finalmente un tiempo para tu eterno boyfriend. - Peter la abrazó con el otro brazo, ya que sostenía la mano de Santino.

- Qué marido tan necesitado hiciste, Lali. - comentó Cande en broma.

- ¡Él es lindo! - Lali le dio un beso a su esposo - Tomé un descanso para quedarme aquí.

- Vamos, amor. - dijo Cande a Tincho - Hagamos que la pareja se sienta cómoda.

- Puedes darme este pequeño aquí. - Lali extendió la mano para recoger a su hija.

Allegra pronto se acurrucó en el regazo de su madre, apoyando su mejilla en el hombro de Lali. Peter todavía sostenía a Santino de la mano, y el niño estaba más interesado en mirar sus zapatillas de deporte y los zapatos de su padre, aparentemente notando la diferencia de tamaño.

- Estoy tan feliz de ver que todo esto te sucede, amor. - comentó Peter alisando la cara de Lali.

- Gracias bebé. - sonrió - Tengo que recordar que me diste fuerzas para decidir exponer mis pinturas de esta manera.

- Tienes talento, mi Lali. - Alisó la mejilla de su esposa con el pulgar - Sería un pecado ocultar todas estas maravillosas imágenes.

- Tú eres tan perfecto. - le dio a su esposo un largo besito.

- No puedo esperar para irme a casa. - dijo suavemente después de devolverle el beso a su esposa.

- ¿Para que? - Preguntó ya sabiendo la respuesta.

- Para honrarte de otra manera. - sonrió él.

- Cuando los niños duermen. - Picoteó la barbilla de su esposo - Me encantaría ser honrada por ti.

Ambos se besaron con calma, pero pronto fueron interrumpidos por Santino que estaba tirando de la mano de su padre. Se volvieron y miraron hacia abajo, viendo a su hijo con la cara de alguien que estaba cansado. Lali se movió y Peter pronto tomó al niño en su regazo y Santino hizo lo mismo que su hermana, que prácticamente ya dormía contra el hombro de su madre.

Peter y Lali se miraron, sonriendo felices al saber que su familia era el mayor tesoro que tenían. Se acercó a Lali y le dio un largo beso, sintiéndole mordisquear su labio inferior.

- Siempre te agradeceré por el borracho que me puse ese día que hicimos el amor en Las Vegas. - Comentó poniendo el cabello de su esposa detrás de la oreja.

- Yo también. - Ella sonrió - Mi vida no sería divertida si hubiera comenzado con esa aventura.

- Es bueno que quedaste embarazada, de lo contrario nunca podríamos volver a vernos.

- Qué bueno que mi esposo tiene buena puntería. - Ella sonrió aún más.

Peter se rió de buena gana, causando que Allegra y Santino se inquietaran. Él anidó más a su hijo y Lali hizo lo mismo con la niña. Permanecieron allí hablando durante el intervalo de la exposición, recordando el pasado y la rapidez con que todo había sucedido en sus vidas. Se amaban, se respetaban y sabían que todo ese amor perduraría durante toda su vida. Cuando se despertaron uno al lado del otro esa mañana en Las Vegas, pensaron que era una locura que no debería haber sucedido, pero con el tiempo, se dieron cuenta de que era una locura necesaria.

                    

                         The end

Amor por casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora