¿Por qué tú? (COMPLETO)

CAPÍTULO 12

Nos levantamos de la cama y fuimos de nuevo al salón, sin articular palabra.
Cuando ya llevábamos un rato en el salón viendo la tele con nuestros hermanos, Marcos me hizo una señal para ir a la cocina, él se levantó y salió del salón y yo tras él.
Cuando ya estábamos en la cocina intente hablar pero Marcos no me dejo y me volvió a besar, no lo rechace y le seguí con gusto, volvió a ser un beso muy intenso, mordí su labio inferior como pidiendo permiso para que me dejara entrar aún más en su boca, el acepto plácidamente, nuestras lenguas jugaban y se movían sin parar, puse mis manos en su cuello intentando acercarle más aun, aunque llego un momento en el que nos tuvimos que separar por falta de aire.

-wow-dijo Marcos como si no se creyera lo que acababa de pasar- pensé que lo de la habitación había sido un lapsus pero ya veo que a ambos nos gustó ya que hemos repetido.
-claro que me gusto Marcos, si de verdad Adrián te lo ha contado todo sabrás bien que llevaba queriendo hacer esto desde hace...años- baje la cabeza, me sentía avergonzada por haberle confesado yo misma lo que sentía por él hace unos meses, cosa que creo vuelvo a sentir ahora.

-mira Julia - dijo con un tono más sexy de lo normal- me encantas, lo haces desde hace mucho, pero supongo que no ha sido hasta ahora que he tenido los cojones de decirlo, me encantaría volver a hacer lo que acabo de hacer y créeme me encantaría hacerte muchas cosas más-dijo el cogiéndome por la cintura.

En ese momento el móvil de Marcos sonó, él lo miro y dijo:
-me ha escrito mi madre para decirme que cenaran los cuatro juntos, que tardarán por lo que nos quedaremos a dormir con vosotras, me pregunta si ¿os importa?-dijo mirándome directamente a los ojos, y como hipnotizada por su mirada asentí-perfecto entonces, Lucas y Sara dormirán en la habitación  de tu hermana y tú y yo... En la tuya- dijo mientras me guiñaba un ojo.

Después de cenar y jugar un rato a la Wii los niños se fueron a dormir y nosotros a mi habitación, me puse un pijama más fresco de lo normal, consistía en una camiseta de tirantes y un pantalón muy pero que muy corto, cuando me quise dar cuenta Marcos estaba en bóxer tumbado en mi cama, habíamos dormido juntos miles de veces pero esta vez era distinto, mi cama era grande, de matrimonio, entrábamos perfectamente, incluso sobraba espacio entre nosotros, pero aun así, me tumbe tumbé MUY pegada a él.

Marcos se giró hasta quedarse de costado y coloco su mano sobre mi tripa, poco a poco comenzó a subir mi camiseta hasta conseguir contacto piel con piel. Algo en mi interior se movió de nuevo, pero esta vez era algo distinto a la última vez, ahora sentía lo mismo que sentí hace unos meses cuando me di cuenta de que estaba enamorada de marcos, quizás nunca lo supere y por eso ahora vuelve, no lo sé, tampoco lo pensé más ya que marcos se acercó a mí y me beso, su beso era apasionado, casi necesitado, me encanto. Lo seguí, me encantaba la forma en la que me hacía sentir cuando me besaba y me tocaba, me sentía segura, sexy... poco a poco fue deslizando su mano por el interior de mi ropa interior hasta quedar a apenas unos centímetros de mi sexo, en ese momento corto el beso y me miro como pidiendo permiso, yo simplemente retome el beso, y fue ahí cuando me hizo disfrutar como nadie lo había hecho, tras permanecer un tiempo deleitándose con mi intimidad, sus dedos abandonaron mi interior y con un movimiento certero se colocó sobre mí, cogió mis muñecas y las puso sobre mi cabeza, mientras una de sus fuertes manos sujetaba mis muñecas el acariciaba uno de mis pechos por encima de la camiseta, me soltó y comenzó a quitarme mis diminutos pantalones del pijama, esto ya había tomado un ambiente MUY CALIENTE! Una vez estaban mis pantalones fuera comenzó a subir mi camiseta, con delicadeza y sin abandonar en ningún momento mis labios, cuando estaba sacándome la camiseta un ruido procedente del pasillo nos hizo detenernos, a los pocos segundos oímos las risas de nuestros padres, nos miramos, volví a colocar mi camiseta en su sitio y nos separamos cuanto pudimos en la cama, nos arropamos y nos hicimos los dormidos.

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