En su corazón

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Imagen: El chiste se cuenta solo.

(Tomate tu tiempo antes de retomar la lectura) 

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La segunda ronda correría por mi cuenta, contarme la historia de Jimmy cambió su estado de ánimo y aunque hizo todo lo posible por demostrarme que estaba bien, la tristeza en Estados Unidos era algo evidente.

A las naciones nos sucede algo muy parecido a lo que sucede con los padres. Esto es algo que un padre o madre jamás diría; Pero siempre tienen un hijo favorito por sobre los demás. Y los países tenemos algunas personas que se quedan grabadas en nuestros corazones por sobre otros compatriotas; Jamás las olvidaremos, pese a los muchos años que vivimos, nos aferramos a sus recuerdos y "apadrinamos" a sus familias con la esperanza de que ellos tampoco nos olviden desde el más allá (si es que existe uno).

A veces me sorprende este sujeto, Actúa la mayor parte del tiempo como si viviese en una utopía construida con su propio ego, despreciando al resto del mundo y completamente desconectado de la realidad; Y otras pocas ocasiones demuestra que es un país como cualquiera de nosotros, sintiendo el peso de la eternidad sobre sus hombros y valorando las vidas tan efímeras de nuestros compatriotas.

— ¿Vacaciones?—Pregunté animándole a beber su segunda cerveza.

—Aha!, es tiempo de verano en América y mi jefe me permitió algunos días libres, los cuales aproveché para venir, aunque no le dije a donde iría.

—América del Norte querrás decir, acuérdate que América se divide en tres regiones: Norte, Centro y Sur — Le corregí por millonésima vez.

—Of curse! Pero yo te hablo de mi país— Su sonrisa amplia me aclaró que a este tipo no le importaba.

—América es TODO el continente, no eres tú solamente— Traté de gesticular usando casi todo mi cuerpo, tratando de ser lo más claro posible.

—I know!—Asintió

Pero yo estaba segurísimo que seguiría llamándose a sí mismo América, ignorando todo lo que le acabo de explicar.

— ¿Y cómo están las cosas con tu jefe? No he sabido nada de él desde la visita que hizo a mi país. Fue gracioso lo de las banderas, HA HA HA! No sabía que me admirabas tanto como para diseñar tu bandera basándote en la mía— Se jactó, buscando en su teléfono una imagen de su símbolo patrio para tan solo resaltar el rectángulo de mi bandera en el centro.

Hace años que yo me había dado cuenta de este detalle. Fue algo gracioso en su momento, lo descubrí cuando jugaba a encontrar coincidencias en los símbolos patrios junto a mis vecinos. Nunca tuvimos la intención ofender a nuestras banderas, todos entendemos que son cosas valiosas para nosotros; Pero el juego parecía inocente en su minuto y participamos sin malas intenciones.

Recuerdo que alguien había pegado una hoja de maple en la bandera de Perú y fingímos que era Canadá, ignorandole por algunos minutos, hasta que amenazó con llevarse toda la comida que había preparado. Continuamos con el juego y tapamos el escudo de México, haciendo que  los hermanos México Norte y Sur  imitaran a los hermanos Italia Norte y Sur o cuando Costa Rica se vistió de chico para imitar a Tailandia, los otros también iban cambiando sus roles: Puerto rico con Cuba, los hermanos de "La gran Colombia" y así sucesivamente. Hasta que alguien descubrió la pequeña bandera chilena al centro de la estadounidense.

Naturalmente me tocó imitar al gringo. Nunca he sido muy bueno para actuar en público y la personalidad tan enérgica e hiperventilada de Estados Unidos fue un reto muy difícil. Nadie me dijo como lo había hecho, pero me quedó esa incomoda sensación de que no pude cumplir con las expectativas.

Abandoné mi reminiscencia para concentrarme en explicarle al rucio , una vez más, que aquello era una tragicómica casualidad.

— No Estados Unidos, el diseño de mi bandera no tiene nada que ver con la tuya, es como lo que ocurrió con Texas... Una COINCIDENCIA, nada más— Expliqué sintiendo una fuerte jaqueca.

La misma que tuve cuando mi jefe mostró ese papel impreso.

Recuerdo aquel momento, yo ni siquiera sabía que él iba a mostrar esa hoja, de haberlo hecho se la hubiese escondido a último minuto para que no pudiese exponerla ante las cámaras. Para que, literalmente, el mundo entero no me hubiesen molestado con eso por casi un mes.


"—Chile está en el corazón de Estados Unidos—" lo dijo en español y luego lo repitió en Ingles.


¡Por Dios!, ¡¿Por qué cresta hizo eso?! En ese minuto deseé con toda mi alma que un terremoto abriese la tierra y me tragara hasta lo más profundo del núcleo plasmático. Mis mejillas se inyectaron de sangre, parecía un tomate reventado de vergüenza y fue peor cuando Alfred me dio varios de sus brutos manotazos contra la columna (Los cuales llama "palmaditas") riéndo a carcajadas y comentando lo adorable que era.

Mi jefe lucia orgulloso de ello, hasta me dedico una sonrisa y el de Estados unidos soltó una risilla incomoda.

Mi reputación social se fue a la mierda una vez más. Ya estoy bastante acostumbrado a esto, aunque aún me irritan algunas cosas. Nunca me ha gustado que me subestimen o que me comparen con USA, y no me comparan como una nación a la par de él, sino como un pelele idiota que sigue sus pasos.

Hay muchas cosas que este sujeto hace bien, pero otras son bastantes cuestionables. Y en lo personal, no me desagrada tanto como a otros de mis hermanos, pero tampoco lo quiero de amigo intimo.

—Chile está en el corazón de Estados Unidos...— Musitó empinando el codo, tragando mas centímetros cúbicos de su brebaje.

— ¡Ya olvida esa weá!...—Refunfuñé resentido— ¡Fue un disparate de mi jefe!, ¡Una mala broma!, ¡Algo estúpido que jamás debió decirse!

— ¿Por qué te molesta tanto?—Preguntó con un inusual tono reservado.

Le miré sin comprender las intenciones de sus palabras. Alguien como él no tendría que preocuparse por algo así, no debería preocuparse de como yo me siento al respecto. Alguien como él, alguien que creyó por más de 40 años que España estaba al sur de México, alguien que se llama a sí mismo como si fuese el continente entero, alguien que nos trata como si le debiésemos la vida o algo así.

— ¡Ja!, yo JAMAS estaría en el corazón del héroe del mundo,el salvador de la libertad y la democracia. No gracias, no quiero estar en ese lugar— Agité las manos con el mejor sarcasmo que pude disparar.

— Ouch!...—Se quejó apretándose el pecho— Si hubiese escuchado eso a fines del siglo diecinueve, me habrías roto el corazón.

— ¿Ah?—Exhalé boquiabierto.

No entendí, realmente no había entendido su respuesta.

—Ha, Ha! Es complicado decir esto después de siglos pero...Chile estuvo en el corazón de Estados Unidos— Me sonrió, girando la cadera para observar mi perfil, sonriéndome con el codo apoyado en la barra.


















¿Ah?...






















¡¡¡¿QUÉ CHUCHA ACABO DE ESCUCHAR?!!!

Te confieso que... [USAXChile +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora