Te confieso que... [USAXChile +18]

True Blue

Imagen: Crucero protegido USS Baltimore, "el juguete  nuevo" de Estados unidos. Ya si él también tenia que tener un crucero protegido (dijo la pica') /Autor: No pude encontrar al autor original :(  Pero donde quiera que esté le mando mis agradecimientos y una malla de kiwis. 

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Chile estuvo muy callado después de mi confesión; Pensé que se sentiría alagado, después de todo, yo, Estados Unidos de América, le confesé uno de mis más íntimos secretos. Quizás yo le desagrado demasiado como para aceptar esas cosas que sentí por él ¿Por qué le conté en primer lugar?, ni yo mismo estoy muy seguro, me pareció divertido recordar esa peculiaridad en nuestras banderas y es verdad que él estuvo en mi corazón.

Pasé mucho tiempo cuestionándome el porqué de esos sueños con Chile, hasta que llegué a la conclusión más lógica: Él me gustaba, me había enamorado de aquel país capaz de enfrentarme y si yo le hacia el amor en sueños es porque realmente quería hacerlo con él.

Entonces me propuse a conquistarlo, ¿Pero cómo lo haría si nuestra relación era de rivales? ¿Dos rivales pueden ser novios? ¿Chile tenía algún corazón que yo pudiese conquistar?

Comencé a interesarme más por él y mis viajes al sur eran más frecuentes. Con la excusa de vigilar mis negocios salitreros, visitaba la casa de Chile, él me recibía con cierta cordialidad, pero se notaba que solo era por asuntos de negocios, yo no le agradaba como persona, por lo que muchas veces fue frio y distante.

A mí eso no me importaba, me daba igual como me tratase, mientras estuviese a su lado, mientras pudiese verle, hablarle o llegar a tocar su piel de forma "accidental" yo era el ser más feliz de este planeta, él era mi crush y yo era feliz así; Aunque mis deseos sexuales seguían siendo los mismos y por las noches mi felicidad se traducía en imaginarle, al igual que yo, sudoroso y satisfecho en mi cama.

El salitre fue un mineral muy importante por aquellos años, tanto en la guerra, como en la agricultura y en la ciencia, el oro blanco era el negocio del siglo y todo aquel que tuviese dominio de las compañías salitreras, tenía asegurada una gran inversión. Yo poseía unas cuantas compañías, pero el verdadero rey del salitre, quien dominaba la industria, era Inglaterra.

Inglaterra era el dueño de casi el 60% de las salitreras y como Chile era el nuevo dueño de esas tierras y estaba recién aprendiendo a hacer negocios, la relación de ambos se había vuelto más estrecha. No sé si fueron celos, lo más probable es que sí, pero verles juntos me hacía sentir un profundo desagrado.

Me decepcionaba el comparar la forma en la cual Chile trataba al europeo, con el trato que tenía hacia mí. ¿Qué estaba haciendo mal?, me preguntaba, ¿Por qué yo no le agradaba? ¿Por qué no me quería si me esforzaba tanto por él?

Mientras más intentaba acercarme, más hastiado y desconfiado parecía. Inglaterra era serio y aburrido, y aun así, Manuel le trataba mucho mejor que a mi ¿Por qué? ¿Qué veía en él? ¿Acaso le gustaba?

Un día, decidí encarar a Inglaterra y preguntarle cuales eran sus verdaderas intenciones con Chile.

— ¿Mis verdaderas intenciones?—Preguntó abriendo sus ojos verdes, los que apenas se distinguían bajo los arbustos rubios.

—Yeah, ¿Qué quieres exactamente aquí? ¿Qué quieres de Manuel?—Pregunté sentado frente a él, bebiéndome sin ganas el té que me había ofrecido.

Él soltó una carcajada luego de mi pregunta, la tomó como si fuese una broma tonta y aquello me molestó muchísimo.

— Si quieres estar en las grandes ligas tienes que aprender a competir, pequeño...—respondió con su vaporeante taza bajo la nariz— Te has convertido en una nación fuerte y aun me duele mucho haberte perdido; Pero eso no significa que seas el único país del continente que me interesa. Chile también tiene potencial, además es un buen chico y es fácil hacer negocios con él. Es un poco ingenuo, aunque eso no me molesta, al contrario, es algo encantador.