Amor por casualidad

Capitulo 7

Peter abrió mucho los ojos y sintió a Lali agarrar su mano de inmediato y apretarla. Él miró hacia abajo, mirándola a los ojos con una expresión totalmente sorprendida. Ambos realmente no consideraron esta posibilidad. Tenía más miedo porque ni siquiera sabía si podía manejar uno, y mucho menos dos bebés a la vez. Peter miró el monitor y comenzó a preguntarse cómo sería tener dos hijos a la vez. Le gustaba la sensación de ser responsable de crear una vida, sabiendo que sería un ejemplo, que educaría de la forma que creyera que era correcta, y pensó que la tarea de ser padre no debería ser tan difícil.
La Dra terminó el ultrasonido y programó una serie de exámenes para que Lali los hiciera. Peter dijo que la acompañaría, porque no la dejaría ir sola. Como era el padre, seguiría de cerca el desarrollo de su hijo, o tal vez de sus hijos. La posibilidad de que fueran gemelos lo asustó, pero lo entusiasmó mucho. Gracias a Dios, su vida financiera fue excelente, tenía suficiente dinero para darle lo mejor a su hijo, pero temía no poder criarlo adecuadamente. Caminó con Lali hacia el auto, y verla entrar al vehículo le dio más seguridad, porque podía sentir que sería una madre maravillosa.

- Cállate, Lali. - Comentó mientras conducía.

- Estaba pensando que podrían ser gemelos.

- Yo también pensé en eso, ¿te asusta? - Preguntó mirando el tráfico.

- Te da miedo. De hecho, todo me da miedo. - Confesó - Desde el día que me desperté a tu lado en Las Vegas.

- Es correcto. - respiró hondo - Solo que ahora ha sucedido y tenemos que enfrentarlo.

- Yo se. - cerró los ojos - Ya amo a mi hijo, o hijos ... - suspiró - Pero también temo al futuro. Si voy a ser una buena madre, ¿cómo le diré a la gente que estoy embarazada, cómo explicar que fue una aventura ... - Se frotó la mejilla. - ¿Qué pensarán de mí?

- En primer lugar, no tienen que pensar en ti, Lali. - continuó mirando hacia adelante - Eres una mujer independiente, que no le debe nada a nadie, pero si quieres puedes decir que hemos estado juntos por algún tiempo, pero decidiste no decirle nada a nadie.

-¿Y crees que esto funcionará? - Ella lo miró.

- No lo sé, pero no puede ser peor que decirte que tuviste relaciones sexuales con un extraño cuando ambos estaban borrachos, y luego descubriste que estabas embarazada.

- Hablando de esa manera, la historia parece aún peor. - abrazó su propio cuerpo.

- Si miramos los hechos fríamente, eso es exactamente lo que sucedió. Pero nadie tiene nada que ver con eso. - Levantó una ceja. - A menos que tengas que decirle a tus padres.

- Yo tengo. - Respondió directamente, aún más asustada de lo que les diría.

- Así que creo que es mejor que mientas, Lali. No es bueno decir nuestra verdad. - sugirió él.

- Lo sé, he estado pensando en eso. - Cerró los ojos otra vez.

Cinco minutos más y Peter se detuvo con el auto frente a su departamento. La condujo hasta la puerta y Lali lo invitó a entrar. Tenía que acostumbrarse a estos detalles, ya que tendría un hijo con Peter y estaría muy involucrado en su vida. Sentado en el sofá, respiró hondo y ella se sentó a su lado.

- ¿Qué hay de tus padres? - Él la miro.

- Realmente no quería decir la verdad. Quería distorsionar los hechos.

- ¿De que manera? Has pensado?- Preguntó con curiosidad.

- No lo sé...

- Mira, Lali. Solo se me ocurre una idea en este momento. - Se acomodó más en el sofá, sentando el cuerpo un poco al lado - Digamos que somos novios.

- ¿Qué? - Se asustó con la idea.

- Piensa en eso. - Apoyó el brazo contra el respaldo del sofá. Las Vegas está fuera de discusión, dices que me conociste y que también tuviste sexo conmigo el mismo día. Lo más aceptable es que diga que tenemos una relación.

- Aunque loco, tienes razón. - Se puso el pelo detrás de la oreja. - Eso es lo mejor que se puede hacer en nuestro caso.

- Entonces diles eso.

- Querrán conocerte. - Se puso las manos en la cara.

- No importa. Después de todo, tendrás que conocerme de todos modos. Soy el padre, Lali.

- Es correcto. - Respiró hondo. - Los llamaré mañana.

- Si necesitas algo, háblame. - Miró su reloj. - Mejor me voy. Necesito trabajar. - se levanto.

- Gracias por la compañia. - Fue hacia la puerta y la abrió.

- Fue bueno acompañarte. - Él sonrió y besó su frente. - Cuídate, Lali. Llámame si necesitas algo.

- Cuídate mucho, Peter. ¡Buen trabajo!

Él se fue y ella cerró la puerta, yendo al sofá al lado. Se acostó y cerró los ojos. Tenía miedo de decirle a sus padres, tenía miedo de tantas cosas que una lágrima brotó de sus ojos. Peter era una buena persona, estaba siendo considerado, pero aun así, era un extraño que ella ni siquiera sabía dónde vivía.

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Por la noche, unos días después, Peter estaba en un bar con sus amigos. Daniel, productor de radio, acompañado de su esposa, Jessyca. Tincho estaba con Blue y Peter con su prima Martina. Una hermosa chica con cabello castaño y ojos verdes era inteligente y comenzó a pensar que sería interesante estar con ella. Estaba soltero y tenía derecho a divertirse. Sintió que Martina le puso la mano en el muslo y se relajó, colocando su brazo en el respaldo de su silla. Su cigarrillo estaba entre los dedos de su otra mano y se lo puso en la boca varias veces.

- Peter, todavía no me has dicho cómo fue la cita. - comentó Tincho después de tomar un sorbo de su cerveza.

- Estuvo bien, y existe la posibilidad de que sean gemelos. - Dijo a todos en la mesa.

- ¿Gemelos? - Daniel dijo, bastante sorprendido.

- ¡Que cosa linda! - dijo Blue emocionada.

- Pero aún no está confirmado. Tenemos que esperar un poco más, ya que el feto es muy pequeño y la identificación es difícil. - Peter explicó.

- Necesitamos conocer a la madre del bebé. - comentó Blue.

- Tincho ya la conoció. Se tragó el cigarrillo. - Pronto podremos preparar la cena, pero no ahora. Lali todavía se siente muy enferma.

- Y ella es hermosa? - Preguntó Martina y Peter la miró sorprendida.

- ¡Es si! - Tincho respondió en lugar de su amigo.