Capitulo 14

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Peter abrió el katchup y lo metió dentro de la hamburguesa, exagerándolo un poco. Dejó las papas a un lado mientras comía su Big Tasty y como resultado, terminó ensuciándose los dedos con el exceso de salsa. Lali terminó de comer la manzana y la dejó a un lado, mirándolo a él que tenía la comisura sucia, pero que pronto se fue porque Peter se pasó la lengua, haciendo que Lali se deleitara con el gesto y se mordiera el labio inferior. discretamente Intentando distraerse y escapar de estos pensamientos sobre Peter, decidió robarle algunas fichas, ya que estaba loca por las papas fritas.

- Oye, ¿me estás robando, Mariana? - él pidió implicar.

- Solo unas pocas fichas, no puedes negar eso, soy la madre de tus hijos y estoy haciendo su voluntad. - Se defendió y luego sonrió.

- ¡Golpe bajo! - sonrió juntos

Después de remojar toda su mano con la salsa y dejar que el katchup goteara sobre la bandeja, finalmente había terminado de comer y estaba satisfecho. Pero necesitaba postre, porque estaba acostumbrado. No pudo resistirse y compró un helado, dejando a Lali asombrada de su apetito.

Después del almuerzo, Peter condujo hacia el supermercado más cercano a su casa, mientras hablaba con Lali sobre cosas sin importancia. Cuando la luz se puso roja, detuvo el auto y suspiró, sintiéndose mucho más relajado y olvidando la discusión que había tenido con su padre.

- ¿Estás te sintiendo mejor?-  Preguntó notando su expresión tranquila.

- Mucho mejor, el sexo y Mc Donalds me calman, por supuesto, el cigarrillo también. - comentó sonriendo - Como el sexo no podía resolverse de inmediato, al menos Big Tasty me dejó tranquilo.

Lali no contuvo una sonrisa. Peter jugaba con todo y ese era un detalle que ella admiraba en él.
En el supermercado, empujó el carrito y Lali se adelantó a él. Decidió comenzar con las verduras, luego separó algunas bolsas de plástico y siguió seleccionando las mejores. Peter miró a su alrededor y su atención se dirigió directamente a la sesión de galletas. Él sonrió de inmediato y dejó caer el carrito junto a Lali, caminando por el pasillo lleno de paquetes de galletas. Miró y después de unos minutos, volvió cargado con paquetes de varios tipos y sabores.

- Necesito abastecerme de esa galleta con chispas de chocolate, faltó durante un mes. - comentó poniendo todo dentro del carrito - También necesito mi yogur. - Se golpeó la frente - Se me está acabando el cereal, ¡casi lo olvido!

- Juan Pedro, vinimos aquí para comprar cosas saludables, no tu basura. - dijo Lali poniéndose las manos en las caderas.

- Lali, si ya estamos en el mercado, ¿por qué no hacemos todo de una vez? - Se encogió de hombros - Además, no dejaré de comer las cosas que me gustan.

- Yo no dije eso. - comenzó a recoger zanahorias - Solo quería que me ayudaras.

- No sé cómo elegir estas cosas, sabes que no tengo la costumbre de comprar esto. - se explicó a sí mismo.

- Yo se. - puso la bolsa dentro del carrito de compras - Después de todo, ya terminé de recoger las verduras, vamos a la sección de lácteos. Necesitamos queso ... - dijo ella como si comenzara a hacer una lista mental.

- Y yogur. El insistió.

Peter se detuvo frente al refrigerador, donde estaban expuestos todos los productos que necesitaban refrigeración, y comenzó a buscar la danona a la que estaba acostumbrado. Lali estaba esperando, golpeando su pie con impaciencia, ya que él estaba tardando demasiado en elegir lo que quería.

- Vamos, Peter! - dijo ella sin paciencia - Lleva a cualquiera.

- No, no puede ser cualquiera. - dijo con vehemencia - Tiene que ser Bob Esponja. - dijo sin apartar la vista del refrigerador.

- ¿Cuál es la diferencia? -Lali preguntó confundida.

- Viene con un pequeño juego en el empaque.

Lali se rió entre dientes, sacudiendo la cabeza. Peter tenía una actitud infantil y despreocupada que la deleitaba. Era mucho mejor hablar con él que con aquellos hombres a quienes siempre les preocupaba mostrar lo mejor. Peter era auténtico y no estaba allí buscando ningún tipo de aprobación. Para él, era suficiente hacer lo que le gustaba, sin preocuparse por lo que los demás pensaran. Lali lo admiraba por eso y tal vez esa era una de las grandes razones para disfrutar de su compañía.

- Lo encontré! - Dijo extendiendo un brazo y tomando lo que tanto deseaba.

Amor por casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora